El ‘milagro’ británico del sherry se desvanece tras la pandemia

El vino de Jerez sorteó con cierta solvencia la fase aguda de la pandemia (2019-2020), cuyo impacto negativo sobre las ventas se quedó muy por debajo de lo esperado por el sector, concentrándose en el mercado español y en la Manzanilla de Sanlúcar, la gran víctima colateral de las restricciones impuestas tras la declaración del estado de alarma, entre ellas el cierre de la hostelería y la cancelación de las ferias y fiestas de la primavera andaluza a través de las que se canaliza el grueso del consumo nacional.

Las exportaciones, con Reino Unido a la cabeza, paliaron en buena medida la caída del fatídico bienio del covid, que apenas se notó en el primer año, reduciéndose en el segundo ejercicio al 8% frente al 30% esperado por el sector.

El 'milagro' británico, asentado, de un lado, sobre el aumento del estocaje por el temor a la subida de aranceles del Brexit y, de otro, en el cambio de hábitos que disparó el consumo en los hogares y el rejuvenecimiento de los consumidores por el fortalecimiento de las relaciones intrafamiliares –las limitaciones de movimiento impidieron a los británicos viajar, favoreciendo las reuniones familiares y el trasvase de costumbres de abuelos a nietos– tuvo continuidad en 2021, el año de la esperanza en el que se superaron con creces las expectativas de ventas del jerez tras rozarse los 32 millones de litros, el mejor resultado desde 2017 cuando se alcanzaron los 32,5 millones.

La vuelta a la normalidad, o la entrada en la nueva normalidad, ha dado un vuelco a la situación, que se plasma en una vuelta a las viejas costumbres, en las que Reino Unido y España intercambian sus papeles: el mercado nacional ejerce ahora de salvador, con la Manzanilla en pleno ascenso, y el británico recupera la tendencia a la baja que lo ha acompañado durante décadas, con el Fino y los jereces dulces –Cream y Medium principalmente– de capa caída.

En el nuevo escenario económico de incertidumbre, que tampoco ayuda, los vinos de las Denominaciones de Origen del Marco –Jerez y Manzanilla– saldan el primer semestre del año con un volumen de ventas de 13,4 millones de litros y el 5,5% menos que en el mismo periodo del año anterior.

España, como ya se ha reseñado, escapa a la caída registrada entre enero y junio con un fuerte incremento del 30,4% y algo más de 6,6 millones de litros comercializados, muy cerca de los 6,74 millones de litros que alcanzan las exportaciones, en su caso tras una estrepitosa caída del 25,7%.

El pronunciado descenso de las salidas al exterior viene motivado por el desplome de Reino Unido, que se deja un 43% de las ventas en el primer semestre, que cierra con un volumen de dos millones de litros. Países Bajos salva el periodo enero-junio con un aumento del 1,6% y 1,75 millones de litros, no así Alemania, el tercero de los principales mercados exteriores del jerez, donde cae un 12,3% para bajar del millón de litros (0,9 millones).

Tampoco marchan bien las cosas al otro lado del Atlántico, en concreto en Estados Unidos, donde el jerez el año pasado por las mismas fechas superaba los 715.000 litros que este año se han visto reducidos a 417.000, es decir, el 41,70% menos. El total del continente americano baja un 28%, que se corresponde con un volumen de unos 695.000 litros frente al millón que rozó en la primera mitad de 2021.

El vino de Jerez tiene una presencia simbólica en el mercado asiático, el que mejor comportamiento registra junto a España con poco más de 130.000 litros que en su caso representan una subida de enero a junio cercana al 37%. El repunte viene propiciado por el empuje japonés, hacia donde salieron 74.000 litros de vinos de Jerez, el 79% más que en los seis primeros meses del año anterior.

31 millones de litros en el acumulado del último año

La evolución negativa del primer semestre tiene reflejo en los resultados del acumulado del último año –julio de 2020-junio de 2021–, que mantienen a duras penas un ligero aumento respecto al mismo periodo del ejercicio anterior. A doce meses vista, las salidas de bodegas crecen diez décimas (0,10%) con un volumen de 31 millones de litros en ventas –cabe recordar, no obstante, que 2021 cerró con cerca de 32 millones de litros–.

Las estadísticas que elabora el Consejo Regulador del jerez y la manzanilla, dentro del apartado denominado Total Acumulado Móvil (TAM), evidencian la recuperación en este periodo del mercado español, que se acerca a los 12,5 millones de litros tras un incremento del 23%, frente al retroceso de las exportaciones, que ceden un 11% con un volumen acumulado de 18,5 millones.

Los mercados tradicionales europeos, como ocurre en la primera mitad del año, cobran especial protagonismo en el descenso del sherry en los últimos doce meses, que salda con un 10,6% menos de salidas y 16,7 millones de litros.

El Reino Unido arroja los peores resultados en el acumulado del último año, en el que pierde un 19% de ventas con 8,3 millones de litros comercializados. Las tornas cambian en Países Bajos y Alemania, ya que las salidas de 3,7 millones hacia el primero de estos mercados suponen una bajada del 1,65%, mientras que los 1,8 millones del segundo se traducen en un aumento del 1,5%.

El comportamiento de Estados Unidos en estos doce meses aún es peor, toda vez que el jerez vuelve a bajar del millón de litros comercializados (0,9 millones) tras una caída del 31%. El mercado americano en su conjunto experimenta un descenso del 16,5% con algo menos de 1,5 millones de litros en su total.

Por contra, si bien hay que insistir en que con volúmenes más simbólicos que significativos, Asia acumula en el último año un incremento próximo al 23% y 237.000 litros vendidos. Japón, con poco más de 100.000 litros , cede un 0,40% en el conjunto de los doce últimos meses. Y el resto del mercado asiático crece por encima del 50% con un volumen de 132.500 litros.

En resumidas cuentas, el vino de Jerez, de mayor vocación exportadora, paga los platos rotos en un escenario de incertidumbre económica y contención del consumo por la guerra de Ucrania y la crisis energética, situación que también afecta a España, donde sin embargo la Manzanilla de Sanlúcar encuentra campo abonado para su proyección tras la recuperación del canal Horeca y de las ferias y romerías andaluzas tras dos largos años de ausencia.