El arte de la venencia viaja de Jerez a Tokio para crear escuela
El concurso japonés de venenciadores congrega a más de 300 aspirantes al título oficial del Consejo
"A mi edad, hay pocas cosas que me lleguen a sorprender, pero el caso de los venenciadores japoneses, me sigue maravillando año tras año. Es algo sencillamente espectacular", afirma el presidente del Consejo Regulador del Vino de Jerez, Beltrán Domecq, tras una visita reciente a Japón.
El arte y habilidad de los japoneses con la venencia encandila a propios y extraños. El presidente de la institución jerezana del vino no oculta su admiración por la destreza de los venenciadores del país asiático, ante la que no encuentra palabras precisas para describan la emoción que le comporta asistir como jurado al examen que el Consejo realiza anualmente en la capital nipona a los aspirantes al título de 'Venenciador Oficial de los Vinos de Jerez'. La cita, que este año ha alcanzado su decimosexta edición, congregó a más de 300 aspirantes, de los que sólo ocho logran el título.
En una plaza cualquiera de Tokio, a las afueras del hotel donde se lleva a cabo la competición, decenas de jóvenes se preparan para el examen practicando hasta el último momento en improvisados barriles hechos de botes de plástico. Venencian agua y no desvían la mirada, que la fijan al frente, con la figura erguida, los pies muy juntos, consiguiendo una venencia de una altura, una plasticidad y una destreza incomparable.
Según el Consejo Regulador: "El venenciador es el profesional especializado en trasegar el vino de la venencia al catavino, con destreza y desde una considerable altura, teniendo sobre la venencia perfección y dominio, considerándola un miembro propio, una prolongación del brazo". Este oficio bodeguero hace décadas que por su plasticidad y originalidad, salió de las bodegas para ofrecer vinos de Jerez en ferias, celebraciones y eventos de todo tipo, convirtiéndose quizás en la forma más genuina de promoción de los vinos de Jerez en el mundo.
Dado el interés que este arte suscitaba entre los sumilleres y barmen japoneses, el Consejo Regulador comenzó a homologar este título celebrando anualmente exámenes teóricos y prácticos para certificar la capacitación. Dieciséis años después, una legión de más de 160 profesionales nipones cuenta con el título oficial.
Los japoneses son conocidos por su profesionalidad y competitividad. No en vano en junio de 2015 los venenciadores de aquel país establecieron un nuevo récord mundial de "mayor número de venenciadores venenciando simultáneamente". Hasta 72 japoneses de reunieron en Tokio para fulminar el anterior récord de venenciadores andaluces, que estaba en 61.
El presidente del Consejo Regulador está encantado por la acogida: "El nivel de los venenciadores japoneses es impresionante. Muestran un interés y una profesionalidad fuera de lo común. Cuentan con una técnica muy perfeccionada y además es significativo que estos últimos años las dos ganadoras han sido mujeres". Para Beltrán Domecq, "el éxito rotundo de esta nueva edición del examen muestra el interés de los profesionales nipones por el vino de Jerez y su cultura. Es sorprendente ver cómo el jerez ejerce su fascinación sobre personas de culturas tan diversas".
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