La Junta abre la puerta al vino de Jerez no fortificado
Bodegas
La propuesta está ya lista para su salida a exposición pública, requisito previo para su aprobación definitiva en Bruselas
Autorizará la elaboración de finos, amontillados... de grado natural o sin alcohol añadido
Jerez/La incorporación de los vinos no fortificados a la Denominación de Origen del jerez y la manzanilla está ya más cerca. La Consejería de Agricultura tiene previsto sacar a exposición pública la propuesta que abre la puerta a la posibilidad de elaborar y comercializar vinos no fortificados o sin añadido de alcohol con el sello de las denominaciones de origen Jerez-Xéres-Sherry y Manzanilla-Sanlúcar de Barrameda.
El pleno del Consejo Regulador aprobó en su día, en concreto en febrero de 2017, la propuesta de dar entrada a los vinos no fortificados o de grado natural, que equivalen a vinos tranquilos pero de las mismas tipologías que los vinos generosos actualmente autorizados por la Denominación de Origen, es decir, para finos, manzanillas, amontillados, olorosos y palos cortados. Es decir, tras la modificación se autorizarán tanto los vinos (no fortificados) como los vinos de lícor (también llamados fortificados o generosos).
Según confirmó a este medio la directora de Industria y Cadena Agroalimentaria de la Junta, Rosa Ríos, la salida a exposición pública del texto "está ya a punto para su publicación", requisito previo necesario antes de su aprobación definitiva en Bruselas.
La responsable autonómica indicó que transcurridos los dos meses del plazo legal para las alegaciones, y siempre que no se presente ninguna objeción, el texto será remitido sin más demora a la Comisión Europea.
"En principio, todos están de acuerdo en el sector por lo que no debe haber problemas", señaló Ríos, quien aclaró que el trámite autonómico ha llevado su tiempo por la necesidad de aclarar si se requería la modificación del pliego de condiciones o, simplemente, la de la base de datos que ya contempla esta excepción para los vinos de Montilla-Moriles.
Finalmente se acordó que la modificación de la norma europea sin que se contemplara en el pliego de condiciones podría acarrear problemas, por lo que se decidió completar la propuesta con la modificación de los artículos del pliego de condiciones que así lo requerían.
El nuevo pliego suprime la obligatoriedad de fortificar los vinos amparados, hasta 15 grados en el caso de los vinos de crianza biológica (fino y manzanilla) y a partir de 17 grados en los de crianza oxidativa (oloroso y palo cortado) -el amontillado comienza con la crianza biológica y acaba con la oxidativa-.
La autorización de los vinos no fortificados nada tiene que ver con la posibilidad de incorporar a la Denominación de Origen otros vinos tranquilos, en concreto los nuevos vinos blancos que se están elaborando en el Marco de Jerez a partir de la recuperación de viejas tradiciones y prácticas enológicas en desuso desde el máximo respeto a la viña, al terruño.
De hecho, la entrada de estos últimos vinos blancos en la DO es uno de los asuntos de calado que, junto a la ampliación de la zona de crianza, la dualidad del fino y la manzanilla en Sanlúcar o la supresión de la venta de vino a granel, debaten actualmente las organizaciones sectoriales en la llamada comisión del pliego de condiciones. Pero el paso de autorizar los finos, amontillados... no fortificados, allana el camino para los otros vinos blancos del Marco distintos a los vinos de la Tierra de Cádiz, para los que además de la cuestión del añadido de alcohol habría que eliminar el envejecimiento mínimo de dos años que requiere el jerez.
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