Los ‘Wild Geese’ del jerez
El Rebusco
Irlandeses en el comercio del vino
Apellidos que perviven en la actualidad
La historia que rodea al vino de Jerez no sólo fue construida por los propios españoles, sino también por muchos extranjeros que llegaron aquí por diversas razones, ya fueran conflictos religiosos, opresión, guerra, hambruna o simple comercio.
Los expatriados irlandeses, conocidos como los “gansos salvajes” (Wild Geese), llegaron por todas estas razones, pero principalmente por cuestiones religiosas y políticas. La emigración comenzó en el siglo XVII y, a finales de siglo, decenas de miles de personas se habían marchado en busca de una vida más segura en Europa o las Américas, donde desarrollaron una influencia considerable.
Los irlandeses ocuparon todo tipo de puestos en España: Richard Wall fue secretario de Estado; Henry Reynolds McDonnell fue almirante; Ambrose O’Higgins fue virrey de Perú; John O’ Donohue fue el último virrey de Nueva España; el conde Alejandro O’Reilly, político, militar y diplomático; Leopold O’Donnell fue general y político, y William Morphy fue secretario personal del rey Alfonso XII. Otra importante descendiente de irlandeses es la filántropa y mecenas Paloma O´Shea.
Anterior a esa fecha inicial de la llegada de los ‘Wild Geese’ a esta parte de Andalucía, el profesor José Antonio Mingorance, menciona en su trabajo, La colonia extranjera en Jerez a finales de la Edad Media (2014) a un grupo irlandeses afincados en Jerez, interesados básicamente en el comercio del vino y la uva pasa.
La influencia irlandesa se haría notar en la sociedad jerezana en aspectos menos conocidos, tal como ha estudiado la historiadora jerezana, María Isabel Serrano-Macías, en Home, sweet home (2022).
Como apéndice a esa bibliografía de referencia habría que mencionar el libro de María del Carmen Lario de Oñate, titulado La colonia mercantil británica e irlandesa en Cádiz a finales del siglo XVIII (2000).
Los ‘Wine Geese’
Los que llegaron al Marco de Jerez también dejaron un legado duradero. George Fitzgerald y su esposa Mary Tray llegaron a Jerez desde el condado de Kildare, cerca de Dublín. Su hijo, Thomas Fitzgerald, nacido en 1682 en Jerez, castellanizó su nombre a Tomás Geraldino y fue propietario de varios viñedos y bodegas. Durante el reinado de Felipe V, Tomás fue nombrado embajador español en Londres y aprovechó la oportunidad para promocionar el vino de Jerez en sus cinco años en el cargo. Su éxito fue tal que las ventas de Jerez aumentaron drásticamente. Sus intereses en el vino de Jerez fueron finalmente adquiridos por Manuel Gil y García, formando más tarde la fundación de Bodegas Carrasco Hermanos.
William Terry procedía de una gran familia con varias ramas en Limerick y Cork y sus propiedades fueron confiscadas por Oliver Cromwell alrededor de 1650 porque eran católicos. William llegó a la zona de Jerez a finales del siglo XVII y se estableció en el comercio. En poco tiempo estaba prosperando y poseía viñedos, produciendo vino para exportar a las Américas. Era famoso como criador de caballos cartujanos y recibió muchos títulos cívicos.
La empresa, con sede en El Puerto, fue conocida posteriormente como Fernando A. de Terry y duró hasta la adquisición de Rumasa en 1981, pasando posteriormente a formar parte de Harveys, ahora propiedad del grupo Emperador.
Otra rama de la familia fundó Carlos & Javier de Terry, también en El Puerto y posteriormente conocida como Bodegas 501 para evitar confusiones. Estas fueron grandes empresas, pero no queda mucho de ninguna de ellas en la actualidad.
Félix Harrison se instaló en Sanlúcar a finales del siglo XVII siendo uno de los principales cargadores de Indias, comerciando con jerez, entre otros productos. El nombre era difícil de pronunciar para los lugareños y, al cabo de un tiempo, la empresa se convirtió en la Casa del Marqués de Arizón.
Henry O’Neale llegó a la zona en torno a 1712, tras abandonar Tipperary por las mismas razones, y luchó como mercenario en el continente. Comenzó un exitoso negocio comercial especializado en vinos en El Puerto de Santa María que, a través de sucesivas generaciones, perduraría hasta 1983, aunque más tarde se estableció en Jerez, bajo el nombre de Rafael O’Neale.
Patrick Murphy, que nació en 1700 en la ciudad de Waterford, llegó en 1725 con la intención de trabajar con la lana. Al percatarse de que el vino era más rentable, creó una compañía de vinos en 1730.
Era soltero y no tenía una salud especialmente buena, por lo que recibió la ayuda de su amigo y vecino francés Juan Haurie, a quien le dejó el negocio a su muerte en 1764, según testamento conservado en el Archivo Municipal de Jerez. Haurie se convertiría en uno de los mayores productores de jerez. El negocio acabaría en msnos de sus sobrinos, convirtiéndose en Pedro Domecq.
Richard Shiel comenzó como un exitoso comerciante de vinos de jerez en Cádiz, pero en 1827 se mudó a Jerez. Era el tío de William Garvey. Durante un tiempo fue socio de Nicholas Devereux en la firma Devereux Shiel & Co. Ayudó a Garvey a empezar con un modesto empleo en la firma y, tras su disolución, le ayudó económicamente a financiar las primeras compras de vino, algunas de ellas de la empresa escocesa Gordon & Co.
Su mujer se hizo cargo del negocio tras su muerte bajo el nombre de Viuda de R. Shiel, dejándoselo después a su hijo Bernardo y a su socio Enrique Ostmann, que operó como Ostmann & Shiel hasta la jubilación de Bernardo en 1841, cuando Ignacio de Urrutia se convirtió en socio hasta 1854.
De Garvey a conde
William Garvey Power no era realmente un ‘ganso salvaje’, ya que no se vio obligado a abandonar Irlanda. En cambio, él vino en busca de carneros merinos para aumentar los rebaños de su padre en 1776. Tras ser rescatado del naufragio de su barco y casarse con la hija de su salvador, se sintió atraído por el negocio del vino. Bodegas Garvey se fundó en 1780 y tuvo un gran éxito. Todavía existe, aunque languideció en quiebra durante algún tiempo gracias principalmente a su adquisición por Nueva Rumasa. Emperador la compró en 2017.
En 1980 Rumasa encarga a José, Jesús y José María de las Cuevas la realización de un libro para celebrar el bicentenario de la creación de la compañía, que llevará por título De la verde Irlanda al espléndido futuro del jerez.
Edición bilingüe de 79 páginas que recoge una abundante información.
En 1923, el rey Alfonso XIII concedió a Patricio Garvey y González de la Mota el título de conde de Garvey.
La herencia de la gran fortuna generada por los Garvey llegaría a ser objeto de discusión jurídica, recogido en un informe publicado en 1916: Un caso de derecho: la cuestión Garvey (Recopilación documental de este pleito y examen jurídico del mismo).
Guillermo Morphy
Otro personaje relevante de sangre irlandesa, que llegó a ser preceptor y secretario personal del rey Alfonso XII, sería Guillermo Morphy. Nació en Madrid en 1836.
El título de conde de Morphy le sería concedido en 1882.
En 1874 establece su bodega en Jerez, continuada en los años ‘ 20 por el hijo de su prima, Juan Bautista Camacho Morphy.
Los Terry de El Puerto
Aunque sus principios se remontan a 1783, con Santiago José de Terry y Buset, es a Fernando Ángel Terry y Carrera a quien se debe la creación de la firma portuense en 1883.
Este diligente empresario nació en El Puerto de Santa María en 1861, falleciendo en 1928. Su bisabuelo Santiago Terry Jácome se estableció en Cádiz junto a sus padres Andrés Terry Adriano y Magdalena Jacome, en la segunda mitad del s. XVIII, atraídos por el comercio colonial y dedicándose a los negocios de curtidos y otros géneros.
Las Bodegas Terry es un referente internacional como fabricante de brandy. Pese a las dificultades por las que pasó el sector del vino, a finales del siglo XIX, debido a la menor demanda británica y a la filoxera, Fernando A. de Terry logró la expansión y consolidación de la empresa en el mercado del brandy a principios del siglo XX.
Sus campañas publicitarias en anuncios televisivos tuvieron un gran éxito popular.
Los Geraldinos
El origen de los Geraldinos hay que buscarlo en aquellos nobles irlandeses católicos que perseguidos por los ingleses por motivos religiosos y políticos emigraron a nuestro país en una primera oleada, los conocidos como los ‘Wild Geese’. Uno de éstos, Jorge Fitzgerald, se instaló en Jerez, siendo el iniciador de la rama española de este clan originario del condado de Kildare.
Los miembros de esta familia, muchos de los cuales jugaron un papel importante en la vida pública de nuestro país, fueron conocidos como los Geraldinos. Entre estos destacó Thomas Fitzgerald, hijo del anterior y conocido también como Tomás Geraldino. Nacido en Jerez en 1682 y fallecido en la misma ciudad el 14 de junio de 1755, llegó a ser un importante político y financiero vinculado a la vinatería jerezana, ostentando la embajada de España en Londres durante los años de 1735 a 1739, y designado miembro del Consejo Supremo de Indias en 1742, en tiempos del rey Felipe V. Mientras que ejerció su labor diplomática en Inglaterra y durante sus últimos años en Jerez favoreció el comercio de nuestros vinos y el desarrollo de la industria vitivinícola, además de una importante labor en el mejoramiento urbano de la ciudad.
Edward Butler
En la actualidad, y en el departamento internacional de las bodegas Williams&Humbert, ejerce sus funciones desde hace años Edward Butler, descendiente de irlandeses provenientes de Inglaterra en la segunda mitad del XIX. Su padre, de igual nombre, fue propietario de una importante compañía de vinos de Jerez en Londres.
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