Jerez Íntimo
Marco Antonio Velo
De Jerez a San Fernando: un abuelo habla con su nieto
Una vuelta más
Nunca se deja de aprender, por mucho que ya sepas. Más aún si eres muy joven con una larga vida por delante. En particular, los niños actúan cual esponjas, absorbiendo sin descanso conocimientos, rituales y experiencias, pues perciben con prontitud que el saber no ocupa lugar. Se dan incluso casos excepcionales como el del piloto Pedro Acosta, en que ese aprendizaje llega a ser tan meteórico que los cambios o 'metamorfosis' llaman poderosamente la atención, no dejan a nadie indiferente. En sólo tres años, el que fuera aventajado campeón mundial de Moto3 en 2021 y máximo favorito al título de Moto2 este 2023, ha experimentado una profunda transformación que, más allá de lo profesional, se evidencia también en su comportamiento, la estética (hasta hace nada con reminiscencias punkis) y en la dialéctica desacomplejada que le caracterizaban. Sin duda, el extrovertido piloto murciano ha cambiado y para bien, como de la noche al día.
Todo tiene un porqué. Aquel histórico triunfo de Acosta en el año 2021 de su debut mundialista (junto con el de Capirossi el más joven de todos los tiempos en motociclismo), hizo que todas las miradas y focos se centrasen en un niño para el que todo estaba sucediendo muy rápido, demasiado veloz. Las cámaras y micrófonos de la televisión o prensa no le dejaban ni a sol ni a sombra y, como es lógico, desconcertaron ciertos comportamientos que, por momentos, recordaron a los integrantes del inolvidable primer grupo punk londinense Sex Pistols, pioneros en su género a mediados de los setenta. No ya por el peculiar corte de pelo de Pedro (al estilo del cantante Johnny Rotten), que también, o por no cortarse un pelo en ocasiones al afirmar que "durante toda la carrera tenía ganas de cagar", o por ser muy explicito afirmando que "en una de esas me ha salido todo el desayuno por delante. La suciedad que se veía en mi mono es porque he vomitado"… O por tocarse sus partes nobles en el podio mientras sonaba el himno de España para celebrar su última victoria del año pasado en Valencia. O por el desparpajo con que a veces se expresaba rozando la insolencia, rematadas incluso con alguna peineta al levantar el dedo pulgar, como brillantemente captó en su día el fotógrafo también murciano Juan Trujillo… Pero todo ello ya va quedando atrás.
El Pedro Acosta de 2023 ha sabido reconducir su camino, reafirmándose como uno de los pilotos españoles con más presente y futuro. Así lo corroboraba de forma original días atrás el veterano periodista Manuel Pecino tras entrevistarlo en su canal de Youtube (PecinoGP) con una afirmación antológica: "Pues sí, Pedro, reconozco que has madurado un montón. Eres otro con respecto al año pasado, como si fueses otra persona. Me ha cambiado por completo la idea que tenía de ti, lo digo honestamente. Antes me parecías un tipo alocado, algo propio de tu edad, pero ahora ya veo a un piloto maduro, que seguro hasta se afeita. Es evidente que has dejado atrás al adolescente para dar paso a un 'hombre joven' con las ideas claras, maduro a la hora de reflexionar sobre lo que tiene y no tiene que hacer". Y para no ser menos, el propio Pedro reconocía lo dicho por el periodista con 30 años de experiencia mundialista: "Pues sí, a fuerza de cometer errores, la gente aprende. Nadie nace sabiendo. Reconozco que he tenido poca trayectoria profesional, pues hace tres años estaba corriendo como un 'rookie' (novato) en el campeonato FIM que vencí en 2020. Y de ahí paso a ser piloto oficial de KTM con 16 años, ganando un Mundial de Moto3 con 17 en mi primera temporada. Al año siguiente subo de categoría a Moto2 y este 2023 va a ser el primero en que me asiento un poco, tras varios con muchas prisas, quizás demasiadas. Está claro que no puedes trazar una línea o camino perfecto, porque sería demasiado bonito. Madurar viene solo. Hay chicos que deben decidir qué van a estudiar con 18 años y yo a qué técnicos voy a escoger. Está claro que trabajar con gente mayor te ayuda. De hecho, mi mánager Albert Valera no quería llevarme al principio porque me veía demasiado pequeño, pero cambió de idea. Y suerte que lo hizo, porque si no llega a ser por él igual yo no estaría hoy aquí".
Pese a su juventud, Acosta no tiene perjuicios a la hora de expresarse, lo hace siempre con naturalidad e ironía, sin inhibiciones ni filtros. Muchas de sus sonadas afirmaciones delatan tanto su capacidad introspectiva, como una fuerte personalidad y un análisis permanente del medio en que se desenvuelve. Ya en 2021, año en el que deslumbró a propios y extraños arrasando en Moto3, supo hacer una 'radiografía' perfecta de las circunstancias en las que se movía: "Esto al final es un show, un circo, y los pilotos somos los payasos de la cámara. Te llegan cosas por un lado, por el otro… Pero bueno, me gusta escuchar lo que la gente dice de mí. Sobre todo a los 'haters'. Siento que tengo un club de fans para mí solo, observando lo que hago las 24 horas. Sólo les escucho a ellos. Todo el mundo te puede decir cosas buenas siempre, pero tener un club de fans para ti solo 24 horas mirando lo que haces y lo que dices es increíble"… "La verdad es que yo no creo en los psicólogos. Tampoco hago demasiado caso a la gente. Hay muy poca gente que me caiga bien, y al final creo que no hace falta que una persona te diga 'no escuches esto, no escuches lo otro', creo que estamos en el Mundial, la gente tiene que saber lo que le va mejor o peor". O como afirmó el pasado año cuando ganó su primera carrera de Moto2 en Italia tras un largo y lógico periodo de adaptación: "Es muy fácil criticar y creo que aún más cuando empezamos una etapa mal. Esto es como si al final estás haciendo entrevistas de motos durante 20 años, cuando te pasas al fútbol más o menos no te aclaras. En mi caso sólo me fijé en lo malo para mejorarme a mí mismo". Y está claro que lo ha hecho.
Salta a la vista que, con una inmejorable pretemporada, Acosta está preparado para llevar la voz cantante en este Mundial de Moto2. Así se lo reconocía al concienzudo periodista Álex López Rey, de Motorbike Magazine, con vistas a este primer Gran Premio de Portugal de 2023: "Llego anímicamente bien. Ya me di cuenta el año pasado de que, cuando la cabeza va, va todo lo demás. Le he echado muchas horas, sobre todo físicas, para intentar coger un poco más de peso, que creo que fue un problema el año pasado, porque estaba bastante delgadito. Creo que ese ha sido el cambio más grande". No hay que olvidar que ese 2022 de su debut en Moto2 logró tres victorias, un total de cinco podios y acabó quinto del campeonato como 'rookie' del año, habiendo tenido una lesión de por medio que le hizo perder dos carreras. Estábamos un poco malacostumbrados a lo que conseguía Pedro Acosta, pero fue un año bastante decente para un novato en esa categoría. Él mismo lo reconoce: "La gente sólo ve lo que hay en la tele. Yo sólo era un crío de 17 años que llegaba a un sitio con cosas nuevas, que no sabe muchas cosas que te pueden hacer cometer errores. Lo duro de Moto2 es que llegas siendo un niño y te tienes que adaptar rápido a todo. Creo que me ha ayudado ya no el hecho de hacerlo mejor o peor, sino todos los errores que cometí al principio. En las primeras cinco carreras creo que me caí dos veces por Gran Premio. Eso son 10. Ahora me he hecho más frío. El año pasado me cayeron muchos palos, que creo que muchos de ellos fueron por tirar palos al aire, porque Pedro Acosta en mayo del año pasado estaba volviéndose a casa a pescar con su padre, y a la semana ganó una carrera y ya lo suben a MotoGP. Eso ha hecho que me dé cuenta de que la afición puede ser cruel en algunos momentos y te puede alabar en otros. Hay que saber quién es cada uno".
El cantante de los Sex Pistols era muy tajante al iniciar sus conciertos afirmando "no estar aquí para divertiros. Estoy aquí para divertirme" y Pedro Acosta, de forma sana, también lo ha dejado muy claro con tres de sus frases antológicas: "He venido aquí a aprender, no a enseñar", "Roma ya está descubierta, no la voy a descubrir yo" y "el postre es el último plato que te comes". Seguro que lo aprovecha y lo disfrutamos todos…
(*) Jesús Benítez, periodista y escritor, fue Editor Jefe del Diario Marca y, durante más de una década, siguió todos los grandes premios del Mundial de Motociclismo. A comienzos de los 90, ejerció varios años como Jefe de Prensa del Circuito de Jerez.
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