Tío Pepe en Rama, por favor
Acotaciones sobre vinos
A escasas horas de su salida al mercado, hemos tenido la suerte de probar el que será el decimocuarto embotellado de Tío Pepe en Rama. Una saga líquida que acontece cada primavera, nacida del linaje de los pagos de Macharnudo y Carrascal, cuyo argumento es crear un vino creativo y poético capaz de provocar emoción.
Un fino con todas sus cualidades, procedente de la bota, trasmitiendo un momento de su vida con sinceridad y sin adornos. El mejor sin duda.
Y en nuestro pequeño 'jardín' epicúreo que conforma esta mesa y unas copas, desvelamos un secreto que no se puede guardar, aunque sea por unas horas. Suerte la nuestra y la de ustedes que van a poder abrir una botella de este vino y liberar los auténticos aromas jerezanos cautivos en ella, que vendrán a "conquistar el aire que le rodea", recordando a Jose María Pemán.
Gonzalez Byass es la bodega que primero lanzó al mercado estos finos en Rama que tanto gustan, se necesitan y marcan diferencias. Casi seguro que la primera que embotelló su fino en formato Magnum para deleite general y sin duda la que apostó por la delicadeza flamenca y enológica de crear la colección de vinos Tío Pepe Finos Palmas, para mostrar la capacidad de evolución en el tiempo de su fino más conocido.
Hemos brindado y chocado las copas con estrépito. Y hemos convenido en que tiene muchos momentos este nuevo Tío Pepe en Rama. Ahora, quizás mañana, tal vez el mes que viene y como no, el año próximo. Y el siguiente. Disfrutar de la añada del 2022 junto a este Tío Pepe en Rama 2023 para poder comprobar lo que siempre hemos defendido y es que las cosas bien hechas perduran. Tan sencillo. La templanza de un vino frente a la alegría y jovialidad del recién llegado. Tan bonito como es echar la vista atrás y saborear las sensaciones de un vino fuera del tiempo y rescatable en infinitas ocasiones.
Y también es verdad que hace unos días el nuevo embotellado del fino amontillado Viña AB se agotó a las pocas horas de su puesta en escena, lo que sin duda alegra el sentir de los que compartimos vinos y queremos que disfruten de nuestra sentida adhesión entusiasta a este vino legendario.
Esta vez termino con las copas que uno recuerda y cómo las recuerda, ayer parecía que fuera un presentimiento elaborar este vino y hoy está claro que es un gran acierto. Ahora que suceden tantas cosas en esta trimilenaria región, ajenas a la verdadera elaboración de vinos, necesitamos llenar las copas con esta luz embotellada de Gonzalez Byass. Yo al menos. y sé que ustedes también.
Otra copa de Tío Pepe en Rama, por favor.
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