El Gobierno británico anula su plan fiscal en un intento de recuperar credibilidad
El nuevo ministro de Economía, Jeremy Hunt, advierte de que se avecinan recortes del gasto público
El liderazgo de Truss, debilitado
Londres/El Gobierno conservador británico ha revocado este lunes casi la totalidad de su plan fiscal presentado el pasado 23 de septiembre, a fin de recuperar la confianza de los mercados, si bien el cambio de rumbo deja debilitado el liderazgo de la primera ministra, Liz Truss.
Truss, que afronta peticiones de dimisión dentro y fuera de su partido, acompañó en la Cámara de los Comunes, sentada con cara de circunstancias, a su nuevo ministro de Economía, Jeremy Hunt, quien anuló la mayoría de los recortes impositivos con los que su jefa quería fomentar el crecimiento.
Hunt, que el pasado viernes sustituyó a Kwasi Kwarteng, cesado tras el fiasco de la estrategia económica inicial, ha reconocido que ha tenido que tomar decisiones "difíciles" y ha advertido de que se avecinan recortes del gasto público a fin de reducir a medio plazo la deuda neta acumulada.
A fin de calmar a los mercados en su apertura de este lunes, el canciller del Exchequer adelantó por la mañana los cambios que planea, que incluyen la formación de un consejo económico que asesorará al Gobierno.
Cambio drástico de rumbo
Hunt anuló la rebaja prevista del 20 al 19% a partir de abril de la banda básica del impuesto sobre la renta, después de que a principios de octubre ya se eliminara la del 45 al 40% contemplada para la banda alta.
Las ayudas para limitar el precio de la factura energética para hogares introducidas este mes, y que debían durar dos años, se restringirán también al inicio del nuevo ejercicio fiscal en abril, afirmó.
Hunt avisó de que se cancelará asimismo el recorte previsto de 1,25 puntos porcentuales del impuesto sobre los dividendos, así como las compras exentas del IVA para los visitantes extranjeros, como parte de unos cambios que tienen, dijo, un valor de 32.000 millones de libras (37.000 millones de euros) al año.
Al comunicar el viernes la marcha de Kwarteng, Truss ya revirtió su decisión de congelar el impuesto de sociedades, que ahora subirá en abril del 19 al 25%, excepto para las pequeñas empresas, tal como había dispuesto el anterior Gobierno.
Del plan de su predecesor, Hunt mantiene sólo la congelación de las contribuciones a la seguridad social y la rebaja del impuesto sobre la compra de la vivienda, debido a que ya se había aprobado la legislación correspondiente.
La libra ha subido este lunes y los intereses sobre la deuda pública británica han bajado, después de que el ministro desmantelara con su declaración el "plan de crecimiento" de Truss, cuyo futuro político, si no dimite, está ahora en manos de su partido.
El nuevo chancellor of the Exchequerpresentará el 31 de octubre su plan económico completo, acompañado de previsiones oficiales de crecimiento y déficit, con el que espera restaurar la confianza de los mercados en este Gobierno.
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