Zambombas: el negocio se multiplica por diez

El portavoz de Horeca en Jerez reconoce el éxito de la fiesta aunque admite que “los días de entre semana el beneficio es exiguo”

Voces críticas destacan que “a veces es imposible atender la demanda” ante la avalancha de público

Imagen del espectacular ambiente navideño de Jerez en estas navidades en las calles del centro.
Imagen del espectacular ambiente navideño de Jerez en estas navidades en las calles del centro. / Miguel Ángel González
Manuel Moure

15 de diciembre 2018 - 05:03

Jerez/Las zambombas están funcionando al máximo en la ciudad y rindiendo grandes beneficios a la hostelería, especialmente a la del centro urbano. Si recientemente el hostelero Francisco Toro, propietario del ‘Mesón Toro’, de la calle Porvera, reconocía que el mes de diciembre está siendo “de los mejores de la década”, ayer el delegado de Horeca en Jerez, Francisco Díaz, señalaba a este medio que “las zambombas vienen a salvar el mes de diciembre porque las cajas de a diario siguen siendo especialmente malas”. Se refiere Díaz, propietario de ‘Don Tapa’, al hecho de que “entre un día de entre semana y uno del fin de semana en este tiempo la diferencia en la recaudación es de diez a uno”.

“No es extraño encontrarse negocios que hacen apenas 200 euros de caja a diario y que un fin de semana incrementan su volumen de negocio hasta los 2.000 euros”. Para el representante de la patronal hostelera en la ciudad, “diciembre se está desarrollando sin excesivos problemas”. Explica que “la afluencia de personas a la ciudad con motivo de sus tradicionales festejos navideños está generando un movimiento de personas constante”, sobre todo en el centro urbano, lo que a su vez conlleva la lógica ganancia para el sector servicios.

En todo momento niega que la celebración haya podido, escribiendo en forma coloquial, ‘salirse de madre’, pese a las voces que alertan de la excesiva concentración de celebraciones en reducidos espacios. Para Díaz se trata, sobre todo, “de un orgullo para la ciudad” y apunta que los acontecimientos festivos “vienen a compensar meses malos por excelencia en el consumo de la hostelería local, como son los casos de noviembre, el ‘mes de los difuntos’, y febrero, que provoca un tremendo parón en la hostelería local tras la, llamémosla así, resaca de las fiestas navideñas y sus correspondientes excesos de gasto.

Diciembre se erige en un mes de negocio entre los “nefastos” noviembre y febrero

Pese a todo, hay voces discrepantes con las ideas del delegado de Horeca en Jerez. Hay numerosos hosteleros que se vieron “absolutamente superados” el pasado fin de semana cuando la avalancha de gente fue tal que incluso trabajar se tornó imposible”. Camareros de la zona de la plaza Plateros dicen que llegó un punto en el que era, sencillamente, “atender a la avalancha de personas que llegaban y que se fueron de la ciudad desengañadas pues se les había vendido una cosa y se encontraron otra completamente distinta”.

De otro lado, miembros uno de los coros de villancicos más conocidos de la ciudad destacaban hechos realmente peculiares, como es que “un bar pague la contratación de un coro, ocupe su plaza y se vea posteriormente bloqueado para poder vender. Es decir, la gente no podía literalmente llegar a la barra. El dueño pagaba por un servicio que al final se le volvió en contra y le causó más perjuicio que beneficio”.

Es por todo ello que hay voces que se alzan para solicitar una ordenanza reguladora, algo que se hace con grandes celebraciones de Jerez como es el caso de la Feria del Caballo. El objetivo no es otro que fomentar la convivencia y evitar que la fiesta, en este caso, se coma a los clientes.

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