La UE destina 4.200 millones de euros para proyectos de descarbonización de vanguardia

La Unión Europea ha dado un paso decisivo en su transición hacia una energía limpia con la firma el pasado lunes de acuerdos de subvención para 77 proyectos de descarbonización. Estas iniciativas, seleccionadas en la convocatoria del Fondo de Innovación 2023 (IF23), recibirán un total de 4.200 millones de euros, con el objetivo de reducir significativamente las emisiones de carbono en sectores estratégicos.

Procedentes de 18 países europeos, los proyectos comenzarán a operar entre 2025 y 2031 y se espera que contribuyan a una reducción de aproximadamente 397,6 millones de toneladas de CO₂ equivalente en sus primeros diez años de funcionamiento.

Esta financiación proviene de los ingresos generados por el Régimen de Comercio de Emisiones de la UE, un mecanismo clave para incentivar la descarbonización industrial. Las subvenciones otorgadas oscilan entre 1,4 y 262 millones de euros, dependiendo del impacto y la escalabilidad de cada proyecto.

Más proyectos en camino

Además de los 77 proyectos ya confirmados, la Agencia Ejecutiva Europea de Clima, Infraestructuras y Medio Ambiente (CINEA) ha invitado a seis proyectos adicionales de la lista de reserva a preparar sus acuerdos de subvención. Si estos proyectos son finalmente aprobados, contribuirán a reducir otras 24,6 millones de toneladas de CO₂ equivalente. En total, 83 iniciativas han sido seleccionadas dentro del IF23 para recibir financiación.

La convocatoria de 2023 aceptó propuestas de distintas escalas, desde grandes proyectos hasta pequeños pilotos, con un enfoque en la fabricación de tecnologías limpias en línea con la Ley de Industria Neta Cero (NZIA). Los sectores beneficiados abarcan desde industrias de alto consumo energético hasta energías renovables, almacenamiento de energía, gestión del carbono industrial, movilidad neta cero en sectores marítimos y aeronáuticos, y edificación sostenible. Con estas iniciativas, la reducción de emisiones irá acompañada del fortalecimiento de la competitividad industrial europea, el refuerzo de la resiliencia de la cadena de suministro y el posicionamiento de la UE como referente mundial en tecnologías limpias, además del impulso de soluciones innovadoras frente a la crisis climática.

El Fondo de Innovación es una de las herramientas más ambiciosas de la UE para apoyar tecnologías bajas en carbono. En la convocatoria de 2023, recibió 337 solicitudes de 27 países, de las cuales 283 fueron evaluadas por expertos independientes según criterios como el grado de innovación, el potencial de reducción de emisiones, la madurez del proyecto, su escalabilidad y rentabilidad. Inicialmente, 85 proyectos fueron preseleccionados, pero tras la retirada de 8 de ellos, los fondos se redistribuyeron a otros 6 proyectos en lista de espera.

Además, 149 proyectos que cumplieron con los requisitos de evaluación recibieron el sello STEP (Plataforma de Tecnologías Estratégicas para Europa), una certificación que destaca iniciativas de alta calidad en tecnologías limpias, eficiencia en el uso de recursos y digitalización. Este distintivo ayuda a captar la atención de inversores públicos y privados interesados en proyectos estratégicos para la sostenibilidad.

Un futuro descarbonizado para Europa

El Fondo de Innovación se nutre de los ingresos del Sistema de Comercio de Emisiones de la UE, que se estima generará 40.000 millones de euros entre 2020 y 2030, con un precio del carbono de 75 euros por tonelada de CO₂. Su objetivo es acelerar la transición de Europa hacia la neutralidad climática, impulsando tecnologías de bajas emisiones y cero emisiones netas.

Con un presupuesto total de 12.000 millones de euros, este fondo ya respalda más de 200 proyectos innovadores en toda la Unión Europea y el Espacio Económico Europeo (EEE). La CINEA es la encargada de implementar estas iniciativas, asegurando su alineación con los objetivos climáticos del continente.

La convocatoria Fondo de Innovación 2024 (IF24) ya está en marcha, con solicitudes abiertas hasta el 24 de abril de 2024 para proyectos enfocados en tecnologías de cero emisiones netas y la fabricación de baterías para vehículos eléctricos. Con estos avances, Europa reafirma su compromiso con la lucha contra el cambio climático y la consolidación de una economía verdaderamente sostenible.