El verano, la peor época para los menores jerezanos con TDAH
Hasta dos niños de cada aula presentan dificultades de atención e hiperactividad y es más común entre los niños que en las niñas
Los campamentos de verano facilitan la interacción del menor con niños de su edad
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Jerez/El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es un trastorno del neurodesarrollo que presenta entre un 3 y un 7% de la población infantil, es decir, hasta dos menores por aula. Se trata de uno de los trastornos más importantes dentro de la psicopatología infanto-juvenil, constituyendo cerca del 50% de su población clínica. Este trastorno dificulta que los menores puedan controlar su comportamiento y suele darse más en niños que en niñas, es decir, cuatro de cada cinco menores con TDAH son niños.
La falta de atención y el comportamiento hiperactivo–impulsivo son dos de las características principales de este tipo de trastorno. Con motivo del Día Internacional del TDAH (13 de julio), desde 'anda CONMiGO', centro de terapias integrales de entre 0 y 14 años, explican que este trastorno se basa en la "hiperactividad e impulsividad que lleva a los menores a estar inquietos, en constante movimiento y se apresuren siempre a hablar o actuar sin dejar a su cerebro razonar".
Pese a que el TDAH no causa otros problemas psicológicos o de desarrollo, desde 'anda CONMiGO' afirman que los menores con TDAH son más propensos a actuar con oposición desafiante y comportamiento negativo, de desregulación disruptiva del estado de ánimo y del espectro autista. Igualmente, el TDAH suele dificultar la regulación emocional del menor. En estos casos, los niños y niñas necesitan la ayuda del terapeuta para hacer frente a la baja tolerancia a la frustración, a la preocupación excesiva que inunda sus mentes, la intolerancia a la crítica de cualquier tipo, y, sobre todo, la falta de conocimiento para regular las emociones que experimentan al estar enfadados. “Contar con la ayuda de un terapeuta también es vital para que los padres entiendan cómo funcionan los medicamentos de sus hijos e hijas y estén preparados ante algún posible efecto secundario”, exponen desde 'anda CONMiGO'.
El verano, la peor época para los menores con TDAH
Desde 'anda Conmigo', los especialistas en TDAH inciden en que las familias tomen conciencia de cómo actuar con estos menores durante las vacaciones de verano. “En las vacaciones los niños no pueden dejar de trabajar en lo aprendido durante el año, porque es muy lento el progreso y muy rápido el retroceso en TDAH”. Los terapeutas de 'anda CONMiGO' recomiendan a las familias que el niño, en la medida de lo posible, asista a un campamento de verano, “una actividad estructurada donde el pequeño puede interactuar con niños de su edad, y donde pueden mantener una rutina establecida”. Por otro lado, es conveniente crear horarios con el pequeño para que no se agobie con los planes imprevistos.
Tania López, coordinadora terapéutica de los centros 'anda CONMiGO' recomienda a los padres y madres "aportar un clima emocional estable, sin muchos altibajos, ya que cuando hay momentos de euforia, los niños con TDAH suelen tener picos más altos de hiperactividad, debido a la novedad de la situación".
"En ambientes más estructurados, donde se tiene en cuenta la secuenciación de rutina, sabiendo lo que va a pasar tendremos a los niños más regulados. Aunque estemos de vacaciones, en la playa, etc., el menor tiene que conocer la rutina y las actividades a realizar en el día. Aun teniendo esto, habrá momentos de desregulación por acontecimientos nuevos, nuevos estímulos relevantes para el menor u otros acontecimientos no previstos. En estos momentos será trabajo de los padres aportar elementos que ayuden al menor a volver a la calma o a regularse".
Asimismo, Tania López se dirige a los padres y madres que acaban de recibir el diagnóstico de un menor con TDAH: "Lo más importante es conocer qué implica el diagnóstico, qué significa tener TDAH y cuales son las necesidades, tanto emocionales, sociales y cognitivas. Una vez los padres conocen las diferencias de su hijo, son capaces de entender los momentos de desregulación o momentos con mayores dificultades conductuales (oposición, rabietas, etc.) y pueden ser capaces de atender a las demandas y necesidades. Lo más importante es el modelo y enfoque educativo. No imponer, no establecer normas de forma unilateral. Seguir el consenso y el establecimiento conjunto para que el menor se sienta parte del proceso de mejora".
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