Opinión
Carlos Navarro Antolín
El Rey brilla al defender lo obvio
Jerez/La Corporación Municipal lanzó ayer un mensaje a la Junta de Andalucía: no quiere el traslado del Centro Andaluz de Documentación del Flamenco (CADF) del Palacio Pemartín al futuro Museo del Flamenco de Andalucía en la plaza Belén. Sin embargo, la propuesta, que fue planteada por separado por Partido Popular e Izquierda Unida, no fue apoyada por unanimidad ya que PSOE y Ganemos optaron por la abstención alegando que aún no se conoce el proyecto museístico definitivo, que está en proceso de elaboración por el organismo autonómico.
Tanto el Partido Popular como Izquierda Unida coincidieron a grandes rasgos en el argumentario de defensa de la proposición. La edil Ana Fernández hizo referencia a la oposición a estos planes de la Consejería de Cultura de buena parte del colectivo flamenco y de otras artes. Fernández incidió en otro aspecto fundamental, el edificio que actualmente acoge el Zoco de Artesanía es pequeño para albergar el volumen de fondos que actualmente guarda el CADF, además de sufrir problemas endémicos de humedad y plagas.
Mientras, el portavoz adjunto del PP, Antonio Saldaña, defendió no solo su negativa al traslado sino que exigió a la Junta que haga público de una vez el proyecto definitivo de Museo del Flamenco de Andalucía debido al "cúmulo de bandazos" que está sufriendo el proyecto. "Nos dicen primero que se hará en el Zoco y en la Nave del Aceite; luego nos hablan del traslado del Centro del Flamenco del Palacio Pemartín; luego, que el Museo de Lola Flores irá a la Nave del Aceite; luego que el Museo lo hará el Ayuntamiento; en definitiva, una improvisación continua", alertó.
En contraposición, el delegado de Cultura, Francisco Camas, hizo una advertencia al resto de grupos: "Os estáis precipitando; hay que esperar a la Junta". En este sentido, comentó que el organismo autonómico aún no ha terminado de redactar el proyecto por lo que "hasta que no esté encima de la mesa nadie tendrá la facultad de poder ponderar un juicio sobre lo que puede acontecer". Tras defender la gestión del ejecutivo municipal en materia del flamenco -"antes no había idea ni estrategia", aseguró-, el edil alegó que la Junta es la propietaria del Palacio Pemartín por lo que llegó a decir que él no es "nadie para decirle qué tiene que hacer con sus trabajadores y su patrimonio". Esta afirmación fue duramente criticada por Ana Fernández. "Usted -a Camas- tiene mucho que decir y tiene capacidad de decisión por ser delegado de Urbanismo y de Cultura; pero se ve el seguidismo que hace este gobierno de la Junta de Andalucía", le reprochó. Mientras, el portavoz de Ganemos, Santiago Sánchez, justificó el posicionamiento de su formación en que aún no se sabe "que va a proponer la Junta de Andalucía por lo que no nos podemos pronunciar".
Por otro lado, el pleno municipal rechazó la ratificación de la marcha de la Diputación Provincial como patrono de la Fundación Andrés de Ribera, una decisión que fue adoptada por este organismo el pasado año. El gobierno local -que en la sesión de ayer solo contaba con cinco ediles por la reunión en Madrid de la alcaldesa, Mamen Sánchez, y del delegado de Economía, Santiago Galván, con responsables del Ministerio de Hacienda- se quedó solo en este trámite pues contó con la negativa del PP y de Ganemos y la abstención de IU y Ciudadanos.
Ahora bien, está por ver las consecuencias que conlleva esta decisión sobre la institución que gestiona el complejo de los Museos de la Atalaya. Al pleno se llevó la modificación de los estatutos de la fundación para que la Diputación deje de ser patrono por lo que, al rechazarse por el pleno, la marcha del organismo provincial no tiene efectos jurídicos teóricamente. Es más, fuentes consultadas aseguraron que esto imposibilitará que el pleno de la Diputación pueda abordar este asunto en una próxima sesión por lo que está por ver qué ocurrirá finalmente con esta decisión unilateral adoptada por el gobierno de Irene García.
El PP ya había mostrado días atrás su rechazo frontal a la marcha de Diputación y ayer la concejala Lidia Menacho acusó a la administración provincial de "lavarse las manos" y de dejar en una comprometida situación al Ayuntamiento ante una fundación que arrastra un déficit estructural desde hace años -en 2017 su deuda superaba los 5,7 millones de euros-. De hecho, Menacho advirtió de que esta decisión podría condenar a esta institución a una "liquidación automática".
Este extremo fue negado por el concejal de Cultura quien aseguró que esta decisión permitirá al Ayuntamiento tener "mayor autonomía" en la gestión de los Museos de la Atalaya y negó que Diputación se desentienda totalmente. "Hay un convenio por el que Diputación aportará este año 60.000 euros y ya ha pagado", sostuvo, aunque el acuerdo solo tiene vigencia por este año. Asimismo, el representante del gobierno incidió en los 600.000 euros que el presupuesto municipal de este año recoge para acometer mejoras en estas instalaciones -concretamente se modernizarán la instalación de sonido e iluminación así como se rehabilitará la bodega San Jorge, cerrada desde hace dos años-.
Finalmente, salió adelante la propuesta del PP para exigir a la Junta que se comprometa a financiar el canon del Gran Premio de Motociclismo durante los próximos 18 años. El PSOE se abstuvo en la propuesta.
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