Beber vino fino helado, la propuesta del Wall Street Journal para convertirse en "creyente del jerez"

La columnista de vino del rotativo norteamericano recomienda a los enófilos no adeptos al jerez probar este verano los tipos secos muy fríos para cambiar de opinión

La periodista del Journal se centra en los Finos, Manzanillas y Amontillados en su revisión de los jereces tras trece años sin escribir de estos vinos

La Sherry Week abre el plazo para el registro de eventos

Brindis con vinos de Jerez
Brindis con vinos de Jerez / Sherry Wine

De sobras es sabido que el jerez cuenta con una legión de seguidores entre los profesionales del mundo del vino y la gastronomía, sumilleres y chefs que los incluyen en las cartas de los principales restaurantes del mundo por su capacidad para sorprender y versatilidad para acompañar a todo tipo de platos, pero que no está entre las preferencias de compra de los consumidores para hacerle un hueco en sus botelleros.

Lettie Teague, columnista de vinos de The Wall Street Journal -palabras mayores- descubrió esta realidad indiscutible hace 13 años, el tiempo que llevaba sin escribir sobre el jerez. "La gente no lo compra, pero a nosotros nos gusta", le confesó la dependienta de una tienda de vinos en Manhattan.

Después de tan largo paréntesis, la periodista norteamericana se puso en contacto recientemente con importadores y distribuidores, que comparten que el sherry sigue siendo una "bebida de nicho", reservada para un público enterado, pero reducido, generalmente con alto poder adquisitivo y fácil acceso al producto. Así lo constató en una encuesta informal a sus amigos enófilos, entre los que no había un solo adepto al jerez, ya sea porque es un vino "demasiado dulce" o "demasiado complicado", pero también, y esta es su razón favorita de las esgrimidas por los encuestados, por tratarse de "un vino que la gente bebe en los programas de televisión ingleses".

Bromas aparte, en su nueva aproximación al jerez, Teague se ha propuesto romper estas barreras, y la suya propia, para pasar a recomendar abiertamente el consumo de jereces secos, en concreto de Finos, Manzanillas y Amontillados, como los que ha tenido oportunidad de probar y que le han hecho cambiar de opinión.

Miembros de Territorio Albariza, en la Feria en Rama organizada por En Rama Sherry Co. durante la última Sherry Week en Nueva York
Miembros de Territorio Albariza, en la Feria en Rama organizada por En Rama Sherry Co. durante la última Sherry Week en Nueva York / En Rama Sherry Co.

"Yo mismo he sido tímida con el jerez a lo largo de los años. No es un vino que piense en beber muy a menudo. Y sin embargo, después de probar recientemente una cuantas copas muy buenas y muy frías, estoy firmemente decidida a beber más de lo mismo este verano", relata en el Journal.

Un vino blanco, aunque muchos no lo sepan

El jerez es un gran desconocido para los aficionados al vino, que entre muchas otras características, ignoran que es un vino blanco, motivo por el que es "tan delicioso" cuando se consume frío. Lettie Teague recoge en su artículo la opinión de Nick Africano, propietario de Mirador, un Sherry Bar en Nueva York, y de En Rama Sherry Co., empresa de eventos y club de jerez. "Cuando me preguntan: ¿Qué es el jerez?, siempre empiezo diciendo que sherry es un vino. Se elabora con uvas blancas y empieza como vino blanco. Creo que la gente se sorprende".

La autora ofrece algunas pinceladas sobre el origen del nombre sherry, "un anglicismo de Jerez, la ciudad española donde se elabora" y su envejecimiento, que "es clave", por el tradicional sistema de criaderas y soleras, "similar a la idea del champán sin añada".

Y frente a los que "piensan que es una bebida espirituosa, un cordial o una mezcla de uvas tintas y blancas", puntualiza que en las botellas que despertaron su renovado interés por el sherry -compró una docena- se indica "servir frío" o "muy frío". "Está claro que los productores de jerez no quieren correr riesgos".

Del mismo modo, la autora ofrece algunos detalles sobre la fortificación o encabezado de los finos, el vino más seco de todos", con "alcohol neutro" hasta 15 grados para su crianza biológica bajo velo de flor, la excepcionalidad de la Manzanilla, "un fino producido exclusivamente en Sanlúcar de Barrameda", y la singularidad del Amontillado, entre la crianza biológica de su inicio y su final oxidativo.

Tienda de Astor Wine & Spirits en Nueva York
Tienda de Astor Wine & Spirits en Nueva York

La periodista encontró la mejor selección de jereces, aunque con mayor presencia de marcas de grandes bodegas, en Astor Wines & Spirits de Nueva York, que mantiene unas ventas constantes de estos vinos en los últimos años y donde se conservan refrigerados por debajo de 18 grados centígrados. La compradora de vinos de este establecimiento, Lorena Ascencios, con la que conversa, lanza otra recomendación de consumo para el verano, el Sherry Cobbler, la mezcla británica de jerez, refresco de lima-limón y hielo en la que tiene su origen el 'Rebujito'.

La mejor relación calidad-precio

Lettie Teague se queda con cinco de los doce vinos de Jerez que probó, "los que más me gustaron" y que son "muy buenos", si bien precisa que uno de ellos es un vino 'estilo Jerez' elaborado en Córdoba y que, "a diferencia del verdadero Fino de Jerez, se elabora con una mezcla de varias uvas, no solo con Palomino", y no es fortificado.

Los otros cuatro vinos que le gustaron, y estos sí son de las Denominaciones de Origen del Marco de Jerez, son: Manzanilla La Gitana de Bodegas Hidalgo-La Gitana, Amontillado Dry Los Arcos de Bodegas Lustau, Fino Maestro Sierra de la bodega del mismo nombre y Fino Inocente Single Vineyard de Valdespino.

En mayor o menor medida, la periodista elogia estos cuatro vinos en su nota de cata -entre los otros, hasta completar la docena, ironiza sin embargo que hay alguno de los que "bebe la gente en los programas de televisión ingleses"- y anima a los enófilos "no adeptos" a dejarse llevar. "Si están dispuestos a probar uno de estos vinos -y beberlo frío- creo que hay muchas posibilidades de que se conviertan en creyentes del jerez, como yo".

Los cinco mejores finos para el Wall Street Journal
Los cinco mejores finos para el Wall Street Journal / The Wall Street Journal

La selección de finos y manzanilla del Journal para el verano

  1. Bodegas El Maestro Sierra Fino Sherry, 21 $ (375 ml.) Envejecido al menos seis años bajo flor, este Fino artesanal es rico y concentrado, pero también refinado. Esta histórica bodega, fundada por un tonelero que se dedicó a la elaboración de vino, está dirigida en la actualidad íntegramente por mujeres, una rareza en la región.
  2. Bodegas Lustau Amontillado Los Arcos Dry Sherry, 19 $ (750 ml.) Con un 18,5%, este fue el Jerez con más alcohol de mi cata, pero tan equilibrado que no me pareció exagerado. Este vino rico en frutos secos se marida mejor con la comida: una sopa cremosa, tal vez, o un queso bien curado.
  3. Manzanilla de Bodegas Hidalgo La Gitana, 28 $ (500 ml.) No es difícil entender por qué este vino es uno de los más populares del mundo. Más allá de la memorable forma de la botella y su icónica etiqueta, está el delicioso vino salino y enérgico de su interior.
  4. Bodegas Gómez Nevado Pálido Sierra Morena En Rama Seco, 14 $ (375 ml.) Producido al norte de Jerez (Córdoba), técnicamente no es un jerez. Aún así, envejecido en solera en roble americano, seco, con una nota amarga picante y una textura exuberante, es un aperitivo excelente, absolutamente jerezano.
  5. Bodegas Valdespino Inocente Fino Single Vineyard Sherry, 15 $ (375 ml.) Valdespino es el único productor de vinos de Jerez que elabora vinos de viñedo único, y el esmero puesto en la producción se hace evidente en la delicadeza y pureza de este vino. Terriblemente picante y salino, es una delicia fácil de beber.
stats