El parqué
Jaime Sicilia
Quinta sesión en verde
El Marco de Jerez cuenta los días para el inicio de una vendimia que, en líneas generales, llega con un ligero retraso sobre la fecha de inicio de la última campaña y que apunta a un aumento de producción aproximado del 10%, repunte sensiblemente inferior al 20% estimado inicialmente por parte del sector productor y que se mantiene como pico en las zonas de mayor rendimiento.
El Consejo Regulador ya ha recibido notificación de la próxima puesta en marcha de los primeros lagares, aunque contados, en los que se moltura uva de los pagos de interior más avanzados, en los que la preparación de los pies de cuba previos al inicio de las labores de corta de la uva comenzarán a finales de la próxima semana, coincidiendo con el cambio de mes.
La institución jerezana del vino, de acuerdo con el último sondeo realizado para conocer las previsiones del sector, calcula que la vendimia de la uva palomino empezará a generalizarse en las viñas más alejadas del litoral a partir del 5 de agosto.
“La vendimia viene muy desigual y la percepción general es que comenzará con unos días de retraso”, señala César Saldaña, presidente del Consejo Regulador, quien especifica que aunque en algunos viñedos de interior la uva supera ya los 10 grados baumé -el reglamento de las Denominaciones de Origen del Marco de Jerez exige un mínimo de 10,5 grados para autorizar el inicio de la recogida-, la media a principios de esta semana estaba sobre los nueve grados.
La ola de calor de los últimos días, dentro de un mes de julio que se ha caracterizado por las temperaturas suaves y las rociadas nocturnas, ha acelerado el proceso de maduración -con el calor, y sobre todo si viene acompañado de viento de levante, la uva pierde peso, pero gana grado- de las varietales de uva autorizadas para la elaboración de los vinos amparados, principalmente la palomino.
El arranque de la campaña será paulatino en una vendimia, que a priori, viene de cara tanto desde el punto de vista de la producción como de la calidad. Los racimos y las bayas tienen un buen tamaño y un buen estado sanitario, según puede apreciarse a simple vista en los viñedos próximos al casco urbano de Jerez, pero siempre hay diferencias entre unos pagos y otros en función de su ubicación, cercanía al mar, exposición a las inclemencias meteorológicas y pluviometría acumulada.
En algunas zonas se han registrado 450 litros por metro cuadrado, mientras que en otras se han alcanzado los 550 litros, que están por debajo de la media de 600 litros de un año normal. Gran parte de estas precipitaciones se concentraron en primavera, durante la Semana Santa, y fueron muy bien recibidas por las tierras albarizas de las que se alimenta el viñedo del Marco de Jerez. En condiciones normales, las viñas tendrán un rendimiento mayor este año, en el que se podrían alcanzar los 55 millones de kilos frente a la cosecha de menos de 50 millones con la que se cerró la campaña anterior, algo escasa pero no tanto como la de 2022, que se quedó muy corta, por debajo de 45 millones de kilos.
Pero más que del tiempo, que también, el sector está pendiente de la huelga indefinida convocada por los trabajadores acogidos al convenio de Viticultura a partir del 1 de agosto, es decir, coincidiendo con el inicio de la vendimia del Marco de Jerez y que puede hacer mella en la producción final de la campaña.
La disparidad del estado de maduración entre los pagos del interior y los del litoral hará que la vendimia se prolongue con toda probabilidad hasta bien entrado septiembre, más de 40 días en los que también pueden variar las previsiones, como ya ocurrió el año pasado. Entonces, los pagos del interior en los que se anticipa la vendimia se vieron beneficiados por la suavidad del mes de julio y la ausencia de vientos de levante, con una meteorología similar a la de la presente campaña, no así los pagos costeros, los más tardíos y en los que las altas temperaturas de agosto y las levanteras hicieron mermaron la producción final.
Además, en las viñas del litoral se realizan en estos días tratamientos frente al riesgo de oidio -uno de los hongos que afectan al cultivo de la vid- tras una primavera muy benigna y con muchas blanduras nocturnas. En algunas zonas también se ha detectado la presencia del mosquito verde, que suele trasladarse de plantaciones de girasol al viñedo.
Coincidiendo con el inicio de la vendimia, el Consejo Regulador pondrá en marcha el dispositivo de control de los trabajos de corta en las más de 2.000 viñas inscritas con una superficie de algo menos de 7.000 hectáreas, así como de su transporte y molturación en las bodegas de elaboración o lagares dados de alta, que rondarán la treintena. La institución cuenta con la colaboración de la Guardia Civil, sobre todo para el control del traslado de uva a los lagares y la verificación de la documentación, labor fundamental a fin de garantizar la autenticidad de los vinos y vinagres de Jerez, así como de la manzanilla de Sanlúcar, de acuerdo con lo estipulado en el reglamento de las denominaciones del Marco.
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