Escocia rechaza la independencia

Referéndum escocés

Los unionistas consiguen un respaldo del 55%, diez puntos más que el logrado por el sí. Salmond asume su derrota y Cameron promete entregar más autonomía a los escoceses.

Escocia rechaza la independencia
Escocia rechaza la independencia
Patricia Souza (Efe)

19 de septiembre 2014 - 06:34

Los escoceses rechazaron por un amplio margen de diez puntos, mayor al esperado, la oferta independentista que votaron este jueves en referéndum con una participación récord de casi el 84,5%. Según el recuento oficial dado a conocer este viernes, un 55% de los residentes en esta región británica marcaron con un no la papeleta en la que se les preguntaba si Escocia debería ser un país independiente, mientras otro 45% rellenó el sí.

La victoria de los unionistas, bastante más abultada de lo que pronosticaban los sondeos, llevó alivio al Gobierno del conservador David Cameron y decepción al ejecutivo autónomo escocés de Alex Salmond, promotor de una consulta que podría haber puesto fin a una historia común de más de 300 años. Ambos políticos acordaron en octubre de 2012 que se celebraría este inédito referéndum y ahora iniciarán un proceso de negociaciones para llevar a cabo la transferencia de poderes a Escocia prometida por Westminster para apagar sus ínfulas separatistas.

Con los 32 distritos escoceses escrutados, el no a la secesión arrasó con un 55,3% de los votos (2 millones) frente al 44,7% (1,61 millones) del sí. Estaban convocados a las urnas casi 4,3 millones de residentes en Escocia mayores de los 16 años. Fue la primera vez que los adolescentes de 16 y 17 años pudieron votar.

Durante la larga noche electoral, en la que el escrutinio del primer distrito escocés fue dado a conocer tres horas y media después del cierre de las urnas, los primeros resultados ya apuntaban a la victoria del no y pronto se vio que el avance era imparable. Poco antes de las 06:00, el anuncio de la victoria del sí en Glasgow, pero con un margen insuficiente y una participación más baja de la media (75%), dejó claro que se impondrían los unionistas, lo que finalmente hicieron con casi 400.000 votos de diferencia. De hecho, el independentismo solamente ha ganado en cuatro distintos electorales: el ya citado de Glasgow, Dundee, North Lanarkshire y West Dunbartonshire.

Aún así, Salmond se mostró muy satisfecho por "los 1,6 millones de votos a favor de la independencia" y pidió a los tres grandes partidos del Reino Unido -conservadores, laboristas y liberaldemócratas- que cumplan sus promesas de conceder más autonomía a la región. "Nuestro referéndum fue un proceso acordado y consensuado. Escocia ha decido en este punto que no quiere convertirse en un país independiente y yo acepto ese veredicto", afirmó después de admitir su derrota en un discurso muy aplaudido por sus partidarios. "Llamo a todos en Escocia a hacer lo mismo y a aceptar la voluntad democrática del pueblo escocés", manifestó el líder independentista, un hábil político que ganó por mayoría absoluta las últimas elecciones autonómicas.

Acto seguido, Cameron hizo una solemne declaración en la puerta de su residencia de Downing Street, en Londres, donde aseguró que cumplirá en su "totalidad" con la promesa de entregar más autonomía a Escocia tras ser rechazada la opción separatista. "Ahora es el momento de que nuestro Reino Unido se una y siga adelante. Una parte vital de eso es un acuerdo equilibrado, justo para la población de Escocia y, lo que es importante, para todos en Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte también", apuntó.

El primer ministro defendió también su decisión de aceptar la celebración de la consulta escocesa, que, de resultar favorable a la secesión, podría haber dejado en riesgo su puesto. Según explicó, aceptó el "órdago" del Partido Nacionalista Escocés (SNP) de Alex Salmond porque esta fuerza había obtenido un fuerte mandato en las urnas, en las elecciones autonómicas de 2011, y él es un "demócrata".

El rechazo a la independencia escocesa será seguido por un proceso de traspaso de competencias para el Parlamento de Edimburgo al que se comprometieron las grandes formaciones británicas y que se convertirá en ley en enero próximo.

stats