Márquez y el manual de autoayuda
Una vuelta más
Marc pone hoy fin en Valencia a 11 años en Honda para intentar “volver a divertirme” con la Ducati
El octacampeón mundial quiere dejar atrás la pesadilla que vive desde la grave caída de Jerez 2020
"Podría haber sido egoísta, seguir dando vueltas y cobrando un dineral, pero priorizo lo deportivo"
Cuando alguien toma una decisión relevante o trascendental, suele basarse en una gran confianza y seguridad en sí mismo, le ha tenido que dar muchas vueltas a la testa antes de decidirse. Así parece haber sucedido con Marc Márquez, que este 26 de noviembre de 2023 pondrá fin en Valencia a 11 años militando en Honda para, según dice, “intentar volver a divertirme” con una Ducati. La moto italiana sustituirá a su inseparable montura japonesa coloreada por Repsol. Sin duda, un colosal cambio técnico, mental y de paradigma. A sus 30 años de edad, el octacampeón mundial de motociclismo, considerado como el mejor piloto de la historia, afronta una nueva e incierta etapa de su exitosa carrera deportiva, con el objetivo de dejar atrás esa pesadilla que vive desde la grave caída de Jerez en 2020, desencadenante de mil penurias físicas y quebraderos de cabeza.
Todo el mundo especula ya sobre si este cambio de marca permitirá o no al genial motociclista de Cervera volver a ganar, justo como lo hacía de forma ininterrumpida y magistral hasta 2019. Lógicamente, el debate despierta infinitos interrogantes: ¿Conquistará sin demora su novena corona en 2024 con esta nueva Ducati? ¿Su adaptación será inmediata? ¿Acertará abandonando ese legendario equipo oficial nipón, para ir a uno privado italiano? ¿Sigue siendo mejor que el resto de pilotos de MotoGP? ¿Debió quedarse en Honda para hacer una moto competitiva? Cualquiera se apunta alegremente a las profecías y discursos, pero nadie como el propio Marc Marquez para ir dando respuesta a los justificados enigmas que se plantean sobre su incuestionable figura. De hecho, no es fácil ponerse en la piel del genuino piloto español que lleva sin ganar un Gran Premio desde octubre de 2021. Sus negativos resultados se culminan con el liderazgo en el ranking de caídas de MotoGP en este 2023, al acumular 28 percances y superar su récord de 2017 (en Alemania cayó 5 veces en 48 horas), por lo que arrastra 252 accidentes en 15 años compitiendo.
Es evidente que esta compleja pero inevitable decisión ha debido costarle lo suyo al piloto catalán residente en Madrid, a la vista de las rotundas y sentimentales palabras pronunciadas cuando anunció ese cambio de aires: “Hemos compartido momentos inolvidables: 6 Campeonatos del Mundo, 5 Triples Coronas, 59 victorias, 101 podios y 64 poles. Risas, lloros, alegrías, momentos duros, pero lo más importante: una relación única e irrepetible”. Nadie sabe si para decidirse Márquez tuvo que recurrir a manuales de autoayuda, pero sí se conoce que llamó al tricampeón mundial y Leyenda de MotoGP Dani Pedrosa, que fue su compañero de equipo desde 2013 a 2018, cuya sabiduría es tal que parece tener un viejo en la barriga. Lo cierto es que, consultando y meditando, Marc dijo se acabó y ya cuenta las horas para subirse a la soñada Ducati con la que quiere hacer borrón y cuenta nueva. Para afrontar estas etapas de transición son muchos los pilotos que recurren al apoyo psicológico, algo que tampoco se sabe si lo utiliza el ocho veces campeón mundial.
Sea como fuere, en estos momentos tan trascendentales, los aficionados que le siguen en masa por los cinco continentes, desean saber qué pasa por la cabeza de Marc Márquez. Lógicamente, ese territorio queda reservado para los psiquiatras y psicólogos, pero en su defecto bien valen las pormenorizadas reflexiones realizadas por el propio Marc a la periodista de DAZN, Izaskum Ruiz, que con su reconocida cualidad como entrevistadora ha sabido colocarlo en el diván y sacarle respuestas a gran parte de los interrogantes que nos rondan por la mente. “Antes de tomar la decisión no estaba tranquilo. En primer lugar por la incertidumbre de que todo se estaba alargando y que no lo tenía nada claro. Cuando tomas una decisión, por muy dura que sea, lo pasas mal los primeros días, pero después ya te quitas un peso de encima”, comenzó afirmando Marc para, sin preámbulos, entrar directo en los puntos cardinales de la determinación que tomó: “Había muchas opciones y ninguna segura. Me costaba mucho dar el paso, dejar a los míos -entre otros su fiel jefe de mecánicos, el prestigioso Santi Hernández- y salir de mi zona de confort. Salir de ahí me daba mucho respeto, pero lo que hice fue lo que me aconsejaron todos los míos, incluido el equipo: "Sé egoísta en este caso y piensa en ti mismo, en tu carrera deportiva y en lo que necesitas ahora para seguir o lograr lo que estás buscando”.
¿Qué le hizo cambiar de opinión?: “Es un cúmulo de cosas. Lo que realmente me ha hecho dar este paso es divertirme otra vez encima de una moto. Esto lo tenía que hacer de forma inmediata, porque llevo cuatro años muy duros en mi carrera deportiva, no siento la ilusión. Estaba y estoy buscando aún la diversión encima de la moto, sonreír debajo del casco, querer salir a pista y tener la ilusión de seguir con mi carrera deportiva. Un año más como los duros que he pasado, igual me acababa de hundir o me dejaba tocado. Entonces, he buscado la opción menos ambiciosa, más arriesgada. Por eso, un equipo familiar como el de Gresini Racing -su hermano Álex será su compañero-; aunque no sea el oficial y no tenga todas las piezas, el objetivo es encontrar ilusión, que me despierte las mariposas en el estómago de venir a un circuito y disfrutar encima de la moto. Ahora asocio un circuito con sufrimiento, y así no me veo compitiendo muchos más años. Y lo que quiero es lo contrario, competir muchos más años” y añade: “Podría haber sido egoísta, seguir dando vueltas y cobrando un dineral, pero priorizo lo deportivo. Competir sin disfrutar no tiene ningún sentido. Yo creo que Honda necesita tiempo y tienen que colocar todo el presupuesto en la moto. Y una fábrica tiene tiempo, pero como piloto no tienes tanto tiempo. Si pierdes un año, es un año menos con el que cuentas para desarrollar tu carrera. Un atleta tiene que intentar sobrevivir cuando tiene un momento difícil”.
Ni que decir tiene que Marc Márquez le desea lo mejor a Honda: "Igual dan con la tecla el año que viene, ojalá, porque les deseo lo mejor y seré el primero en volver a llamar a la puerta de Honda. Si tienen una moto ganadora, el piloto va a la moto ganadora. Pero hemos coincidido en que ahora necesitan tiempo y un atleta no tiene tiempo. Una marca, en cambio, puede tener todos los años que desee. Con presupuesto e ingenieros, de aquí a cinco años serán mejores, pero para un piloto y atleta pasan los años y ya no los recuperas. Te tienes que buscar lo mejor” y añade: “Al final, un piloto lo que busca es la mejor moto de la parrilla. Y ahora mismo, la Ducati es la mejor moto. Quizá el año que viene Honda, KTM o Yamaha dan un paso adelante, pero ahora mismo esta era la mejor opción”.
Todo el mundo habla de si puede ganar con una Ducati de 2023. Su respuesta surge directa, sin pestañear: “Sí, la moto estará lista, pero antes de probarla -lo hará este martes 28 de noviembre en Valencia- sería un error por mi parte afrontar ya que voy a intentar ganar en 2024, cuando llevo dos años sin ganar una carrera y he hecho sólo un par de podios en ese tiempo. Llevo once años pilotando el mismo estilo de moto, voy a tener que adaptarme a muchas cosas. Los otros pilotos también van rápido, Bagnaia, Martín, Bezzechi, todos los pilotos de Ducati van rápido. Por ello, mi objetivo principal es divertirme encima de la moto. Si no lo consigo, ya puede haber moto, equipo, patrocinadores o lo que quieras, que no van a salir los resultados”.
Por su propio bien y el de MotoGP, ojalá consiga divertirse Marc Márquez. Él siempre me ha impresionado hasta límites insospechados. Sobre la moto y cuando habla, te deja marcado. Tanto es así que tengo una frase suya grabada a fuego: “La bestia que llevo dentro la frenas a base de golpes”. Esas ‘volcánicas’ palabras están en sintonía con una canción de Franco Battiato: “El animal que llevo dentro, no me ha dejado nunca ser feliz. Me roba todo, hasta el café. Me vuelve esclavo de mis pasiones”. Quizá al cantante italiano le hubiera ido mejor siguiendo el ejemplo del genial piloto español, como si de un manual de autoayuda se tratara…
(*) Jesús Benítez, periodista y escritor, fue Editor Jefe del Diario Marca y, durante más de una década, siguió todos los grandes premios del Mundial de Motociclismo. A comienzos de los 90, ejerció varios años como Jefe de Prensa del Circuito de Jerez.
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