Marruecos muestra su "asombro" ante la cobertura española del altercado en un juicio
Dos corresponsales españoles fueron agredidos el pasado viernes durante el proceso contra siete activistas saharauis.
Casablanca/Marruecos mostró su "gran asombro" ante la cobertura de algunos medios de comunicación españoles sobre el juicio contra siete activistas saharauis el pasado viernes, en el que fueron agredidos dos corresponsales españoles.
El Ministerio marroquí de Comunicación afirmó haber recibido con "gran asombro las informaciones difundidas por algunos medios españoles sobre los altercados ocurridos al margen de la sesión celebrada el 5 de noviembre en la sala de lo penal del Tribunal de Apelación de Casablanca". En esa vista oral, los corresponsales en Rabat de TVE, Antonio Parreño, y de la Cadena SER, Eduardo Marín, fueron agredidos por agitadores marroquíes cuando intentaban sacar fotos al inicio de ese juicio en el que se persigue a esos siete activistas por atentar contra la seguridad interna del Estado. Según el ministerio, esos dos periodistas "transgredieron conscientemente los procedimientos jurídicos y administrativos en vigor".
"El enviado de la Cadena Ser no dispone de la acreditación legal para ejercer su trabajo en Marruecos, mientras que el de TVE no obtuvo el permiso para grabar que normalmente concede el Centro Cinematográfico Marroquí a las cadenas extranjeras, con la autorización escrita del ministro de Comunicación", precisa la nota. El Ministerio considera que esos hechos "denotan una violación flagrante de la ley marroquí por parte de los periodistas españoles", e instó a los corresponsales acreditados a "respetar totalmente las reglas jurídicas en vigor, al igual que se hace en los países civilizados en su conjunto".
En un comunicado, Radio Televisión Española (RTVE) indicó sobre el suceso que "ambos profesionales cumplían con su trabajo de mantener informados a los ciudadanos", y que el ejercicio del periodismo independiente "debe seguir siendo el motor de esta empresa y de la profesión". El ministerio lamentó que las informaciones de los medios "hayan intentado, de manera tendenciosa y deshonesta, vincular las declaraciones del ministro de Asuntos Exteriores (Taieb Fahsi Fihri) sobre el comportamiento de cierta prensa en torno al conflicto artificial sobre la integridad territorial (...) y las heridas que habrían sufrido" esos dos corresponsales.
"No se trató más que de intercambios violentos y altercados entre ciudadanos defendiendo la integridad territorial y separatistas conocidos por su connivencia con el extranjero", dice el texto, según el cual la intervención de los servicios de seguridad "permitió contener la situación". Las autoridades expresaron su rechazo a "los intentos de ciertas partes de usar con premeditación este incidente fortuito para presentar datos erróneos sobre la actitud de Marruecos respecto a los medios extranjeros", sobre la que dijeron que "siempre se ha basado en la primacía de la ley". Asimismo, el ministerio deploró "la voluntad de ciertas partes de alterar la realidad y atacar la imagen de Marruecos en tanto que país de apertura, de emancipación y de libertad de opinión y de expresión".
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