Abarth 500e, el rugido eléctrico del coche del escorpión
Primer contacto
Estrena Abarth su primer coche eléctrico, un modelo que toma como punto de partida el Fiat 500e pero que, a su manera, la marca del escorpión salpimenta: con un motor más potente, un chasis más directo, decoraciones específicas… y hasta un generador de sonido que acompaña a la aceleración.
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Desde su lanzamiento, el Fiat 500 ha contado con un hermano más dispuesto a dar la nota, a sobresalir por sus ganas de dar guerra. Hablamos de los Abarth.
Esto también ocurre ahora cuando Abarth pone en marcha el lanzamiento comercial de el que es su primer coche eléctrico, un utilitario de sólo 3,62 m de largo que, ya con su aspecto, deja claro la intención de ir un poco más allá en cuanto al chute de adrenalina que el Fiat 500e.
Así, respecto al éste, el Abarth 500e tiene un distinto capó, parrilla, parachoques o difusores, tanto delantero o trasero, pintados en contraste con la carrocería que, en esta versión de lanzamiento de 1949 unidades -por el año de nacimiento de la marca-, puede ser verde o azul. No obstante, sus faros comparten la mirada ceñuda de su hermano. También, en esta variante Scorpionissima, resultan llamativas las llantas de 18” o las carcasas de los retrovisores en gris titanio. Otros atributos que definen su aspecto son el techo de cristal fijo o las lunas traseras tintadas.
En el habitáculo, asientos o pedales de acero son puramente deportivos, con el logo del escorpión que también está en un volante tapizado en Alcantara -como el salpicadero- y con, otro más, un guiño a la competición tal cual es la marca de color azul de centrado de la dirección en la parte superior. Los pespuntes en este color y en verde adornan la zona lateral de los asientos.
El Abarth 500e no sólo parece distinto, también lo es al Fiat 500e si nos fijamos en su motor, por ejemplo. Este da 154 CV (113 kW) y 235 Nm cuando el Fiat aporta un máximo de 118 CV (87 kW) y 220 Nm. Asimismo, promete incorporar otros recursos, como un chasis para hacer la conducción más directa o con un generador de ruido -los eléctricos apenas lo hacen- para crear un sonido artificial cuando el motor está en marcha y que, para algunos, puede parecerse al que haría un coche de combustión. Este sonido, que se emite desde un altavoz situado bajo el maletero, en el exterior del coche, aumenta con la aceleración; si bien puede desconectarse. En el Scorpionissima es de serie y, en otras versiones que llegarán más adelante, se ofrecerá como opción.
Según el e-Mode que elijamos, ya sea Turismo, Scorpion Street o Scorpion Track, cambiará la potencia -136 CV en el primero, la máxima en los Scorpion-, así como la frenada regenerativa: la más alta posible en Street; mínima en el modo Track.
En los modos Turismo y Scorpion Street, por tanto, es posible conducir utilizando exclusivamente el pedal del acelerador en tanto que al aliviar la presión sobre él el coche se frena, mientras que cuando frenamos, cualquiera que sea el modo, también el Track, se produce electricidad para la recarga de la batería.
El Abarth 500e acelera de 0 a 100 km/h en 7 s, supera los 170 km/h y tiene una autonomía con una carga de entre 240 y 250 km, pudiendo recibir potencias de recarga de hasta 11 kW si se emplea corriente alterna y 85 si se utiliza continua. Contando con ésta última, en 5 minutos se podría reponer energía suficiente para hacer 50 km y en 35 podría llevarse el nivel de carga de la batería hasta el 80 por ciento.
Esta batería tiene una capacidad de 42 kWh, de los que son útiles 37,8 y está fabricada en Hungría -el Abarth 500e se ensambla en Turín (Italia), en la planta de Mirafiori- con celdas prismáticas Samsung SDI NCM 622. La batería, estructura incluida, pesa 295 kilos, algo más de un 20 por ciento de la masa total de este 500e.
El precio del Scorpionissima es de 41.700 euros, 3.000 más si, en lugar de la carrocería hatchback se elige con la Cabrio. Ambos pueden beneficiarse de las ayudas a la compra del Moves III.
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