2020, el año de la 'tormenta perfecta' para el turismo
Sin movilidad, no hay turismo. Es una máxima que repiten representantes de empresas y actividades turísticas para resumir la situación por la que atraviesa el sector debido al impacto de la pandemia del coronavirus. 2020 es el peor año que se recuerda para un sector clave en la economía jerezana y de la provincia.
Los datos así lo corroboran. En el mes de septiembre, el 20% de los contratos que se hicieron en la provincia estaban vinculados al sector turístico, según el Observatorio Argos de la Consejería de Empleo. Ahora bien, en la provincia había más de 33.000 demandantes de empleo vinculados a este sector, un 126% más que en el mismo periodo del año anterior.
El verano dio un pequeño respiro a un sector que se vio obligado a cerrar durante el estado de alarma decretado en primavera y que ahora está viéndose abocado a hacer lo mismo en esta última parte del año debido a las restricciones de movimientos.
El verano fue un pequeño respiro, aunque no se llegaron a alcanzar los porcentajes de ocupación esperados inicialmente. Según los datos del estudio de coyuntura hotelera que mensualmente elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE), hasta el mes de octubre se habían alojado en los establecimientos jerezanos unos 59.319 viajeros. En cambio, en el mismo periodo del año anterior se habían superado los 118.000 clientes, es decir, el doble.
Estrepitosa ha sido la caída del visitante extranjero. Si hace un año, el cliente de fuera de España suponía el 36,2% de los registrados en los hoteles de la ciudad, en este 2020 el porcentaje se ha reducido hasta unas décimas por encima de los 14 puntos.
Sin embargo, si en el verano de 2019 se lograron alcanzar porcentajes de ocupación media de entre el 70 y el 74%, en este fatídico 2020 solo se superó el 50% en el mes de agosto.
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