Encuentro histórico en la Cumbre de las Américas

Barack Obama y Raúl Castro se reúnen por primera vez desde que anunciaron el deshielo entre ambos países. El emotivo discurso del cubano centra la primera jornada de la cumbre.

Encuentro histórico en la Cumbre de las Américas
Encuentro histórico en la Cumbre de las Américas
Agencias

11 de abril 2015 - 09:05

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, explicó a su homólogo cubano, Raúl Castro, que "era el momento" de que su país intentase "algo nuevo" en la relación con Cuba porque la política anterior no funcionó, durante la histórica reunión que celebraron en Panamá en el marco de la Cumbre de las Américas. La esperada reunión, la primera entre dos presidentes de ambos países en más de medio siglo, se realizó en una pequeña sala dentro del Centro de Convenciones Atlapa de Panamá, donde se está celebrando la VII Cumbre de las Américas con la presencia de los 35 países del continente y de Cuba por primera vez.

Obama y Castro estaban sentados uno al lado del otro, en un formato similar al que se usa cuando el mandatario estadounidense recibe a un presidente extranjero en el Despacho Oval. Es una reunión "histórica", admitió el propio Obama, quien reconoció también que la historia entre los dos países es "complicada". "Ahora estamos en condiciones de avanzar en el camino hacia el futuro", subrayó el presidente estadounidense.

Según Obama, la mayoría de los estadounidenses y también de los cubanos han respondido de forma positiva al anuncio para la normalización diplomática que él y Castro hicieron en diciembre pasado. "Con el tiempo es posible que podamos pasar página y desarrollar una nueva relación entre nuestros dos países", subrayó Obama.

Castro, por su parte, dijo que está "dispuesto a hablar de todo" en el proceso hacia la normalización bilateral. "Puede ser que nos convenzan de unas cosas y de otras no, no hay que hacerse ilusiones", sostuvo Castro también. Al afirmar que los dos países tienen que dialogar "con mucho respeto", el mandatario cubano reconoció que existen "muchas diferencias" entre uno y otro Gobierno.

La reunión de entre Obama y Castro estuvo precedida de una conversación telefónica el pasado miércoles y que estuvo centrada en revisar el proceso para la restitución de las relaciones diplomáticas bilaterales, que debe llevar a la reapertura de embajadas en Washington y La Habana. Esa apertura, para la que aún no hay fecha, también fue tratada en la reunión de tres horas que celebraron el jueves en Panamá el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, y el canciller de la isla, Bruno Rodríguez, que hasta ahora había sido el contacto de más alto nivel diplomático entre Estados Unidos y Cuba desde 1958.

El emotivo discurso de Castro acapara la primera sesión

El emotivo discurso del presidente de Cuba, Raúl Castro, en su primera Cumbre de las Américas acaparó la primera sesión del cónclave, en la que los demás mandatarios saludaron su acercamiento con Estados Unidos, al tiempo que condenaron las medidas del Gobierno estadounidense contra Venezuela. Con la frase: "Ya era hora de que yo hablara aquí a nombre de Cuba", Castro inició un discurso que duró un poco más de 40 minutos, cuando la intervención pactada era de 8 minutos. Dijo en un tono jocoso "como deben seis cumbres que excluyeron, 6 por 8: 48 minutos tocaría hablar".

Castro hizo un relato histórico de "agresiones imperialistas" a América Latina, pero exculpó de ellas al mandatario estadounidense, Barack Obama. Siempre en clara referencia a Estados Unidos, aseguró que "sólo en Suramérica fueron asesinados cientos de miles de personas" y citó como caso más "brutal" el golpe de Estado de 1973 contra el presidente chileno Salvador Allende, cuyo ejemplo es "imperecedero", dijo.

Antes de la intervención de Castro, habló el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quien dijo que su país "no será prisionero del pasado" con Cuba ni con la región, al mostrarse convencido de que si continúa el diálogo bilateral entre su Gobierno y la isla habrá progresos pese a las "diferencias". Obama calificó la Cumbre de "momento histórico" y dijo que el acercamiento entre Estados Unidos y Cuba marca un "punto de inflexión" para toda la región. "La Guerra Fría ya terminó" y "no estoy interesado en disputas que francamente empezaron antes de que yo naciera", afirmó de manera tajante. Asimismo, Obama admitió que en el pasado la política de derechos humanos de Estados Unidos no siempre fue acertada, pero que, hoy por hoy, su país no tiene interés en "inmiscuirse" cuando denuncia determinadas situaciones que no considera justas, sino que lo hace porque considera que es "lo correcto".

A su turno, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, dijo que Obama "ha cometido una agresión" con su decreto sobre la "amenaza" que supone Venezuela, pero le concedió que "no es" como su antecesor en la Casa Blanca, George W. Bush. Maduro propuso a Obama reconducir las relaciones bilaterales a partir de un diálogo basado en el respeto mutuo, pero condicionado en cuatro puntos, entre los que citó "derrocar" el decreto con el que Estados Unidos considera a Venezuela una "amenaza".

El primero en intervenir en la sesión plenaria fue el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, en el que propuso la creación de un sistema interamericano de educación y también destacó que la participación de Cuba en la Cumbre "levanta un escollo" en las relaciones del continente. A su turno, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, denunció que Estados Unidos "continúa con ilegales intervenciones" en América Latina, y que ha llegado la "hora para segunda y definitiva independencia" de la región, en referencia a las medidas ejecutivas del Gobierno estadounidense contra Venezuela.

La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, afirmó que la aproximación entre Estados Unidos y Cuba "abre una nueva era en las Américas" y expresó su rechazo a "las sanciones contra Venezuela", un país que, en su opinión, "demanda moderación de todas las partes". El mandatario mexicano, Enrique Peña Nieto, expresó su apoyo "al proceso de diálogo y entendimiento" que han iniciado "dos grandes amigos de México" y señaló: sigamos impulsando el dialogo político como modelo e instrumento de nuestro entendimiento". El presidente boliviano, Evo Morales, lanzó un duro ataque contra el Gobierno de Estados Unidos y calificó a ese país como "el primer promotor del mundo" de dictaduras militares y golpes de Estado. "La mirada colonial imperial de Estados Unidos sobre nuestra América Latina y el Caribe es una mirada de desprecio y de superioridad", añadió.

En su discurso, la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, afirmó que "el verdadero triunfo de la revolución cubana es estar presente" en la Cumbre, "porque lucho por más de 60 años con una dignidad sin precedentes". El mandatario peruano, Ollanta Humala, instó a los países americanos a "desatar las amarras que atan al pasado" y a dejar de lado las diferencias ideológicas, para apostar en la cooperación como fórmula para reducir las desigualdades. Humala, cuyo país organizará la próxima Cumbre de las Américas en 2018, también alertó sobre el impacto que el cambio climático tiene en el continente y citó como ejemplo las inundaciones que obligaron a la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, a ausentarse de esta cita.

Por su parte, el presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, pidió al sector privado invertir en los países del Triángulo Norte Centroamericano, para generar calidad de vida y que la migración sea "una opción y no en una obligación". El jefe de Estado de Honduras, Juan Orlando Hernández, pidió a la región "trabajo conjunto" y "cooperación genuina" para enfrentar los retos que implican el combate a la pobreza, la inseguridad personal y el crimen organizado. La última intervención de la primera parte de la jornada estuvo a cargo del primer ministro canadiense, Stephen Harper, quien expresó su satisfacción de "que todos los países del hemisferio estén aquí representados" y añadió: "Quiero mencionar el papel que ha tenido Canadá para facilitar el diálogo entre Cuba y Estados Unidos".

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