Márquez da la vuelta a la tortilla
De plantearse la retirada, ha pasado casi en un santiamén a ser otra vez el más temido de MotoGP
Tras 4 años sufriendo un viacrucis, el octacampeón opta al título y pilotará la Ducati oficial en 2025
Marc está protagonizando una de las hazañas de superación más notorias en la historia del deporte
Creer que lo has visto todo, es un clamoroso error. Siempre habrá algo o alguien asombroso para sorprendernos, rompiendo con la incredulidad, monotonía y rutina establecidas. Ahí tenemos el ejemplo reciente y palpable de Marc Márquez, que si hace muy poco llegó a plantearse la retirada, casi en un santiamén ha pasado a ser otra vez el piloto más temido de MotoGP. Para admiración y sorpresa general, el brillante deportista español ha logrado ‘retorcerle el brazo al cruel destino’. Lo suyo se describe con una sencilla palabra: proeza, que es sinónima de hazaña, valentía o acción valerosa, heroicidad, gesta, epopeya u hombrada que requiere de un gran valor y habilidad para su logro. Sí, casi en un abrir y cerrar de ojos, Marc dejó atrás Honda para ganarse a pulso un puesto en el equipo oficial que Ducati creará en 2025 junto al bicampeón Bagnaia, no sólo por ser 8 veces campeón mundial de motociclismo, sino por haber demostrado en muy pocos meses que no había perdido facultades en los cuatro años de viacrucis que, desde su grave caída de 2020 en Jerez, llevaba a las espaldas. Muy al contrario, Márquez sigue metiendo miedo e imponiendo autoridad y opta al título de 2024. Quién lo hubiera dicho, quién lo ha visto y quién lo ve.
Han bastado solo siete grandes premios de esta temporada para que la marca italiana que lidera MotoGP confirme la contratación de Marc Márquez, conscientes de que, al margen de estar de vuelta, vivito y coleando, incluso es candidato a ganar el Campeonato este mismo año. El inigualable piloto catalán ha hecho suyo el dicho antiguo de “la ocasión la pintan calva”, cuyo significado se simplifica en que no hay que vacilar, sino tener decisión y diligencia para no perder las contadas o mínimas oportunidades que se presentan. Márquez lo ha refrendado con matrícula de honor, pues llega esta semana a la octava prueba del Mundial ocupando la tercera plaza en la clasificación provisional del certamen, a 37 puntos del líder Martín, siendo 17 la mínima desventaja con Bagnaia, que es segundo. Pero lo más deslumbrante de todo, es que con 13 pruebas aún por disputarse, Marc ya ha sido confirmado meritoriamente como oficial de Ducati para 2025, cuando hasta hace poco los italianos no lo tenían muy en gracia por la enemistad que le profesa el legendario Valentino Rossi. Para Márquez, el viento sopla a favor y no le duelen prendas confesarlo: “El acuerdo ya está por dos años, con Ducati, con la moto que gana. Ahora mismo no hay una moto más rápida. En la última carrera, las cuatro primeras eran Ducati”, señaló el octacampeón tras rubricar con el equipo rojo.
Recobrada la felicidad que hasta 2019 le había hecho conquistar ocho títulos, 79 victorias, 130 podios, 89 poles y 70 vueltas rápidas, Marquez vuelve a hacer visible una sonrisa de oreja a oreja: “Estoy muy contento de poder vestir los colores rojos del equipo oficial Ducati en MotoGP la próxima temporada. Desde el primer contacto con la Desmosedici, disfruté pilotándola y me adapté enseguida. Desde ese momento, supe que mi objetivo era continuar este camino, seguir creciendo, y pasar al equipo donde Bagnaia ha sido campeón del mundo durante dos años consecutivos. Estoy feliz de poder dar este gran paso en 2025 y agradecido por la confianza que Ducati ha depositado en mí. También quiero dar las gracias a toda la familia de Gresini Racing por abrirme las puertas de su equipo en un momento delicado de mi carrera. Ahora, seguiremos divirtiéndonos y dándolo todo en lo que queda de la actual temporada, que es mi prioridad en estos momentos”. Eso sí, ya se pone deberes: “El año que viene hay que luchar por el título. Tomé una decisión muy importante, que fue dejar el Repsol Honda, el equipo de toda mi vida, con una carga emocional que fue dura, pero lo hice dando prioridad a mi carrera deportiva y a lo deportivo, que era buscar resultados. Cuando hay resultados, hay motivación. Hay que echarle valor y ganas cuando asumes un reto tan importante, porque me voy a subir a la mejor moto, a la que gana, y a ver qué pasa. Ahí te expones a todo, a críticas, a halagos, a todo lo que pueda suceder, pero tenía ganas de hacerlo porque veía que de otra manera mi carrera deportiva sería otra. Llevaba cuatro años de lesiones, sin resultados, y ahí la motivación cuesta mantenerla. Y sobre todo la confianza. Puse un plan en mi cabeza, una estrategia, y está yendo muy bien”.
Antes de que llegue 2025, Marc Márquez prefiere mantener los pies en el suelo y no olvida las opciones de éxito que aún alberga en este 2024. Así se lo transmitió al periodista Mela Chércoles en la primera entrevista que concedió tras anunciar su fichaje por Ducati oficial de cara al próximo año: “De momento, estamos peleando por este Mundial. Las carreras de Le Mans y Montmeló las salvé puntuando a lo Real Madrid, en el minuto noventa y pico. Lo salvas una vez, dos, pero no salvas un Mundial. Es ahí donde tanto Pecco como Martín no fallan ni en entrenamientos, pero estamos haciendo un gran trabajo con el equipo Gresini, sacando partido a lo que tenemos. Lo que quizás no llegamos por alguna parte, lo suplimos con la felicidad que hay dentro del box”. Con tales ánimos, Marc tampoco esquiva las preguntas sobre su situación física o el temor a sufrir nuevas caídas: “No es miedo, pero sí que, después de tantas carreras sin confianza, hay rigidez en el cuerpo. Ya no vas igual de suelto y no te salen las cosas igual. Cuando entras en modo defensa del cuerpo, vas menos suelto y es más peligroso, porque no eres capaz de llevar una buena posición. Es como cuando un delantero no tiene confianza, que la pega y se va al cuarto graderío, y cuando la tiene deja el pie y entra. Sí que entré en un bucle en el que no era capaz de salir. Pero ahora va a hacer un año sin lesiones, y toco madera, porque llevaba una detrás de otra, así que el verano pasado cambié de mentalidad. Me dediqué toda la segunda parte de la temporada pasada a reconstruir la confianza. Ahora, si quedo tercero o si me caigo me digo: “Tranquilo que el lunes es otro día y en una semana y media es otra carrera. Eso lo afirmo con mis 31 años. Antes, con 25, decía que mi cuerpo estaba hecho para la moto, no existía nada más en la vida. Y no quiero decir que ahora reste ambición. Tengo la misma, el mismo sacrificio y trabajo, pero pensar así me ayuda a estar más relajado”.
Marc Márquez no se reencuentra con la victoria desde Misano 2021, pero la tiene en su punto de mira: “La 60 creo y confío en que llegará esta temporada. ¿Cuándo? No se sabe, pero una de las cosas que he aprendido es a no obsesionarme, porque si sólo te vale la victoria van a llegar muchas caídas. Estamos jugando nuestras cartas y, cuando no se puede, no se puede. En Mugello, tenía mucho ritmo en la sprint y quedé segundo. Y en la carrera me costó más y quedé cuarto, pero esperemos que llegue esa victoria”. ¿Y el noveno título? Sobre eso, el octacampeón también es rotundo: “Primero que llegue la victoria, porque sin victorias no hay títulos. Hay gente que lo ha hecho, como Alzamora, pero es muy difícil”. Con lo que Marc no se obsesiona de momento es con superar los nueve títulos de Rossi: “Nunca he tenido un número como referencia y ahora, menos. Este año dije que tenía que volver a disfrutar para seguir con mi carrera deportiva y lo he conseguido. Trazamos un plan, una estrategia. Evidentemente, no hay una sola línea sino dos, y es ahí donde con los resultados en pista puedes coger una u otra”. Sin lugar a dudas, Marc Márquez está protagonizando una de las hazañas de superación más notorias en la historia del deporte. No sabemos hasta dónde será capaz de llegar, pero de momento ya le ha dado la vuelta a la tortilla del infortunio. Quién lo hubiera dicho, quién lo ha visto y quién lo ve…
(*) Jesús Benítez, periodista y escritor, fue Editor Jefe del Diario Marca y, durante más de una década, siguió todos los grandes premios del Mundial de Motociclismo. A comienzos de los 90, ejerció varios años como Jefe de Prensa del Circuito de Jerez.
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