Todos quieren destronar al 'rey' Márquez

Como hace dos años, el italiano Andrea Dovizioso encabeza la clasificación del Mundial de MotoGP en la llegada del campeonato a suelo europeo, con el marco incomparable del Circuito de Jerez como escenario de una batalla que se presenta con muchos alicientes, las espadas en todo lo alto, tres pilotos separados por apenas cinco puntos y un Marc Márquez obligado a remontar, en un circuito donde ya ganó el pasado año, después del rosco y la decepción de Austin. La lucha sigue abierta: tres carreras y tres fábricas que han saboreado las mieles del éxito: Ducati, en Qatar; Honda, en Argentina; y Suzuki, en Texas. La única 'grande' sin estrenarse aún es Yamaha.

Dovizioso lidera el Mundial con 55 puntos gracias a la victoria que logró en la prueba inaugural en Qatar, no exenta de polémica por la utilización de un apéndice aerodinámico en el basculante de su moto que provocó la reclamación del resto de constructores. Luego, el italiano fue tercero en Argentina y se bajó del podio en Austin.

Justo detrás se presenta en Jerez Valentino Rossi, que persigue su décimo mundial desde hace varios años y que se ha encontrado en el último lustro con el 'muro' Márquez, con quien ha limado asperezas... hasta la próxima escaramuza. Tras un inicio algo discreto en Qatar, donde fue quinto, Rossi ha obtenido dos segundas plazas en Argentina y Austin, aunque en ambas perdió la batalla con los españoles, primero con Márquez en Termas de Río Hondo; y seguidamente con un espectacular Álex Rins en Texas. No obstante, el rendimiento del 'cuarentón' Rossi está muy por encima del de su compañero Viñales, decepcionante en este inicio de Mundial.

Sorprendente, o quizá no tanto, es la situación de un Álex Rins que está aprovechando su constancia para marchar tercero de la general, colocando a la Suzuki en niveles que no se veían desde hace casi 20 años. Si en Qatar acababa rozando el podio y en Argentina era quinto, Rins protagonizó una gran remontada en Las Americas para terminar arrebatándole el triunfo a Rossi… con el permiso de un Marc Márquez que se iba al suelo cuando lideraba la carrera en solitario.

Y es que la caída del pentacampeón de MotoGP -los tres últimos consecutivos- distorsiona y esconde una realidad palpable: si no es por aquel error, el de Cervera llegaba a Jerez con un buen saco de puntos sobre sus rivales. Y para mantener el interés del campeonato quizá haya sido lo mejor. 'Gracias' a esa caída, el campeón está obligado a remontar y a no cometer errores. Pero Márquez ya ha demostrado sobradamente que de coco es también un privilegiado, el mejor de la parrilla y sabe hacer 'click': borrón y cuenta nueva.

Y así se presenta en un Circuito de Jerez-Ángel Nieto que no es que se le dé especialmente bien. No obstante, aquí ganó en 2014 y aquí comenzó el año pasado a poner los cimientos de un nuevo campeonato, el tercero de manera consecutiva, al aprovechar la triple caída en la que se vieron envueltos las Ducati de Dovizioso y Lorenzo y la Honda de Pedrosa.

Y si en el box de Márquez hay una relativa satisfacción, todo lo contrario sucede en el de Jorge Lorenzo. El mallorquín sigue en ese proceso de adaptación a la nueva RC213V. Las cosas no están saliendo como el balear esperaba. Dos semanas antes del inicio de la pretemporada sufrió una fractura de escafoides en la muñeca izquierda que le obligó a pasar por el quirófano, perdiéndose el primer test en Sepang. A partir de ahí, todo ha ido cruzado. El debut en Qatar fue algo más que discreto (13º), las cosas no fueron a mejor en Argentina (12º), terminando de torcerse en Austin abandonando por problemas mecánicos, algo insólito en Honda. De cualquier modo, Lorenzo siempre es competitivo y más en Jerez, donde ha ganado cinco veces, tres en la máxima categoría.