Obama ahora debe vender el acuerdo nuclear al Congreso de EEUU
Dos tercios de la Cámara podrían dejar en papel mojado el pacto preliminar alcanzado con Irán para que limite su programa
El presidente estadounidense, Barack Obama, debe ahora vender el acuerdo nuclear con Irán al Congreso, donde los republicanos se oponen y en el que los demócratas tienen la llave para no frustrar la estrategia diplomática de la Casa Blanca.
Las maratonianas jornadas de negociación en Lausana (Suiza) para alcanzar un entendimiento con Teherán que guíe los próximos tres meses de discusiones técnicas podrían quedar en papel mojado si el Congreso consigue un consenso a prueba de veto presidencial para rechazar los términos del acuerdo.
Los republicanos se han mostrado desde el primer momento en contra de los términos del acuerdo marco anunciado el jueves y quieren aprobar una ley que permita al Legislativo tener voz sobre si se pone en práctica el histórico acuerdo nuclear.
La portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Marie Harf, reiteró el viernes que el presidente Obama vetará esa legislación si llega a su escritorio, aunque el Gobierno está abierto a debatir un papel "supervisor" para el Congreso.
El mayor problema para la Casa Blanca será si suficientes demócratas deciden sumarse a los republicanos y apoyar la ley que permita al Congreso rechazar el acuerdo con Irán con bastantes votos (dos tercios) como para negar al presidente el poder de veto.
El acuerdo preliminar alcanzando en Lausana obliga a Irán a reducir el número de centrifugadoras para enriquecer uranio en dos tercios, rebajar el nivel de enriquecimiento de uranio e inspecciones de las tres principales instalaciones atómicas iraníes a cambio del levantamiento progresivo de sanciones.
Las potencias internacionales implicadas en las negociaciones (EEUU, Rusia, China, Reino Unido, Francia, Alemania y la Unión Europea) deberán pulir los detalles técnicos del acuerdo final antes del 30 de junio.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, rechaza el acuerdo. "Este acuerdo podría suponer un grave peligro para la región y para el mundo, y amenazar la propia supervivencia del Estado de Israel", que "no es negociable", remarcó el premier tras una reunión con el gabinete de seguridad israelí para evaluar esta cuestión.
Según Netanyahu, el pacto no cerraría a Irán el camino a las armas atómicas, sino que "lo allanaría". Además considera que el acuerdo marco alcanzado en Lausana "legitima" el programa nuclear de Teherán.
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