Los suelos para viviendas en Jerez que aún buscan propietario

Grandes bolsas de terrenos urbanizable siguen a la espera de un promotor que las desarrolle

Sareb, el llamado 'banco malo', tiene aún unos 80 suelos en proceso de comercialización

La actividad constructiva residencial en Jerez mantiene su ritmo

Terrenos sin desarrollar entre carretera de Trebujena y Los Villares.
Terrenos sin desarrollar entre carretera de Trebujena y Los Villares. / Vanesa Lobo

Grandes bolsas de suelo residencial, la mayor parte situadas en la corona de la zona urbana de la ciudad, aún buscan propietario para desarrollarlas. Estos son terrenos que pasaron a ser urbanizables con la entrada en vigor del actual Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), pero que no llegaron a desarrollarse por la grave crisis del sector de la construcción a finales de la primera década de este siglo.  

A día de hoy, varias de ellas forman parte de los activos que acabaron en entidades bancarias tras las quiebras de las promotoras que las compraron inicialmente. Según los últimos datos publicados por Sareb, la sociedad encargada de gestionar estos inmuebles (el conocido como 'banco malo'), en Jerez comercializa más de 80 suelos a través de agencias y portales especializados. 

En el complejo residencial de Montecastillo hay numerosas parcelas residenciales sin desarrollar aún. Son varios los portales inmobiliarios ofertan parcelas de distintos tamaños para construir viviendas unifamiliares con precios que oscilan entre los 65.000 y los 115.000 euros.  

Mientras tanto, dos grandes zonas declaradas urbanizables hace casi dos décadas como son El Mirabal, en el extremo este de la ciudad, y Los Villares II (al oeste junto a la carretera de Trebujena) llevan años buscando un nuevo comprador. Así, en El Mirabal, una gran extensión de terreno situada a espaldas de la zona residencial de La Marquesa, aún siguen en pie las estructuras de unas promociones inacabadas y el esbozo de lo que serían las futuras calles de este nuevo desarrollo al este de la ciudad. En esta zona se siguen comercializando unas 44 fincas por las que se piden en torno a 1,6 millones de euros en las que se podría construir hasta casi un millar de viviendas. No muy lejos de este enclave, también se busca comprador para varias extensiones de terrenos situadas en una de las márgenes de la avenida Rey Juan Carlos I, tanto en la zona de La Teja como en el paraje de Montealegre.  

Terrenos del Mirabal, donde se quedó inconclusa una promoción de viviendas.
Terrenos del Mirabal, donde se quedó inconclusa una promoción de viviendas.

Mientras, en la zona oeste, lleva años en venta una gran extensión de terrenos situada entre Los Villares y la carretera de Trebujena. En sus más de 344.000 metros cuadrados se proyectaron más de 1.300 viviendas, según se contempla en el planeamiento. Algo más arriba, una parcela situada junto a los depósitos de Montealto, también busca comprador por parte de una inmobiliaria vinculada a una entidad bancaria.

Igualmente, están a la espera de ofertas varias fincas en la zona norte de la ciudad, que en los últimos años está teniendo una importante actividad constructiva residencial. Así, en la actualidad hay varios suelos en venta con superficies que oscilan entre los 1.000 y los 8.000 metros cuadrados repartidos entre la avenida de Espera, Las Flores y Pozoalbero.  

Mientras en la zona sur, y fruto de la liquidación de una de las principales promotoras que hubo en el país (Urbis), también se busca un nuevo propietario para una extensión de suelo urbanizable no sectorizado en el entorno del Rancho Colores. No muy lejos de allí, también busca dueño una gran parcela situada junto al campo de golf de Guadabajaque donde se proyectó un hotel que aún no se ha hecho realidad.  

Finalmente, en la zona más urbana, también se busca propietario para una parcela de más de 18.500 metros cuadrados que aún no se ha desarrollado en las inmediaciones de la Ronda de los Alunados.  

Viviendas en suelos ya urbanizados

La recuperación del sector de la promoción y construcción residencial tras el estallido de la crisis inmobiliaria ha venido motivada por la ejecución de viviendas en terrenos que ya tenían la categoría de solar y que, por tanto, ya estaban urbanizados. De hecho, a lo largo de los últimos años se han construido nuevas viviendas en distintos puntos de la ciudad como la calle Pizarro, Pozoalbero, Los Villares, El Carrascal, la avenida Caballero Bonald y San José Obrero o Las Delicias, por citar algunas. 

Un dato que lo corrobora es que el Ayuntamiento apenas ha tramitado nuevos planeamientos para el desarrollo de los nuevos suelos, ya que el sector ni tiene tanto músculo financiero como para acometer una urbanización de grandes dimensiones ni hay tanta demanda de vivienda que a medio plazo garantice recuperar la importante inversión realizada. De hecho, el último plan parcial residencial aprobado fue uno vinculado a una gran bolsa de suelo al norte de la pedanía de Guadalcacín, que recibió la autorización en 2022.  

Ahora bien, sí se han aprobado estudios de detalle de suelos de menor superficie que han permitido iniciar la construcción de nuevas promociones en el antiguo solar de Urbis entre la calle Circo y Parque Williams, en la calle Circo, a espaldas de las viejas Bodegas de Croft o El Altillo, entre otras.  

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