Santiago Cordero
¡A comerse el turrón!
Bodegas
El acuerdo suscrito el viernes entre Macallan y Estévez va más allá de una simple alianza estratégica para el suministro de botas envinadas con jerez (’Sherry Casks’) con destino al envejecimiento del whisky escocés y la incorporación de las marcas de Valdespino al portfolio del grupo escocés para su desarrollo internacional.
Poco más detallaba el comunicado conjunto emitido tras la firma del acuerdo sobre el alcance real de una operación por la que el grupo Edrington se convierte en socio del grupo Estévez tras la compra del 50% de la participación de la firma bodeguera jerezana.
La prensa británica se ha hecho eco de esta división del capital social al 50%, un secreto a voces en el sector en los últimos días y que no es la primera vez que se produce en el Marco de Jerez, donde el magnate filipino Lucio Co amplió recientemente hasta el 50% su participación en Williams & Humbert, reparto paritario que también rige en algunas sociedades coparticipadas por González Byass y el también magnate filipino Andrew. L. Tan, propietario de Bodegas Fundador, quien defiende que de esta forma nadie impone su criterio y toda decisión debe adoptarse de mutuo acuerdo.
Poco más ha trascendido del contenido del acuerdo por el que el Grupo Edrington entra a formar parte de la Denominación de Origen Jerez-Xéres-Sherry y Manzanilla de Sanlúcar, si bien una lectura pausada del comunicado conjunto da una idea más aproximada del alcance real de esta operación va más allá de una mera alianza, en concreto cuando el socio jerezano señala que el actual equipo de la bodega seguirá elaborando los vinos de Jerez.
Si bien es cierto que en el inicio de los contactos entre las partes, a principios del año pasado, Macallan y Estévez pensaban en entablar alguna relación contractual, conforme avanzó la negociación se planteó la posibilidad de ir más allá para establecer una sociedad conjunta.
Macallan y Estévez no han desvelado el montante de la operación, aunque para hacerse una idea de lo que supone la entrada de los escoceses en la bodega jerezana basta con repasar algunas cifras conocidas por el sector de lo que mueven los escoceses en Jerez.
El grupo Edrington tiene actualmente más de 30.000 botas en proceso de envinado con vinos de Jerez, que permanecen entre 18 y 24 meses inmovilizadas, ya sea en las instalaciones de algunas de las cuatro tonelerías con las que trabajan, ya sea en bodegas del Marco con las que mantienen contratos para tal fin, en concreto, Williams & Humbert y González Byass.
Los contratos vigentes se dejarán morir para concentrar toda la producción de ‘Sherry Cask’ en el grupo bodeguero del que ya es copropietario, según da a entender Macallan cuando apunta a que tras el acuerdo se creará “una fuente exclusiva de botas envinadas con jerez premium de Estévez en sus bodegas de Jerez y Sanlúcar”.
Según fuentes del sector consultadas por este medio, la rotación anual, sólo para Edrington, ronda las 40.000 botas, que según salen con destino a Escocia, vuelven a reponerse, y el precio mínimo de un ‘Sherry Cask’ –incluido madera, tonelero, vino de Jerez para envinado e inmovilizado por el tiempo que pida el cliente– no baja de 1.200 euros. Es decir, cerca de 50 millones de euros al año en total.
Además, las mismas fuentes indican que Estévez habría ampliado en los últimos meses la superficie de viñedo en su propiedad, del orden de un centenar de hectáreas con las que refuerza su posición como principal viticultor del Marco de Jerez con más de 900 hectáreas de las algo menos de 7.000 que hay actualmente inscritas en la Denominación de Origen.
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