El Ford más vendido, el Puma, se apunta a la electrificación total con el Gen-E

El Puma Gen-E llega a Ford en un momento en el que pintan bastos para la marca, con ajustes de los volúmenes de la producción -y sus consecuencias en puestos de empleo: el despido de 4.000 trabajadores, la mayoría de ellos en Alemania y Reino Unido- por la falta de demanda de algunos de sus coches y los cambios en futuros lanzamientos que incluso supondrán la cancelación de productos. Eso, mientras que Almussafes, por ejemplo, inicia su travesía por el desierto que se prolongará durante un par de años sólo acabará cuando disponga de un nuevo modelo que producir, al margen del Kuga.

Pero, para la marca del óvalo también hay signos de optimismo, como el que supone el lanzamiento de esta nueva versión eléctrica del Puma. Se fabrica en la planta rumana de Craiova y va directo a uno de los segmentos más bulliciosos, el de los SUV B, donde también militan modelos como los BYD Atto 3, Volvo EX30, Peugeot E-2008, Opel Mokka Electric o hasta el recién llegado Kia EV3.

El Gen-E mide 4,21 m de largo, es decir, un par de centímetros más que las versiones del Puma con motor de combustión y que siguen a la venta con el motor 1.0 EcoBoost microhibridado de 125 CV -desde 23.347 euros-, tanto con caja manual como automática, o la versión de 155 CV-desde 28.337 euros- sólo con esta última transmisión. De este último hay una derivada de 160 CV exclusiva del acabado ST que es la más costosa de la gama hasta -su precio es de 32.865 euros-, incluso una vez que se integra en ella este Puma eléctrico.

Este tiene un motor producido en Halewood, Reino Unido, que se instala en el eje delantero y ofrece 168 CV (124 kW) -lo que le convierte en la versión más potente de la gama- y 290 Nm con el que mueve una masa de 1.563 kilos. Así, el Puma Gen-E acelera de 0 a 100 km/h en 8,0 segundos. Puede alcanzar los 160 km y, en sus dos versiones -se distinguen por el equipamiento de serie, no por su sistema de propulsión eléctrico- se emplea una batería de iones de litio con celdas NMC y 43 kWh de capacidad útil. Ofrece una autonomía conforme a la norma WLTP de hasta 376 km -son hasta 364 km en el nivel más alto de los dos- y puede cargarse con potencias de hasta 100 kW si se emplea corriente continua y 11 kW si se recurre a la alterna.

No hay cambios en los modos de conducción -son cuatro: Eco, Normal, Sport y uno adaptado a suelos deslizantes- respecto a los Puma de gasolina, pero en esta versión eléctrica Ford sí ha incorporado varios niveles de frenada regenerativa, incluido uno con el que al dejar de acelerar el coche puede llegar a detenerse.

De serie todos los Puma Gen-E disponen de la pantalla táctil de 12" con el sistema de infoentretenimiento Sync4 con Apple CarPlay y Android Auto inalámbricos, así como de otra para la instrumentación de 12,8", además de iluminación ambiental, cargador inalámbrico, etc; es decir, como los Puma con motores térmicos.

Lo que les distingue fundamentalmente -al margen de la parrilla o el nuevo logo, así como los dos colores específicos, un amarillo y otro azul- es, por un lado, la consola central, con otro diseño en tanto que este eléctrico no requiere palanca del cambio; por otro, el maletero.

Y es que mientras que los que usan motores de combustión tienen en él una capacidad de 456 litros, que ya es muy amplia, el eléctrico suma 110 adicionales, llegando así a los 574 gracias a que añade un volumen extra en la zona inferior -Ford lo llama Megabox-. Incluso a esa capacidad se suma el espacio que, bajo el capó, permite disponer de 43 litros adicionales: el equivalente a una maleta de cabina.

El precio de tarifa de la versión más asequible del Gen-E es de 30.584 euros, antes de ayudas a la compra como las que aplica el Moves III, y entre la lista de opciones está el techo pintado en negro, que cuesta 665 euros y el panorámico cuyo precio es de 1.240; ambas compartidas con el nivel Premium, cuyo precio es de 32.883 euros.

Este se distingue por su equipo de sonido Bang & Olufssen -con diez altavoces en lugar de los seis del equipo de audio estándar en el nivel básico-, la tapicería de cuero, el portón motorizado o los retrovisores con plegado eléctrico.

El nivel básico puede completarse con el paquete Tech que, por 1.200 euros, incluye esos retrovisores de serie en el Premium y con luz de bienvenida con logotipo o ayudas a la conducción como el sistema de mitigación de colisiones, el asistente de velocidad inteligente, el control de velocidad adaptativo, la advertencia y asistencia para cambio de carril con asistente de centrado de carril, el reconocimiento de señales de velocidad, la cámara de 360º y los sensores de aparcamiento delanteros, el sistema de detección de vehículos en ángulos muertos o el asistente de frenada en las maniobras de marcha atrás. Con todo lo anterior, restando lo que tiene de serie, en el Premium ese paquete cuesta 897 euros.

Este Premium, asimismo, tiene de serie los componentes agrupados en el paquete Comfort que, en para el nivel básico suponen 1.000 euros y tiene en cuenta el portón trasero motorizado con sistema de apertura manos libres y la entrada y arranque sin llave, así como los retrovisores plegables eléctricamente; o el Invierno, compartido por ambos acabados, y que por 578 euros incorpora calefacción en parabrisas, volante y asientos delanteros.

Además, Ford hace posible que los compradores puedan montar en llantas de 17" para de ambos niveles -las del serie del Premium son de 18", con la opción reservada para éste de 19"- neumáticos de tipo All-Season por 362 euros.