¿Por qué los turistas siguen eligiendo Jerez?

Radiografía del turismo local

Los visitantes hablan de las razones que los llevan a preferir esta localidad como sitio de vacaciones · Comentan qué podría mejorarse en cuanto a la movilidad por la ciudad y la oferta turística, valorando pésimamente la señalización

Turistas recorriendo las calles del centro en una de las muchas rutas turísticas ofertadas por la Oficina de Turismo. /Vanesa Lobo
Turistas recorriendo las calles del centro en una de las muchas rutas turísticas ofertadas por la Oficina de Turismo. /Vanesa Lobo
Ana María Riquel

30 de julio 2012 - 06:44

Históricamente, Jerez siempre se ha considerado una ciudad con cierto encanto para el turista. Ya sea por el turismo bodeguero –que actualmente pasa por un periodo de ausencia del cual muchos dudan que pueda recuperarse–, los toros, los caballos, la cercanía de la costa, el vino o por la masa anual de visitantes del circuito para presenciar las carreras de motociclismo, los turistas siguen eligiendo la ciudad como el lugar ideal donde pasar unos días durante sus vacaciones. Según los datos recogidos por la delegación de Turismo, Cultura y Fiestas, el turista que viene a la ciudad tiene una edad comprendida entre los 45 y los 65 años, suele venir en su propio vehículo, se queda entre una y tres noches y, mayoritariamente, procede o bien de otras regiones andaluzas o, en el caso de ser extranjero, de Alemania, Reino Unido y Francia. Con estos datos, que parece ser no han variado demasiado durante los últimos años, el jerezano de a pie se pregunta: ¿Qué ofrece o sigue ofreciendo la ciudad en este momento? y ¿por qué los turistas siguen eligiendo esta ciudad como lugar de vacaciones?

Los turistas hablan y cuentan sus impresiones en relación a este tema, siendo conscientes de la delicada situación económica que sufre España actualmente. En primer lugar, la masa de visitantes que plaga la ciudad, sobre todo durante la época estival y la feria, eligen la ciudad por lo que ‘promete’ culturalmente. Buscan los monumentos más significativos (como la Catedral y el Alcázar), los museos, las bodegas, la Escuela de Arte Ecuestre, el flamenco, la comida mediterránea, el ‘arte’ y sobre todo buscan y, según cuentan algunos, siempre encuentran un “buen ambiente y una población cercana, amistosa y espectacular”. Una pareja escocesa comenta: “Elegimos esta ciudad por todo lo que hemos oído de ella en libros, películas y demás”, y añade: “Tenemos un interés particular en la ciudad porque nos gustan los sitios no tan conocidos, que suelen estar tan plagados de turistas, ya que te hacen percibir la ciudad de una manera mucho más auténtica, sin ofrecer las cosas típicas que podemos encontrar en cualquiera de nuestras ciudades, y sobre todo queríamos comprobar si el famoso ‘calor’ de los andaluces era verdaderamente tan fantástico como muchos lo describen”. En la misma línea, unas turistas madrileñas apuntan que “nos llama muchísimo la atención la cultura y la arquitectura de la localidad. La ciudad es mucho más auténtica que cualquier otra y se nota que estáis orgullosos de vuestro lugar de residencia, por ello, y por el trato tan espectacular que sabíamos que íbamos a recibir, elegimos Jerez como nuestro lugar de vacaciones”.

El punto de vista quizá más duro lo da un matrimonio australiano que, aunque maravillado por la gente y complacido con los precios en comparación a los que se dan en su país, se muestra decepcionado al no encontrar la oferta cultural que esperaba. Concretamente, este matrimonio llegaba a la ciudad con intención de ver no sólo los lugares más significativos y el Alcázar, del que salieron maravillados y encantados a causa de la atracción turística de la cámara oscura, sino principalmente los museos, con un interés particular en el Museo del Reloj. Sin embargo, cuando fueron en sus primeros días a la Oficina de Turismo para informarse acerca de horarios, precios y localizaciones, se enteraron que el museo llevaba cerrado ya algún tiempo, motivo por el cual se sintieron un tanto “engañados al ver que se seguían ofertando lugares que no estaban actualmente en funcionamiento. Este mismo matrimonio, que actualmente lleva en la ciudad unas dos semanas y media, de alguna manera aconseja a los encargados de movilizar el turismo en la ciudad: “Deberíais mantener vuestro amor por la cultura de esta magnífica localidad, sin tratar de pareceros cada vez más a las grandes ciudades abarrotando las calles de centros comerciales y novedades tecnológicas, y explotando las buenas conexiones de la ciudad con otros destinos turísticos dentro no sólo de la provincia sino de toda la comunidad autónoma”. Del mismo modo, aunque agradecen encarecidamente la ayuda del personal de la Oficina de Turismo por la información y facilidades dadas –como mapas y panfletos con programas de eventos semanales–, advierten de que sería muy útil para el turista encontrar un planning con las redes de transporte público y los horarios ya que, debido a la distribución de las calles de la ciudad y aunque el turista de a pie prefiera llegar a cada sitio andando, sería una propuesta favorable para el extranjero que pisa la ciudad por primera vez, conscientes de que muchas de las personas que vienen son ya bastante mayores.

Teniendo en cuenta el punto de vista de estos y de otros muchos turistas, queda claro que la ciudad necesita algo más de preparación. Los turistas demandan una mayor oferta cultural que se ajuste a la realidad, que se le dé mayor importancia a las cosas que hacen a esta ciudad ser la primera opción de muchos por su autenticidad y su buen ambiente, pero sobre todo, y en esto coiciden los turistas entrevistados, lo que demandan es una mejor señalización. Los pivotes informativos y las señales dispuestas en las calles como soporte de ayuda al turista no son correctos, y este hecho es de conocimiento común dado que hasta los policías, que muchas veces se encuentran en el centro, confirman al turista perdido que no deben hacer caso a las señales por ser incorrectas.

Un dato con el que se sienten a gusto pero que a alguno a veces le ha supuesto un problema es el manejo que los españoles hacen del inglés. Aunque lo intentan por todos los medios y se muestran interesados en ayudar a los turistas, chapurreando el idioma o los idiomas que conozcan, la eficiencia de la comunicación muchas veces depende del conocimiento que el extranjero tenga del idioma español, algo que sigue sorprendiendo por ambas partes teniendo en cuenta que tanto inglés como español son dos de los idiomas más hablados en el mundo.

Con todo esto, la nota final que el extranjero le da a la ciudad sería un notable, siendo comprensivo en todo momento con los problemas que confronta actualmente la localidad y la crisis que azota el país.

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