La conducción autónoma puede ser para todos

El desarrollo de coches autónomos alcanzará a todos los segmentos del sector del automóvil. También a los cuadraciclos eléctricos, modelos eminentemente urbanos por sus prestaciones como el Yoyo XEV.

De manera experimental y como anticipo del futuro, a este vehículo la empresa de ingeniería turinesa Teoresi le ha instalado un sistema que le permite de circular sin necesidad de que el conductor intervenga entre el tráfico urbano. Incluso, sin que nadie vaya a bordo del vehículo, convirtiendo al Yoyo XEV en un modelo de nivel 5 de conducción autónoma conforme a la escala establecida por el estándar SAE J3016.

Para ello este prototipo es capaz de dialogar con las infraestructuras, reconocer su entorno y hasta comunicarse con los diferentes servicios, incluidas las instalaciones de intercambio de batería a las que puede dirigirse cuando el nivel de energía así lo aconseje para el reemplazo de las mismas.

El marco legislativo en España va a recoger una mejora de las condiciones que permita el desarrollo de estos modelos autónomos y pruebe su viabilidad, de cara a aportar algunas ventajas que pueden revolucionar la movilidad urbana.

Es el caso, por ejemplo, de la reducción de accidentes, ya que estos se deben en la mayoría de casos al incumplimiento de las normas de circulación. La tecnología de los coches autónomos puede, por tanto, hacer la conducción más segura.

El confort o una movilidad al alcance de todos los posibles usuarios se dan por descontados en el coche autónomo, del mismo modo que la agilización del tráfico ya que, al estar dirigidos por sistemas inteligentes e interconectados, disminuirán los atascos.

Así mismo, la mayor parte de los prototipos de coches autónomos tienen como punto de partida vehículos eléctricos que pueden funcionar con energías de origen renovable, con lo cual la llegada de este tipo de modelos abundará en la sostenibilidad de la movilidad.