Descubrir la vida salvaje de Tanzania con el jerezano Luis Rodríguez Mateos
El jerezano se une a la empresa Major Treks and Safari para organizar un safari 'auténtico', con el que además se contribuye a la economía local de Tanzania
"Es el momento de decir basta y luchar por un mundo ecológicamente más sostenible"
Luis Rodríguez Mateos estaba estudiando 4º de Derecho cuando decidió dejar la que sería su profesión de futuro para emprender el que siempre quiso que fuera su camino. Así que el jerezano comenzó Turismo, focalizando sus años de estudios a conseguir ser algún día guía de parques naturales y zoológicos.
Cuando era un niño siempre estaba rodeado de animales, disfrutando de la naturaleza. Gracias a las prácticas de la carrera tomó contacto con el Zoobotánico de Jerez, dando una vuelta de tuerca a las visitas guiadas al parque. "Quería quitar las barreras arquitectónicas que hay entre el visitante y el animal. Quiero que estén los más próximos a la vida de los animales", declara el jerezano.
En 2018 viajó a Kenia, luego a Tanzania y germinó en él la idea que hoy ya es una realidad. Luis se ha unido al tanzano Arnold, de la empresa Major Treks and Safari, para ofrecer un viaje que va mucho más allá del turismo 'tradicional'.
"Es un viaje de unos 7 días aproximadamente. Lo hacemos sin empresa mayorista para que 'gane' la empresa local. Es la única forma de que la economía de allí crezca, todo se queda en Tanzania. Lo que hemos organizado no es sólo un safari, es una gran experiencia", declara Rodríguez Mateos.
Michael es el guía, conductor, intérprete y conocedor de la flora y fauna. Y Luis asesora al turista español que quiera viajar con ellos: "Desde aquí ayudo a elegir las excursiones, describo paisajes y forma de vida de tribus y animales, ayudo con visado, vacunas, ropa que llevarse y vuelos si fuera necesario".
Tras dos años de trabajo, han diseñado un paquete turístico dirigido a españoles "que no solo es económico, divertido y seguro, sino también ayuda al comercio local y al crecimiento de las empresas en un país con pocas oportunidades. Gracias al guía local no se pierde tiempo porque se lo conoce todo".
¿Dormir en el anillo de un cráter de un volcán? Sí. Es una de las experiencias que tiene el safari, concretamente en el Ngorongoro, "un jardín del edén reserva de la biosfera y patrimonio de la humanidad que alberga un porcentaje de fauna muy importante, incluyendo al rinoceronte negro".
Ir de mercado local, conocer tribus que no están 'explotadas' por el turismo como la Hadzabe. Aún usan muchos sonidos para identificar a los animales y el click language. Son cazadores recolectores y el gobierno les permite seguir haciéndolo ya que están considerados como una de las tribus más antiguas de toda África.
También han dejado un día para bañarse en la cascada de Materuni. Entre piedras volcánicas, selva y cultivo de café, cae una cascada del glaciar de Kilimanjaro desde 80 metros de altitud, el agua está limpia y muy fría, sirve para dar electricidad a la región de Moshi y su agua es utilizada para ducharse y cocinar.
El objetivo es huir de la masificación y centrarse en la vida real del país. Y Tanzania era el punto perfecto, con las llanuras del parque nacional Serengueti, una meca del safari poblada por los 'cinco grandes' animales (elefantes, leones, leopardos, búfalos y rinocerontes), y el parque nacional del Kilimanjaro, donde se ubica la montaña más alta de África.
No hay comentarios