"Tenemos que transformar al zoo en un motor económico"
Ana Timermans. directora del zoo de jerez
Tras cuatro meses al frente del Zoobotánico Alberto Durán se enfrenta a su primera entrevista exponiendo los planes de futuro de uno de los símbolos de la ciudad
El Zoobotánico de Jerez Alberto Durán cambió su presidencia hace ahora cuatro meses, justo en su 63 aniversario. Después de 11 años, José María Aguilar decidió pasar el timón de este barco a la psicóloga Ana Timermans, técnico del Ayuntamiento que ha desempeñado varios cargos durante su carrera en el Consistorio jerezano, como los Montes de Propio donde sigue como directora. Timermans hace piña y para ella no hay diferencias en el zoo. Insiste constantemente en que en la foto de esta entrevista deben salir los trabajadores, "el zoo somos todos y no solo yo", remarca. Tampoco quiere que se escape de su primera entrevista su agradecimiento a sus antecesores por todo lo que han aportado al presente de este parque, a pesar de que el futuro pasa por sus manos.
-¿Cómo han sido estos cuatro meses?
-A lo primero que me enfrenté es a un cambio de rol en mi tema profesional. Yo he estado en distintas direcciones de servicio en el Ayuntamiento y distintas ocupaciones en todo el Consistorio, no directivas, y es un reto que me lo propusieran porque José María ha sido un gran director durante los 11 años que ha estado al servicio de este parque. Me lo propusieron y yo creo que por responsabilidad no me gusta decir que no a ningún reto, más como este que es tan bonito e ilusionante. Primero ilusión, luego acercamiento a la realidad del día a día sobre todo del equipo, con qué problema se encuentran... A mí me gusta la práctica, ir al detalle, cuáles son los inconvenientes de mis compañeros a la hora de hacer su labor y sobre esa base pues empezar a construir la gestión. El Ayuntamiento tiene una vocación de que el zoo es de Jerez y Jerez es del zoo, es un matrimonio indisoluble. Si tuviéramos que hacer caso a las leyes de sostenibilidad financiera y de Administraciones Públicas, este proyecto no debería seguir porque un Ayuntamiento no tiene entre sus competencias tener un zoo, eso ha sido un encuentro feliz.
-Hace unos meses, el Ayuntamiento habló sobre un sistema de patrocinios relacionado con el apadrinamiento de especies, ¿cómo va este proyecto?
-Está avanzando mucho porque ya tenemos unos antecedentes de cuando era patronato de patrocinadores a los que siempre hemos estado muy agradecidos. Tras integrarnos en Ayuntamiento en 2014, a partir de ese momento es el ente público que toma las riendas para buscar patrocinios. Estamos con los compañeros muy relacionados de manera que ya se está avanzando en culminar los patrocinios, cosa que sería muy buena.
-Tras su primer acercamiento a la realidad del parque, ¿cuál es el reto más inmediato?
-El principal es hacerlo económicamente sostenible y un zoo de futuro, que no se autoconsuma en este modelo porque no tengamos futuro y no le guste a la gente visitarlo o porque el interés decrezca. Básicamente, que el Ayuntamiento no lo considere una carga financiera.
-¿Y eso cómo viene?
-Teniendo un modelo de zoo de futuro en el que primen sus líneas básicas, conservar, educar e investigar. Poner mucho énfasis en que la conservación es vital, el zoo se convierte en un activo pero a la vez tiene en sus manos a través de la educación poner esas cosas. Cuando he llegado he dicho muchas veces, ¿pero esto hacéis? Esto no lo sabe nadie, o sea, hay magníficos profesionales que no están muy valorizados.
-¿Cree que la colección botánica del zoo recibe toda la atención que merece?
-Siempre queda más relegado, al igual que el agua. Tenemos 'zoo', 'botánico' y 'agua'. Algún día, el edificio del agua del Tempul, ya hemos tenido contactos con Aquajerez, tenemos en vista poner eso en valor. Es precioso y desde el punto de vista de ingeniería es una edificación increíble que los niños conozcan de donde viene el agua de Jerez. Esto era un jardín botánico primero y luego se introdujo la colección zoológica, lo que pasa es que el zoo tiene tal fuerza que achanca a los árboles, esos seres vivos quietos.
-Trabaja además en un entorno en constante crecimiento, todas las semanas hay noticias de un nuevo nacimiento en el Alberto Durán.
-Para nosotros es motivo de alegría. Es muy emocionante porque queremos vender emociones. Los animales son en eso muy maestros, son grandes transmisores de emociones, uno intensifica el miedo, el otro la curiosidad, otro la apatía... Nosotros lo vivimos. Aquí le digo a la gente que es 'zoomilitante', no son trabajadores al uso. Tienen un compromiso personal. Un chaval el otro día me dijo que trajo a su novia para declararse, yo sigo alucinando.
-Contribuyen constantemente con programas internacionales de conservación de especies.
-La vocación del zoo es la conservación y las especies en peligro de extinción son la prioridad. Lo que sí me he planteado como un reto es que todo lo que hagamos tenga un reflejo económico porque es un trabajo que hacemos a la biodiversidad. Tenemos que luchar por que nos lo reconozcan que nos hace falta.
-¿Se bajara una ampliación?
-En principio una ampliación rotunda no porque estamos en esta situación económica, entonces tendríamos que buscar subvenciones y una fuente de ingresos, sí.
-Imagine que tiene un cheque en blanco a nombre del zoo.
-¡Bueno! Haríamos una gran reunión porque hay grandes ideas que están esperando su turno, con el concejal y la alcaldesa por delante con las suyas propias. Aquí hay un masterplan que lo tenemos en el cajoncito guardado.
-¿Es muy grande ese cajón?, ¿qué es lo primero que se proponen?
-¡Uf! (risas) Yo soy muy práctica y lo primero que haremos será la seguridad de caminos, que intentaremos actuar prontamente y hacer un verano fresquito en el zoo con un sistema de aspersión y eso lo queremos hacer. Fíjate que tontería, pero eso cambia mucho el bienestar de los visitantes.
-La gente sigue preguntando por Buba.
-Está muy bien, sigue en el zoo de Hungría. Lo que pasa es que para traernos a Buba necesitamos una ampliación porque tiene unos requisitos de cuidados que no podemos darle aquí. Ese es uno del proyecto en los cajones. Los compañeros siempre comentan que tenemos que tener el elefante, el tigre blanco..., esas especies que han dado tanto renombre al zoo de Jerez.
-¿Su parte favorita del parque?
-¡Qué difícil! Quizás el aire, fíjate. No es nada concreto, es el ambiente, el silencio, lo que escuchas..., es todo muy especial. Es una experiencia multisensorial una vez que cruzas las puertas. Yo voy visitando animal por animal, hoy voy a ver a tal, hoy a cual. Me gusta mirarlos, soy psicóloga y la etología tiene una parte afín, así que me gusta verlos cómo están, cómo se encuentran, tengo esa cosilla.
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