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Márquez, a uno menos de Agostini

MOTOCICLISMO | gran premio de TAILANDIA

Con sólo 26 años y ocho títulos, acorta distancias con el 15 veces campeón mundial italiano

Giacomo debe su elevado número de campeonatos a que competía a la vez en 350cc y 500cc

Con otras 8 coronas será el más laureado de la historia, con dos más superará a Rossi y a Nieto con seis

Agostini, entregando a Marc Márquez el título de campeón del mundo de 125 en la Gala de la FIM de 2010. / MotoGP.com

La genética se impone de forma caprichosa, pero los mitos vivientes, como Marc Márquez, no surgen por simple generación espontánea, se forjan a sí mismos desde la lactancia, rompiendo estadísticas, barreras, récords y normas. Tras coronarse por octava vez campeón mundial de motociclismo, sexta en lo que se refiere a la categoría reina de MotoGP, el formidable piloto español de sólo 26 años de edad se queda ya a uno menos de los 15 títulos que atesora el legendario Giacomo Agostini. Eso sí, en la época que el astro italiano arrasó (entre 1963 y 1977), ganaba dos campeonatos por año (350cc y 500cc), a veces con menor número de carreras totales que las asumidas por Marc en una sola cilindrada y temporada. Pero está claro: le faltan aún 8 coronas para ser el más laureado de la historia, debiendo superar antes a otros dos monstruos como Rossi y Nieto, que le quedan más cerca.

Fiel a la arriesgada pero exitosa filosofía de no conocer límites, ni físicos ni 'matemáticos', Márquez se ha anotado su octavo título mundial en Tailandia con la proeza añadida de conquistarlo ganando y cuatro carreras antes de que finalice el Campeonato 2019, algo que no sucedía desde hace 14 años, cuando Rossi hizo lo propio en 2005, por lo que el de Urbino ve evaporarse así otro de sus últimos logros en favor del intratable piloto de Cervera. Con 9 victorias, 14 podios, nueve 'poles' y 10 vueltas rápidas en 15 carreras disputadas (de un total de 19), Marc Márquez ha alcanzado por sexta vez la gloria en MotoGP (cuarta consecutiva), merced a unos resultados casi comparables con los de 2014, en que logró su segundo título de la máxima categoría con la friolera de 10 triunfos consecutivos. Es más, hasta el momento 'sólo' ha sufrido once caídas, dos precisamente en Buriram, donde la primera de ellas hizo saltar las alarmas, pero el pasado año lamentaba ya 17 y el anterior ¡23!, con lo que refrenda también la genuina madurez que acredita. Sin duda, ha sido un año tan redondo como las ruedas de su complicada Honda RC213V (de 1.000cc), con la que ha logrado ya 53 triunfos en la cilindrada reina, 79 totales si le unimos los de 125cc y Moto2 a la brillante carrera deportiva que acredita, por lo que supera también al británico Mike Hailwood en número de victorias. Pero ahí no acaba todo, para no quedarse corto esta temporada también ha dado caza en el apartado de podios al rey italiano del motociclismo, Giacomo Agostini, que 'sólo' cuenta con 88, tres menos que el 'extraterrestre' catalán.

Comparativas de Marc Márquez.

A la vista de sus mágicas cualidades, juventud e imparable trayectoria, nadie duda que Márquez seguirá destronando mitos sin descanso, no tendrá 'clemencia' porque le espera una cumbre jamás escalada con forma de número: 16. De hecho, si renueva el título de campeón la próxima temporada 2020, igualará de una tacada a Ubbiali, Hailwood, Rossi en número de coronas (9), equiparándose con este último en lo que a triunfos de la categoría reina se refiere (7). Todo ello podría coincidir además en el tiempo con la probable retirada de Valentino, por lo que Marc se fijaría ya en Ángel Nieto y sus 12+1 títulos como siguiente objetivo. Ni que decir tiene que recurrimos a esas referencias del pasado o metas muy altas porque en la actualidad no existen competidores que pongan en duda la superioridad del piloto español. Márquez corre contra rivales que tiene muy superados e incluso amargados, de ahí que la batalla se centre en la lucha contra la tozuda historia, donde aparece la figura de Agostini y sus 15 campeonatos del mundo.

Por descontado, serán muchos los que sin dilación hayan comenzado ya a realizar comparaciones odiosas con el palmarés de Marc y Giacomo. Pero no hay que olvidar que este último disputaba al unísono las categorías de 500cc y 350cc, algo que actualmente resultaría imposible por competitividad y exigencia. Hace ¡47 años! años que piloto italiano dominó a placer ambas categorías, desde 1968 a 1972, por lo que buscar semejanzas estadísticas resulta casi ofensivo. Por aquel entonces se celebraban sólo 10 grandes premios anuales, de ahí que entre las dos cilindradas el de MV Agusta realizaba un máximo de 20 carreras totales, prácticamente las que viene a cumplir Marc Márquez en la actualidad, aunque si por él fuera y se lo permitieran, tal vez competiría también por el título de Moto2. Giacomo sí pudo permitírselo, 'jubilándose' con 35 años y un espléndido bagaje que incluía los 15 títulos, 122 victorias, 159 podios, 9 ‘poles’ y 117 vueltas rápidas. De momento, Marc va muy bien encaminado hacia esos hitos y cosecha ya mayor número de poles (89) que el mito de Brescia. Eso sí, Giacomo lo tiene claro a sus 77 años: "Márquez es un caníbal que me puede ganar. Quiero que me invite a la fiesta cuando lo consiga".

Marc Márquez, celebrando octavo su título mundial. / MotoGP.com

Reconocible a leguas, el fenómeno Marc Márquez levanta pasiones en los cinco continentes, no sólo por su grandeza excepcional como deportista, también por la forma que tiene de ser, hablar y actuar, por su sonrisa y rostro de felicidad sin igual, por ese desparpajo espontáneo con el que pilota una motocicleta de 250 caballos de potencia que sólo él domina a la perfección. Por momentos, da la sensación de que intenta retorcer la moto para que pueda entrar por sitios imposibles a velocidades de vértigo, salvando caídas que parecen inevitables. No se corta tras un susto, abre gas, se crece. Memoriza sus errores y aprende el método para resolver nuevos fallos. Ha creado un estilo y no se observan alumnos a la puerta de su 'escuela'. Hace los cambios de dirección con violencia, como si fuesen una pérdida de tiempo, con suficiencia, sobrado, seguro. Las reacciones inesperadas de su Honda, o los fallos propios al pilotarla, los asume como ejercicio de aprendizaje, no se inmuta, ni se amarga, ni pone cara de asco, nada le saca de quicio. Como todos los pilotos, Marc tiene memorizado cada palmo de pista de un circuito, hasta el punto que podría hacerlo con una venda en los ojos. Pero, a diferencia de sus competidores, si en lugar de pilotos fuesen músicos, él tocaría obras maestras sin partituras. De ahí que rivales como Petrucci, uno de los pocos que este año le han arrebatado una victoria, e integrante con Dovizioso del equipo Ducati que le ha disputado el título en los dos últimos años, asuman con resignación que "ganarle es siempre muy difícil, luchamos contra el piloto más fuerte de la historia".

El abrazo de dos campeones: Marc Márquez y Giacomo Agostini. / MotoGP.com

En definitiva, consiga o no superar los 15 títulos mundiales de Agostini, Márquez es ya para muchos el mejor piloto de todos los tiempos. Aunque aún le reste un trecho para alcanzar la alta y fría cima estadística del mito italiano, lo que sí ha confirmado sobradamente el astro español es uno de mis humildes aforismos: el deporte consiste en jugar a vivir más rápido que el resto de los mortales y, sea cual sea la actividad deportiva que realicen, los grandes genios alcanzan el éxito a fuerza de aprender acciones y errores repetitivos. Cuantas más veces lleguen a la meta que se propusieron, más veces habrán vivido. Es decir, Marc Márquez ha tenido ya ocho vidas y va lanzado a por las 16. Síganlo de cerca, si pueden…

(*) Jesús Benítez, periodista y escritor, fue editor jefe del Diario Marca y, durante más de una década, siguió todos los grandes premios del Mundial de Motociclismo. A comienzos de los 90, ejerció varios años como jefe de prensa del Circuito de Jerez

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