Un viaje desde las antípodas por Jesulín
Verano
Kristy Wickman llega a Jerez desde Australia atraída por la figura del torero ubriqueño, a quien conoció por el libro 'Spain by the horns'.

¿Qué estaría dispuesto a hacer por conocer a alguien que admira pero que vive a más de 15.000 kilómetros de su casa? Kristy Wickman no lo dudó ni un instante. Tras leer en Sidney, su ciudad natal, el libro de Tim Elliot ‘Spain by the horns’, se sintió muy atraída por la cultura tradicional española y no pudo resistir las ganas de conocerla personalmente. Pero sobre todo, Kristy quedó fascinada con la imagen que el texto daba del diestro Jesulín de Ubrique.
Como en todas estas decisiones, y a pesar de que Kristy tiene 42 años, su familia no estuvo de acuerdo en que llevara a cabo esta aventura. “Mis padres no tenían ni idea de quién era Jesulín, y no comprendían cómo podía venir hasta España atraída por esta persona. Los dos pensaron que estaba loca, pero terminaron aceptándolo”, cuenta mientras recuerda los hechos entre risas.
En palabras de la propia australiana, “creo que Jesulín de Ubrique es alguien alucinante, divertido y con una personalidad muy peculiar e interesante”. A pesar de su fascinación por el torero, asegura que no fue solo el hecho de que él estuviera en España lo que la atrajo. Manifiesta que siempre le gustó este país, y que leer el libro y conocer la existencia de alguien como Jesulín fue la excusa perfecta para realizar este viaje.
Kristy aterrizó en la península hace cuatro meses, y lo hizo con una amiga. Al llegar, vivió en Navacepeda deTormes (Ávila), pero “era un pueblo demasiado pequeño para poder practicar el español”.Tras pasar por Asturias, Galicia y Picos de Europa, llegó a Andalucía. Córdoba,Granada, Ronda y Ubrique fueron los lugares que visitó, quedándose en la ciudad natal de Jesulín durante unos días. Allí visitó su finca, ‘Ambiciones’, de la que afirma que “es un sitio muy especial y muy bonito, me gustó mucho pasar por allí y hacerme algunas fotografías”.
Después de esto, su amiga decidió volver a Australia y Kristy se instaló en Jerez. Como apenas tenía conocimientos básicos de español, adquiridos en Sidney, decidió unirse a las clases de castellano ofrecidas por la academia ‘Caramba!’, en la que, dice, está aprendiendo mucho y bastante rápido, “teniendo en cuenta que el español es uno de los idiomas más difíciles para los extranjeros, por su complicada gramática”.
Aún le queda un mes y medio aproximadamente en la ciudad, de la que “me gusta la comida, el vino, el flamenco, la forma de hablar y, sobre todo, los caballos. Cuando era pequeña, enSidney, había una escuela ecuestre que podía visitar todo el mundo. Me gustaba mucho, y al saber que había una parecida aquí, quise verla también, pues me trae muchos recuerdos”.
Aunque uno de sus objetivos es conocer en persona a Jesulín, aún no ha podido cumplirlo. Dice que le haría mucha ilusión después del largo viaje, pero que no está segura de si podrá llevarlo a cabo. “Es alguien muy distinto a los hombres australianos.Para mí es alguien muy extraño, con mucha personalidad y confianza en sí mismo. Sería muy bueno llegar a conocerlo”, narra mientras revela que otro de los motivos por los que llegó hasta aquí fue que en su país solo podía conocer la vida del diestro a través de internet, y eso no le era suficiente.
No obstante, a pesar de todo este encanto por la figura de Jesulín y todo lo que le rodea, Kristy Wickman tiene su corazón dividido a la hora de hablar del mundo de la tauromaquia. Afirma respetarla profundamente, “pues es una de las tradiciones más antiguas e importantes de España”, y no se considera con potestad para poder hablar de algo de lo que en Australia apenas hay conocimiento, ya que lo único que se conoce son los ‘Sanfermines’, y sin mucho detalle. “Me gusta el concepto de la carrera de los toreros, los trajes de luces, el ambiente que se respira en las corridas de toros... pero a la vez me duele mucho ver sufrir a un animal, y está claro que en el toreo el animal sufre hasta la muerte. Es algo que me pone bastante triste”. Estuvo presente en alguna que otra corrida en Sevilla, y dice que pudo notar este doble sentimiento durante el tiempo que duró.
Como es de esperar, la gente que ha conocido su historia se ha quedado completamente asombrada tras la larga travesía por un motivo tan singular, un total de 28 horas de vuelo. “No conozco a nadie que haya hecho algo similar a esto, pero me encanta. La gente me dice que es muy extraño, pero a la vez muy divertido y que refleja que soy alguien que lleva a cabo aquello que se le mete en la cabeza. Entiendo que es un poco impactante, pero no me arrepiento de nada en absoluto”.
También te puede interesar
Lo último
Contenido ofrecido por la Ibense 1892