La gestión eficiente de los residuos: una necesidad social
Los sectores industriales estamos obligados a ofrecer productos más eficientes y con menor huella ecológica
La gestión eficiente de los residuos se ha convertido en un tema de suma importancia, tanto a nivel global como local. La Unión Europea está desempeñando un papel crucial para promover prácticas sostenibles en este ámbito. La reducción de residuos, la recuperación de su valor y la extensión de la vida útil de los productos a través del reciclaje son esfuerzos clave impulsados por legislación europea, que busca una transición real hacia una economía circular, contribuyendo a los objetivos de sostenibilidad del Pacto Verde Europeo.
Las últimas propuestas legislativas de la Comisión Europea buscan desvincular el desarrollo económico del agotamiento de recursos naturales, contribuir a la neutralidad en carbono para 2050, prevenir la pérdida de biodiversidad y reducir la dependencia estratégica de la Unión Europea de ciertos materiales.
En este sentido, la jerarquía de gestión de los residuos propuesta por la UE resulta clara: primero debemos generar la menor cantidad de desechos posible y para aquellos residuos de los que no podamos evitar su generación, se deberá de maximizar, en este orden, su reutilización, su reciclado y su valorización. Depositar los residuos en un vertedero sólo debería ser el destino de los residuos que no se puedan convertir en un recurso.
Sin embargo, las últimas evaluaciones indican que la implementación efectiva de estas medidas sigue siendo un desafío en muchos Estados miembros. La Directiva Marco de Residuos de la Unión Europea establece metas ambiciosas para 2025, como una tasa de reciclado del 55% para residuos municipales y del 65% para envases, además de limitar al 10% la deposición en vertederos de todos los residuos municipales para 2035. Desafortunadamente, varios países incluyendo España, tendrán serias dificultades para alcanzar estos objetivos. Esto subraya la urgencia de intensificar los esfuerzos para evitar consecuencias perjudiciales para el medio ambiente.
Según datos recientes del Instituto Nacional de Estadística (INE), la economía española generó 115,4 millones de toneladas de residuos en 2021, lo que ha representado un aumento del 9,3% respecto al año anterior. De esta cantidad, las empresas de tratamiento final gestionaron 99 millones de toneladas, de las cuales, el 49,9% se reciclaron, el 4,8% se reutilizaron en operaciones de relleno, el 3,9% se incineraron y el 41,4% acabó en el vertedero.
Los datos presentados por el INE proporcionan una clara evidencia de que, si bien algunos tipos de gestión avanzan en positivo, aún queda mucho camino por recorrer en cuanto a generación y vertido, y los esfuerzos deben intensificarse para llegar a los ambiciosos objetivos marcados por la UE.
La industria cementera está llamada a desempeñar un papel crucial en este escenario. Aunque requiere grandes cantidades de materiales y energía, puede ofrecer una solución sostenible para los recursos derivados del aprovechamiento de los residuos que actualmente no se reciclan ni se reutilizan. ¿No sería más sostenible aprovechar los residuos locales en lugar de extraer nuevos recursos naturales o importarlos de otras regiones?
El cemento continúa siendo un elemento fundamental para el progreso social. Facilita la construcción de infraestructuras clave como carreteras, líneas ferroviarias, puertos y aeropuertos, que son fundamentales para el transporte de bienes, constituyendo la base del comercio y, por ende, de la actividad económica de un país. Además, aporta seguridad a nuestra vida cotidiana al ser un componente esencial en la edificación de hogares, escuelas, hospitales, entre otros. Los edificios y estructuras elaboradas con cemento siguen siendo líderes en sostenibilidad, gracias a su bajo consumo energético, sus mínimas necesidades de mantenimiento durante su vida útil y su facilidad de reciclado al llegar al final de su ciclo de vida.
Adicionalmente, las fábricas de cemento pueden desempeñar un papel crucial para una adecuada gestión de los residuos, ofreciendo una alternativa viable al vertido de millones de toneladas de residuos que actualmente se desperdician en los vertederos de toda España. La valorización energética y material de residuos es además una línea de acción definida por el sector cementero para conseguir su propia neutralidad climática en 2050.
No hay otro camino: los sectores industriales estamos obligados a ofrecer productos más eficientes y con menor huella ecológica, contribuyendo a construir un futuro más sostenible y con menos impacto. Para ello, el sector cementero apuesta decididamente por recuperar recursos que hasta ahora están siendo enterrados y olvidados, contribuyendo además con la consecución de los objetivos marcados por la UE en materia de gestión de residuos.
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