Una vieja aspiración
Jerez/El proyecto hotelero en el interior de las bodegas 'Tío Pepe' o 'Sherry Hotel' como lo denomina ahora la firma jerezana es una vieja aspiración de la familia González, pero que se quedó en el cajón al concentrar la bodega sus esfuerzos inversores en otros proyectos, como el de la compra de Croft, poco antes del estallido de la crisis económica.
Ahora que la incertidumbre financiera navega por aguas más tranquilas y al hilo del resurgir del interés por el jerez o 'sherry revolution', como prefiere llamarlo la bodega, González Byass ha decidido rescatar un proyecto del que se empezó a hablar a principios de la década pasada y que años después llegó incluso a presentarse en Fitur con todo lujo de detalle.
En la tercera acometida del proyecto hotelero, la bodega se limitó ayer a confirmar que la ubicación será la misma que la inicialmente prevista, en las antiguas casas de la bodega frente a la Catedral -esquina de plaza Encarnación con calle de la Rosa-, y que los planes de los González pasan por su apertura a finales de 2018. El Ayuntamiento únicamente añade, en su nota informativa, que el proyecto contempla la rehabilitación de edificios históricos del siglo XIX en el citado emplazamiento.
Poco más se desvela del proyecto en esta tercera entrega, salvo que el futuro equipamiento concepto de 'hotel boutique', por lo que se entiende que integrará la tienda a la que se accede desde la calle Ciegos, la que discurre por el interior de la bodega con una puerta de acceso desde la calle de la Rosa y que está catalogada como una de las más bonitas del mundo .
Las primeras noticias sobre el proyecto de hotel de los González salieron a la luz pública en 2001, coincidiendo con una nueva expansión hotelera en Jerez tras la resaca de la Exposición Universal de Sevilla y en vísperas de la celebración de los Juegos Ecuestres Mundiales. A la construcción por aquel entonces de establecimientos como el hotel Tryp de Cristina, el Villa de Jerez de la avenida Cruz Roja, Las Palmeras, hotel hoy día en estado de completo abandono en la esquina de Pizarro con Pozo del Olivar, y AC Hoteles junto a Chapín, se sumaron las ampliaciones de Montecastillo y del Hotel Jerez.
La firma bodeguera inició entonces los contactos con Urbanismo, por entonces con Pedro Pacheco en la Alcaldía, para agilizar las licencias oportunas para un proyecto ideado para aprovechar las sinergias del flujo de visitantes que recibe la bodega.
Tras un años en los que el proyecto hotelero quedó aparcado, González Byass lo retomó en el año 2004 con motivo de la negociación del convenio con Urbanismo sobre la recalificación de Croft, al que se incorporaron también los planes de la bodega de rehabilitación de las casas solariegas del siglo XIX y la remodelación de la plaza de la Encarnación.
Aún así hubo que esperar unos años, en concreto hasta mediados de 2007, para el rescate del proyecto, que fue nuevamente presentado por la bodega a la entonces alcaldesa Pilar Sánchez, desde cuyo entorno se dio a conocer el apoyo decidido del Ayuntamiento a la iniciativa.
En la siguiente edición de Fitur, la de 2008, González Byass hizo una presentación en toda regla de su futuro hotel, una instalación que contaría con 55 habitaciones de lujo inspiradas en el mundo del vino y cuya apertura se anunció para 2010, con una inversión prevista de 17 millones de euros. Se trataba del hotel 'Tío Pepe', de cinco estrellas y con fachada y acceso principal desde la plaza de la Encarnación, aunque también se contemplaba, como ahora, un acceso adicional desde el interior de la bodega para permitir que los clientes paseen por las calles emparradas dentro del complejo bodeguero de la calle Manuel María González.
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