Jerez Íntimo
Marco Antonio Velo
De Jerez a San Fernando: un abuelo habla con su nieto
En enero de 2009, la Sección Cuarta de la Sala Tercera del Tribunal Supremo dio la razón al Grupo Estévez, autorizándole a incluir en el etiquetado del Tío Mateo el texto “prácticamente sin contenido en histamina”. El fallo judicial dejaba sin efecto una sentencia anterior del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, que se pronunció en el sentido contrario, zanjándose de esta forma el largo ‘pleito de las histaminas’, iniciado a mediados de los noventa cuando el Consejo Regulador del jerez desautorizó que las etiquetas hiciesen alusión al bajo contenido de histamina, prohibición que hizo extensiva la Consejería de Agricultura antes de la apertura de la vía judicial.
Más de dos décadas después, una bodega vallisoletana se ha querido apuntar el tanto, o mejor dicho el invento, del que diversos medios de comunicación se han hecho eco en estos días al anunciar que Pago de Carraovejas ha logrado rebajar el contenido en el vino de una sustancia llamada histamina.
Según la información difundida por esta bodega de Ribera del Duero, la investigación realizada por su directora de I+D+i y profesora investigadora de la Universidad Politécnica de Madrid, Eva Navascués, en la colaboración con el Grupo de Microbiología de la Universidad de Valencia, la convierten en la primera firma del mundo que consigue este avance para que sus vinos sean más saludables.
Pero en realidad, Pago de Carraovejas no ha hecho más que replicar el ‘Método Estévez’, fruto del empeño del ya fallecido fundador de la bodega jerezana, José Estévez de los Reyes ‘Pepe Estévez’, por convertir los avances y la mejora de la calidad en ventaja competitiva, además de en beneficio para la salud.
El presidente del Grupo Estévez, José Ramón Estévez, resta importancia al equívoco, toda vez que considera que el hecho de que otras empresas sigan el camino iniciado por ellos hace más de veinte años demuestra que “estábamos en el buen camino”, aunque la iniciativa no llegara a calar en el Marco, entre otros motivos, señala el bodeguero, porque “el jerez tiene pocas histaminas en comparación con otros vinos”.
Antes de la prohibición de la referencia al bajo contenido de histamina en la etiqueta del ‘Tío Mateo’, los Estévez publicitaron el logro e incluso trajeron a un Premio Nobel para dar más enjundia si cabe a la noticia. Corría el año 95 cuando el profesor Martin Rodbell, Nobel de Medicina de 1994, visitó la bodega José Estévez, interesándose por sus trabajos de investigación para la mejora de la calidad del vino. La prensa dio cuenta de aquella visita en la que el prestigioso científico norteamericano felicitó al Grupo Estévez por su innovador método –el ‘Método Estévez’– para eliminar del vino el contenido de histamina, molécula causante de alergias y otras reacciones negativas, destacó Rodbell.
Según la sentencia del Supremo, “la expresión ‘prácticamente sin contenido en histamina’ no induce a error, pues se limita a describir una información absolutamente real y verídica en relación con el producto Tío Mateo”, extremo que tampoco fue negado por el TSJA cuando impidió su utilización.
“La mención a la histamina que aparecía en la etiqueta y en el librito que la acompañaba describe una característica más del producto y no se asocia ni a efectos preventivos ni a beneficios ante una molestia o enfermedad”, recogía el auto judicial, en el que la Sala no entraba a valorar si la reseña podía tener o no trascendencia comercial, ya que se centra en que “no puede prohibirse ya que su veracidad está constatada por análisis efectuados en laboratorios oficiales” y porque “la defensa del consumidor no puede argumentarse, puesto que la indicación de ‘prácticamente sin histaminas’ es una afirmación real”.
Estévez llevó a cabo importantes inversiones tanto para la mejora de la calidad de sus productos como para poner a disposición de los consumidores sensibles a la histamina un vino con el que poder disfrutar, reflejó la sentencia, que según José Ramón Estévez, tuvo gran impacto en el mercado, pues aún hay consumidores que recuerdan que fuimos los primeros en lanzar un vino sin histaminas.
Pese a la victoria en los tribunales, la familia Estévez renunció a incluir finalmente en la etiqueta el mensaje, ya que antes de dictar sentencia el Supremo cambió la legislación comunitaria, prohibiéndose cualquier alusión a la salud en el etiquetado, recuerda el presidente de la bodega.
El equipo de investigación que ha replicado el ‘Método Estévez’ en un tinto de Ribera del Duero apunta a la reducción de los efectos secundarios que sufren algunas personas que, pese a consumir el vino de forma moderada, padecen dolor de cabeza u otros síntomas, como bajada de la tensión arterial o enrojecimiento de la piel, entre otros. «La histamina es responsable de estas reacciones alérgicas en un grupo de población hipersensible, que es cada vez mayor» asegura Eva Navascués, directora de I+D+i de Pago de Carraovejas, quien también puntualiza que no evita la resaca, que es un efecto “provocado por el alcohol que no tiene nada que ver con esta sustancia química”.
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