Un siglo de hoteles en Jerez

El Rebusco

Fondas y hostales

De 1860 a 1970

La mirada extrañada

Fachada del hotel Garage Centro, calle Doña Blanca, 10.
Fachada del hotel Garage Centro, calle Doña Blanca, 10.
José Luis Jiménez

10 de junio 2024 - 05:00

Jerez/En los últimos años, la polémica rodea al incremento desaforado de apartamentos turísticos en el centro y casco histórico de Jerez, a ello se suma la aprobación, en lo que va de año, de cuatro nuevos proyectos de hoteles por parte de la junta de gobierno local.

Hotel Los Cisnes, calle Larga, 25.
Hotel Los Cisnes, calle Larga, 25.

Desde los años 90, la Expo de Sevilla fue un incentivo, Jerez vio crecer de forma exponencial sus plazas hoteleras. En la actualidad la oferta se concentra en una amplia variedad, desde el cinco estrellas del María Luisa hasta otros de dos, tres o cuatro estrellas: Palacio Garvey, Catedral Suites (antes Bellas Artes), Yit Casa Grande, Barceló Alameda (antes Tryp Jerez Centro Melíá), NH Avenida, B&B (anterior AC), Doña Blanca, Guadalete, Sherry Park, Villa de Jerez (estos dos últimos del grupo HACE, familia De Clerck), Ibis, La Albarizuela, Nova Centro, Al-Andalus, Nuevo Hotel (activo desde 1927, el más antiguo de todos), Ítaca, San Andrés, Joma, Hotel Bodega Tío Pepe, Astuto (antes Chancillería), Coloso, Asta Regía, Boutique Jerez, Suites Alfonso X, etc.

El caso del hotel Palmera Plaza, cinco estrellas, es un ejemplo dramático en esta historia. Este espléndido establecimiento, ubicado en la calle Pizarro, abrió sus puertas en 2002 y en 2004 fue adquirido por la cadena Prestige Hotels. Sin embargo, pronto comenzaron los problemas económicos que derivaron en la quiebra del grupo hotelero que lo gestionaba y su posterior cierre. Posteriormente reabrió bajo la firma Vita Hoteliers pero acabó cerrando de forma definitiva al poco tiempo, siendo objeto del pillaje más salvaje.

Factura de Fonda Souhard y Ricca, 1866.
Factura de Fonda Souhard y Ricca, 1866.

Un ‘Rebusco’ que en esta ocasión tratará de la historia de algunos de estas instalaciones turísticas a lo largo de los siglos XIX y XX, concretamente entre 1860 y 1970.

Consideremos que a finales de los años 40, el turista tan solo podía optar a cinco hoteles, todos muy cercanos entre sí y con diferentes categorías: Los Cisnes, el Comercio, el Garage Centro, el Victoria y el Nuevo Hotel.

Para la ocasión, me ha sido de gran utilidad consultar los fondos del Archivo Municipal de Jerez, apartado de efímeras, donde se conserva una abundante colección de folletos promocionales de los hoteles de la ciudad, y que tuve la satisfacción de donar a dicha institución.

De hostales y fondas

Hostal Arenal, calle Pozuelo, 3-5.
Hostal Arenal, calle Pozuelo, 3-5.

“El hotel en el que me alojo –el único de Jerez, me imagino, aunque es una ciudad de sesenta y dos mil habitantes– es un hotel modesto, pero bonito, discreto y muy sombreado”. Así decía el escritor francés Henry Lyonnet (1856-1933), en su libro de viaje ‘La España desconocida’ (’A travers l´Espagne inconnuem’), editado en 1896. Más adelante especifica: “Me alojo en la calle de las Naranjas”. Se refería a la Fonda Jerez, propiedad de los hermanos, de origen italiano, Bernardino y Enrique Ricca Manini. La familia poseía otros en Cádiz, Sevilla y Huelva. Los líderes republicanos Blasco Ibáñez, Lerroux y Soriano se alojaron en esta fonda en 1903. Entre 1908 y 1917 estuvo a cargo de la viuda de Cárdenas.

Del periodo tratado hay que mencionar otros que permanecieron en el recuerdo de varias generaciones: Hostal Comercio, en Doña Blanca, de Fernando Vázquez Gallardo, continuando su viuda; Fonda Siglo XX, propietario Manuel Lara, Plaza Alfonso XII y calle San Miguel, a partir de 1908 su viuda; Hostal Arenal, en calle Pozuelo, ahora ocupado por un departamento municipal; Fonda De la Victoria, gestionado por Antonio Mayo, en Plaza Alfonso XII; Fonda Europa, calle Corredera, 36, propiedad de José de Castro, hay datos en 1875: La Nueva del Cristo, Higuera, 30, de Juan Antonio Chacón. Otros conocidos fueron el Imar, Gover, Los Ángeles, Trujillo y Capele.

Nuevo Hotel, calle Caballeros (Ángel Mayo), 23.
Nuevo Hotel, calle Caballeros (Ángel Mayo), 23.

Las casas de huéspedes fueron populares en la segunda mitad del XIX, pero como decía el vicecónsul norteamericano acreditado en Jerez “is something awful”, lugares poco respetableses y decentes para ejercer sus funciones y atender a las personas.

Hotel Los Cisnes

Anuncio de Hotel Los Cisnes, ubicado en calle Larga, 53.
Anuncio de Hotel Los Cisnes, ubicado en calle Larga, 53.

Tal era la reputación de este hotel, que la revista ‘Mundo Nuevo’, en el número del 7 de agosto de 1913 llegó a publicar una página dedicada a este establecimiento hotelero, incluyendo una foto de su propietario, Blas Gil López.

Personal del hotel Los Cisnes, entre ellos mi padre como camarero, 1950.
Personal del hotel Los Cisnes, entre ellos mi padre como camarero, 1950.

Los Cisnes, tanto en su primer emplazamiento de la calle Larga, 53, como cuando se trasladó al número 25 de esa misma calle, fue una institución que aún se recuerda, y al que habría que dedicar un artículo en exclusiva.

Este hotel fue fundado, a principios de la década de 1880, por Blas Gil López, en calle Larga, esquina con la Plaza del Banco. Un hotel de lujo con cafetería y restaurante. Estaba equipado con todas las comodidades modernas e incluso tenía un coche en la estación de tren para recoger a los clientes.

El antiguo Los Cisnes sería reconvertido a principios de siglo por un propietario posterior en el suntuoso Gran Café Fornos.

El hostelero Blas Gil López, en 1913.
El hostelero Blas Gil López, en 1913.

Cuando Blas Gil falleció en 1923, su viuda Pilar Martínez se hizo cargo del hotel durante un tiempo, pasando a manos de ‘Inmobiliaria Los Cisnes’, formada, al parecer, por un grupo de bodegueros, que plantean su reforma para su ampliación y modernización, ya ubicado en el número 25 de la calle Larga. Tendrá 25 habitaciones por planta.

Publicidad de Fonda Jerez Souhard y Costard, 1864, en calle Naranjas, 10.
Publicidad de Fonda Jerez Souhard y Costard, 1864, en calle Naranjas, 10.

El apogeo del hotel se produjo entre la remodelación de 1938 y los años 60. La obra estuvo a cargo del arquitecto Fernando de la Cuadra, la fachada, y Luis Gutiérrez Soto, cuando en él se hospedaba todo aquel que fuera alguien, desde toreros hasta artistas flamencos y estrellas de cine.La d ecoración corrió a cargo del también arquitecto jerezano José Luis Picardo.

Tras la obra, el hotel fue comprado por Emilio Jimena de Castro (Granada, 1894), en 1941, por cinco millones de pesetas, que lo mantuvo hasta 1963, pasando a manos de los bodegueros Valdespino por 21 millones de pesetas. En ese periodo, hasta 1975, el director fue José Antonio Romero-Valdespino Hermosa. A finales de los años 70, fue vendido a un promotor inmobiliario y convertido en el centro comercial que conocemos en la actualidad.

Fonda de la Victoria, calle Lanceria, 1905.
Fonda de la Victoria, calle Lanceria, 1905.

El joven vicecónsul americano William Wirt Wysor estuvo alojado en Los Cisnes durante un par de años, a mediados de los años 90 del XIX, tal como él mismo cuenta en las divertidas cartas que dirigía a su familia: “The ‘Cisnes’ is the most expensive place in Jerez, but is the only place that can gave me the accommodations I require”.

Mi padre, Ramón Jiménez Manuel, trabajó de botones en 1941, con catorce años. y como camarero hasta mitad de los años 50.

El más antiguo

La historia de Nuevo Hotel comienza con Agustín Corrales Rodríguez de Medina.

Agustín, muy joven, empieza ayudando en una pensión de la calle Corredera, perteneciente a unos parientes de él, de la familia Galán. Su padre era carpintero-ebanista y quería que su hijo continuará con su profesión. Pero él se escapaba a la estación de trenes para traer clientes a la pensión. De esta forma, y con el tiempo, alquiló la casa-palacio de la calle Caballeros, número 23, al Vizconde de Almocadén y comenzó su andadura como empresario de hostelería. Más tarde, la casa pasó a ser propiedad de dos hermanas Domecq, una casada con el Conde de Peraleja, y la otra con el General Pardo. Por aquel entonces ya tenía varios negocios en funcionamiento muy conocidos en la ciudad, como el Gallo Azul, el Casino Jerezano, el Casino de Labradores o el restaurante Fornos, todos ellos situados en la calle Larga.

Pegatina de hotel Comercio, calle Doña Blanca, 3.
Pegatina de hotel Comercio, calle Doña Blanca, 3.

Cuando Agustín fallece en 1951, el negocio pasó a su mujer, Manuela Martín, y luego a sus hijos: Rosario y Juan Manuel. El varón tomaría las riendas del negocio.

Al pasar los años compraría el edificio a las hermanas Domecq y trabajó en el negocio hasta el año 2000, cuando se jubiló. La casa se ha ido reformando, pero siempre intentando mantener el estilo, para que no perder su encanto. La reja que se ve a la entrada estaba arrumbada en el desván de la azotea y fue él quien la bajó y la puso de nuevo en la entrada. Hoy en día es el hotel más antiguo de la ciudad, donde sus descendientes, Otilia y Agustín Pardo Corrales, continúan con la política que el abuelo instauró en 1927.

El más moderno

Hotel Jerez, postal años 70.
Hotel Jerez, postal años 70.

En 1970, la empresa Entursa (Empresa Nacional de Turismo) construyó el hotel Jerez, un amplio y moderno local promovido por el entonces alcalde Miguel Primo de Rivera. El mismo NO-DO se hizo eco de la inauguración, con la presencia del ministro de Información y Turismo Sánchez Bella.

En el se alojaron personalidades como Sean Connery y Richard Lester cuando rodaron ‘Cuba’ en Jerez, en 1979. Durante una temporada tuvo la categoría de 5 estrellas.

Posteriormente, fue gestionado por el grupo CIGA, hasta que en 1996 lo compra el empresario belga Jan De Clerck, encargando su dirección a Antonio Real Granados, actual delegado de Cultura y Turismo.

Un proyecto en 1930

Proyecto de hotel, 1930.
Proyecto de hotel, 1930.

En 'Arquitectura’, revista oficial de la Sociedad Central Arquitectos, en su número nº135, de julio de 1930, se publicó el proyecto de lo que pudo haber sido, y no fue, de un lujoso hotel en pleno centro de la ciudad. Se reproducían sus planos y dibujos de la fachada como de un amplio hall de entrada. El diseño estaba firmado por el reputado arquitecto andaluz Agustín Aguirre López (1896-1985).

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