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El vino de Jerez cerró el año pasado con unas ventas de algo menos de 25,8 millones de litros, el 5,6% menos que en 2022. En los últimos dos años, acumula una caída del 18,9%, que en números redondos supone seis millones de litros menos.
El descenso del último año responde, principalmente, a la tendencia alcista de los precios del vino tanto por el incremento de los costes que arrastra el sector como por la escasez de materia prima para atender las necesidades de reposición de las bodegas –el precio de la uva y el mosto se ha disparado después de otra vendimia corta–.
Es el volumen de las ventas totales en 2023 de vino de Jerez, que ceden un 18,9% en el último bienio.
Así lo explica el Consejo Regulador, que apunta a un mayor impacto en el mercado español que en las exportaciones, donde el vino de Jerez no se ha visto afectado por la subida del impuesto al alcohol en Reino Unido, con la que el sector temía un descenso aún mayor de sus ventas anuales, en concreto de en torno al 10%, casi el doble de la registrada al cierre del año.
Las estadísticas del Consejo Regulador reflejan una caída del 6,5% en las las salidas de bodegas hacia España, que salda 2023 por debajo de 11,5 millones de litros en ventas tras el incremento del 12,5% experimentado en el ejercicio anterior. La bajada en España afecta básicamente a la manzanilla, la reina de las ventas de vinos del Marco en el territorio nacional.
Las exportaciones, por su parte, ceden un 4,9% y se sitúan en el entorno de los 14,3 millones de litros –0,7 millones menos que en el conjunto de 2022, ejercicio que cerraron con una estrepitosa caída del 28% y casi 6 millones de litros menos–.
Dentro de las exportaciones, Reino Unido despunta como el único destino exterior que se salva de la quemapese al temido sablazo fiscal, que entró en vigor en agosto pero del que aún no se perciben las consecuencias, entre otros motivos por el acopio de vino por parte de los importadores tras el derrumbe de las ventas un año antes.
A la espera de que afloren los efectos del aumento de la presión fiscal, el mercado británico salva el año con un aumento del 20,50% y cerca de siete millones de litros en ventas, 1,5 millones más que en 2022, pero casi tres millones menos que en 2021.
El empuje de las salidas hacia Reino Unido modera la caída en el conjunto de Europa, que despiden el último año con una bajada del 0,64% y algo más de 13 millones de litros comercializados. En los dos últimos años, el Viejo Continente se deja 5,7 millones de litros.
Alemania y Países Bajos, considerados junto a Reino Unido mercados tradicionales del jerez, arrojan caídas respectivas del 22,5 y 15,7%, el primero con algo menos de 1,4 millones de litros; el segundo, con 2,5 millones. El resto de Europa también pierde un 11%, con unas ventas en su caso de más de 2,2 millones de litros.
Las salidas hacia América vuelven a bajar del millón de litros tras un retroceso del 37%. La pérdida en litros del último año ronda el medio millón, caída que se concentra en Estados Unidos, donde las ventas acumuladas en 2023 apenas alcanzan los 0,6 millones de litros (-40,3%). El resto del continente americano, con unas ventas de menos de 100.000 litros, pierde un 30,9%.
Tampoco le han ido bien las cosas al jerez en Asia, donde se deja un 16% de sus ventas para bajar de los 0,2 millones de litros –siempre se ha dicho que este continente es más un mercado estratégico que de volumen–. El descenso viene motivado por el derrumbe cercano al 25% en Japón, país hacia el que salieron de bodegas 107.000 litros en el conjunto de 2023.
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