EEUU abre la puerta a más bombardeos en Iraq
Washington inició sus ataques "selectivos" al Estado Islámico para proteger al país de la "amenaza" de los yihadistas.
Estados Unidos inició hoy sus ataques "selectivos" a posiciones del Estado Islámico (EI) con dos rondas de bombardeos en el norte de Irak, y dejó abierta la posibilidad de ataques adicionales para proteger al país de la "amenaza" de los yihadistas.
Apenas unas horas después de que el presidente estadounidense Barack Obama anunciase anoche su autorización para los ataques aéreos "si fuese necesario", el Pentágono confirmaba el viernes la primera ronda de bombardeos.
A primera hora, informaba de que dos aviones Hornet F/A 18 habían lanzado bombas de 230 kilos dirigidas por láser contra dos piezas de la artillería de los yihadistas del EI que habían disparado contra los defensores kurdos de la ciudad de Erbil, en una zona en la que había fuerzas estadounidenses.
Posteriormente, agregó el Pentángono, se produjo la segunda ronda de ataques aéreos, en la que se combinaron aviones pilotados remotamente y cuatro aviones F/A 18 para atacar "posiciones terroristas de lanzamiento de morteros" y un convoy de siete vehículos, también a las afueras de Erbil, en el norte de Irak.
"Cuando los combatientes del EI regresaron a la ubicación, momentos más tarde, los terroristas fueron atacados de nuevo y eliminados exitosamente", indicó el almirante John Kirby, portavoz del Pentágono en un comunicado.
Los aviones operaron desde el portaaviones George W.H. Bush, apostado a unos 1.000 kilómetros al sur en el Golfo donde ingresó en junio pasado por órdenes del jefe del Pentágono, Chuck Hagel.
Kirby explicó que en la capital del Kurdistán iraquí hay "de 35 a 40" militares estadounidenses que trabajan en la coordinación y planificación de las operaciones, y donde también se encuentra un consulado estadounidense.
La Administración estadounidense ha señalado que "la prioridad principal es la protección del personal estadounidense, la segunda es esta situación urgente por la cual estas minorías religiosas y étnicas, hombres, mujeres y niños están atrapados en la montaña de Sinjar", en palabras de Josh Earnest, portavoz de la Casa Blanca en su rueda de prensa diaria.
Earnest se refería a las cerca de 200.000 personas, en su mayoría yazidíes kurdos y cristianos, que se encuentran aislados y con necesidad urgente de agua, comida, refugio y medicinas en las proximidades del monte Sinyar, en el norte de Irak, ante el avance de los yihadistas.
Precisamente, y antes de los bombardeos, EE.UU. realizó anoche una operación humanitaria en la que varios aviones de carga lanzaron comida y agua sobre el monte para ayudar a los miles de refugiados.
Aunque en su carta al Congreso Obama precisa que las acciones autorizadas tienen "carácter limitado" y rechaza que tropas estadounidenses vuelvan al terreno, Washington ha dejado traslucir que podría llevar a cabo bombardeos similares en otras partes de Irak, ante el avance de los yihadistas, que ya dominan otras ciudades importantes como Mosul.
En una llamada esta tarde al presidente de Irak, Fuad Masum, el vicepresidente estadounidense, Joseph Biden, recalcó el "compromiso de EE.UU. en la protección" de todos los ciudadanos iraquíes ante la "amenaza" de las milicias yihadistas.
Biden subrayó que la "amenaza" de EI afecta a todos los iraquíes por lo que "afirmó el compromiso de Washington de apoyar Irak -de norte a sur- a la vez que trabajan para defender al país de esta amenaza internacional".
No obstante, recordó a Masum "la importancia de formar un nuevo gobierno bajo el calendario constitucional, incluido el programa nacional que ayude a consolidar las fuerzas nacionales contra EI".
Estados Unidos, que invadió Irak en 2003 y llegó a tener en ese país más de 120.000 soldados, completó en 2011 el retiro de sus fuerzas de combate y mantiene ahora unos 700 militares, que en su mayor parte se dedican a la protección de su embajada en Bagdad y algunas oficinas cerca del aeropuerto internacional de la capital.
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