La tormenta de verano apenas deja "unas gotas de barro" y pasa desapercibida en el viñedo del Marco de Jerez

El único temor que pueden tener los viticultores del Marco de Jerez ante una tormenta de verano como la registrada este lunes es que se acompañe de granizo. Así ocurrió en la última campaña, solo que en fechas más tempranas, lo que provocó una importante merma en el viñedo de Trebujena, afectado por una manga de una borrasca con pedrisco. Pero no ha sido el caso, y al final de la mañana ya lucía el sol, por lo que el sector mantiene prácticamente intactas sus previsiones para la vendimia que está a punto de comenzar tras este fenómeno meteorológico, propiciado por la "llegada de aire cálido cargado de polvo en suspensión desde el norte de África" que apenas ha dejado unas "gotas de barro" en la zona que "ni siquiera puede llamarse lluvia".

"El tiempo sigue siendo fresco, como todo el mes de julio, y hoy -por este lunes- apenas alcanzamos 28 grados con cielo encapotado, por lo que habrá blanduras nocturnas" que, a lo sumo, "puede retrasar unos días el inicio de la vendimia", previsto para finales de esta semana, principios de la próxima, no así la estimación de un aumento de la producción final de entre el 10 y el 15%, indica Luis Mateos, de Vara y Pulgar, empresa especializada en la gestión del viñedo del Marco de Jerez.

En ausencia de vientos puros de levante, que "vendrían hasta bien para algunas zonas -sobre todo en los pagos costeros- con inicio de pudrición", la campaña sigue su curso, sin riesgo a la pérdida de peso por deshidratación de la uva de un tiempo más seco y caluroso, que en ese caso aceleraría el proceso de maduración.

Los viñistas independientes coinciden en que las previsiones de cosecha siguen intactas, ya que "prácticamente lo que ha caído es un rocío, que no ha creado ni pergañina en la viña" -el barro blanco que se forma cuando empieza a llover y que se pega a los zapatos-.

Francisco Guerrero, presidente de Asevi-Asaja, la sectorial del viñedo independiente del Marco, explica en este sentido que "si hubieran caído 10 o 15 litros con algo de calor la uva se metería en caldo", con lo que el inicio de la vendimia se adelantaría, pero como no ha sido el caso, viñistas y bodegas consultadas por estos mantienen sus cálculos de arranque de la campaña para finales de la semana que viene.

El problema al que se enfrenta el sector, y esto no es ninguna novedad, es la gran disparidad que hay en el viñedo del Marco tanto por la localización de las viñas como por su antigüedad. Los pagos de interior y los de cepas viejas son los primeros en vendimiar, mientras que los viñedos próximos al litoral y las viñas jóvenes, que estén bien labradas y abonadas, tardan más en alcanzar los 10,5 grados baumé de media que se exigen en la Denominación de Origen de los vinos de Jerez y la manzanilla de Sanlúcar para iniciar las labores de corta de la uva. Y para la puesta en marcha de una bodega de producción, hay que cruzar los datos de unos y otros, porque una vez iniciada la molturación, el lagar no se puede parar para volver a reanudar la actividad más adelante.

Las últimas muestras realizadas por el sector arrojan una media de algo menos de 10 grados aún, salvo en parcelas puntuales de viñas viejas en el interior, que ya han alcanzado la graduación y que, por tanto, serán las primeras en incorporarse a la campaña, aunque igual tienen que aguantar un par de días o tres para que las que llevan algo más de retraso completen su maduración.

La cooperativa de Jerez (Covijerez) mantiene de momento el 5 de julio como fecha "casi segura" de inicio de la actividad en su lagar con la llegada de la uva de los más madrugadores, si bien estima que hasta el 10 o 12 de julio no se generalizará la vendimia entre sus asociados. Y lo mismo ocurre con alguna de las principales bodegas del Marco, que tienen previsto dar el pistoletazo de salida el 1 de julio.