Marc Márquez no tiene quien le imite
Una vuelta más
La resiliencia del octacampeón mundial volviendo a luchar por ganar impacta a propios y extraños
Salvo Pedrosa, retirado en 2018, ni Lorenzo, ni Álex Márquez ni Pol Espargaró brillaron con Honda
Ni quienes lo ‘invitaron’ a retirarse podrán dudar que en 2023 será firme candidato a su 9º título
Todo nos parece poco al ensalzar a alguien grandioso. Aunque el diccionario sea rico en calificativos para mitos vivientes como Marc Márquez, se usan con tanta asiduidad, que hasta los sinónimos acaban siendo repetitivos o manidos. De hecho, podría llegar el día en que su nombre y apellido se consideren un 'epíteto', figura retórica utilizada en literatura, especialmente en poesía, consistente en la introducción de ciertos adjetivos ('veloz' bólido, o 'fuerte' luchador, por ejemplo), que resultan innecesarios, pues describen algo que es básicamente obvio o inherente al sujeto. Es decir, no debemos enredarnos con el lenguaje, las obviedades están muy claras: Marc es único, no hay otro igual, ni nadie capaz de imitarle. Menos aún en la colosal gesta que viene protagonizando tras su cuarta operación en el hombro derecho, de tintes tan heroicos y emotivos, que la épica se torna superlativa al describirlo.
¿Cómo magnificar la insólita recuperación que evidencia, optando otra vez sin complejos a las victorias de MotoGP? Buscando socorridas palabras para definir la increíble odisea del octacampeón mundial de motociclismo, hay una que viene como anillo al dedo: resiliencia. También llamada entereza, la resiliencia es esa capacidad que tienen algunas personas para superar circunstancias traumáticas, como lo fue su gravísimo accidente de 2020 en Jerez, por el que ha sufrido mil penurias y, en un alarde de lucha sin igual, va camino de reinventarse. Quien lo hubiera imaginado en mayo de este 2022, cuando el dolor forzaba al piloto español a un nuevo abandono de la competición, viajando a Estados Unidos para someterse a otra intervención quirúrgica dirigida por el prestigioso cirujano Joaquín Sánchez Sotelo. "Es la última oportunidad para el brazo", le llegó a decir Márquez a su abuelo cuando éste le cuestionó si no era el momento de retirarse.
Con la atención puesta en la Clínica Mayo de Minnesota, por aquellos días recurrí a la docta opinión de Enrique García del Río, prestigioso médico internista en el hospital gaditano de Villamartín y gran aficionado a este deporte acelerado que, como la gran mayoría de observadores, albergaba serias dudas de que Marc llegase a recuperar la fuerza física necesaria en su dañada extremidad. Sólo cuatro meses después, a la vista de las proezas que Márquez protagoniza, la opinión de este reconocido médico jerezano vuelve a resultar valiosa: "Debemos tener en cuenta que en esas cuatro intervenciones de cirugía traumatológica habrá detalles que se nos escapan, algo normal y justificado, tanto por razones privadas del paciente-piloto, como por código deontológico. Pero la única respuesta que encuentro a esta fantástica recuperación de Marc Márquez, es que hubo una decisión de cirugía inicial errónea y además se forzó el regreso a la actividad. No hay otra explicación. Quizá se precipitaron en un intento de salvar la situación que vivía su equipo, pues sabían que es el único capaz de llevar esa moto de forma competitiva. Por ello me inclino a pensar que, tanto la intervención inicial elegida no fue la correcta, como que en la recuperación posterior alguien aceleró los tiempos. Si todo se hubiera hecho igual que ahora, con esa acertada cuarta operación y la adecuada rehabilitación posterior, hace ya un año que estaríamos viendo a Marc ganando, pues ha vuelto a luchar por las primeras plazas y no dudo que en 2023 volverá a optar por ganar el Mundial de MotoGP. Marc es un prodigio y, como médico, tengo muy claro que casos como el suyo son muy excepcionales, dignos de estudio".
Pedrosa lo vio venir
Sabio donde los haya, Dani Pedrosa escribió en marzo de este año un interesante artículo para el diario El Mundo, donde mucho antes de que Márquez decidiera operarse por cuarta vez y alcanzar esta notoria recuperación actual, aventuraba ya la misma y valoraba con precisión su lucha contra la adversidad: "Marc sabe lo que es pasar por circunstancias muy duras y su mentalidad de superación no admite discusiones. Fue durante años mi compañero de equipo y sé de qué pasta está hecho, sus ocho títulos mundiales hablan por él. De hecho, ya le vimos ganar tres grandes premios el pasado año con medio brazo menos que los demás", señalaba el tricampeón mundial y Leyenda de MotoGP, aportando un precedente digno de reflejarse en su extensión literal: "A lo largo de la historia se han dado casos sorprendentes de resurgimiento que, aparentemente, parecían imposibles. No hablaré de las muchas lesiones que he tenido que superar a lo largo de mi carrera, prefiero comentar un caso que está en la mente de todos los que amamos al motociclismo. Mick Doohan tuvo una caída brutal el año 1992 en Holanda, sufriendo una grave fractura abierta de tibia y peroné derechos. La falta de un correcto riego sanguíneo en la extremidad hizo que se plantease incluso la posibilidad de una amputación, pero el doctor Claudio Costa propuso mantener pegadas sus dos piernas, para que la sana regenerase a la dañada. Haciendo de tripas corazón, el genio de Brisbane tuvo que seguir luchando durante toda la temporada de 1993 y asumir también nuevas operaciones hasta recuperarse. Tras largos meses de sacrificio infinito, con claras secuelas y limitaciones físicas en esa maltrecha pierna, el piloto australiano fue campeón del mundo cinco veces consecutivas. A priori, aquella técnica empleada por el legendario médico italiano no aseguraba curación, pero Mick demostró de lo que es capaz el deseo, pues años después y ya con títulos mundiales en su haber su sinceridad fue aplastante: 'No sé si hubiera sido capaz de aguantar tanto, si ya hubiese sido campeón".
Aunque resulte poco habitual y creamos que las casualidades no existen, el mencionado doctor García del Río también ofrece una valoración del genial Pedrosa y su 'conexión' ineludible con Márquez: "Quizá sea osado por mi parte, pero como aficionado a este deporte, al que sigo de toda la vida, considero que Dani nunca debió salir del equipo oficial Honda. El resto de fichajes que llegaron tras su marcha -Lorenzo, Álex Márquez y Pol Espargaró- confirman que sólo Márquez y él saben llevar a esas motos japonesas por el camino del éxito. Es más, veo a Pedrosa capaz de cumplir funciones de dirección allí dentro. Su trayectoria y gran labor en KTM lo confirman". Sin duda, una docta opinión que cada día gana más enteros entre especialistas y seguidores de este deporte. A todo ello se une también un hecho incontrovertible: salvo en aquel 2020 de su caída y larga baja, en estos dos últimos años, pese a sus penurias y con Honda en crisis, Marc ha terminado por delante de Pol Espargaró en el Mundial de MotoGP.
Desde 2018, no hay temporada que Márquez haya concluido sin tener que pasar por el quirófano, debido siempre a intervenciones de húmero, en especial el derecho, que se operó por vez primera en 2019 y en el que lleva ya cinco en estos duros años. Sería por tanto un hecho excepcional, si por fin en este 2022 logra comerse las uvas sin llevar el brazo en cabestrillo. Ayer, en el inicio del último Gran Premio en Valencia, cayó dos veces, pero salió indemne y logró incluso el cuarto mejor registro. Ojalá que ni el viento lo toque y, si quiere echarse esos 'bailecitos' que tanto le agradan para festejar éxitos o alegrías, que lo haga con mucho tiento, pues en el próximo 2023, para rematar su inenarrable proeza, le espera un merecido noveno título mundial y, una vez conquistado, que baile ya todo lo que quiera…
(*) Jesús Benítez, periodista y escritor, fue Editor Jefe del Diario Marca y, durante más de una década, siguió todos los grandes premios del Mundial de Motociclismo. A comienzos de los 90, ejerció varios años como Jefe de Prensa del Circuito de Jerez.
1 Comentario