El escándalo de los papeles de Panamá empeora en Reino Unido, Portugal y Bélgica
En Londres, cientos de manifestantes piden la dimisión de Cameron. La prensa lusa habla de 240 empresarios implicados, mientras que los medios belgas relacionan al caso un grupo financiero que fue rescatado por el Estado en plena crisis.
Londres/El escándalo de los papeles de Panamá, que suman 11,5 millones de documentos sobre miles de empresas y activos opacos, se ha intensificado en países como Portugal, Bélgica, Panamá o el Reino Unido, donde cientos de manifestantes pidieron la dimisión del primer ministro británico, David Cameron.
Las revelaciones publicadas por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, en inglés), con sede en Washington, sobre miles de empresas y activos opacos creados en numerosos países a través del bufete panameño Mossack Fonseca continúan, una semana después de su publicación, generando reacciones en todo el mundo.
El impacto de la filtración se sintió este sábado en Portugal, donde el semanario Expresso reveló que más de 240 portugueses aparecen en los papeles de Panamá, entre ellos importantes empresarios y un gestor de fortunas que afirma que en su cartera de clientes figuran varios exministros lusos. El mismo medio también reveló que el Grupo Espírito Santo (GES), uno de los principales emporios empresariales de Portugal hasta su colapso en 2014, tuvo una contabilidad paralela en secreto durante 21 años.
Por otra parte, en Marruecos, la Coalición Marroquí de organizaciones de Derechos Humanos envió una carta abierta al Gobierno para pedirle que investigue a las personalidades de este país que han sido señaladas por los papeles de Panamá. El Gobierno marroquí no se ha pronunciado oficialmente hasta ahora sobre esta polémica internacional, que afecta a más de 140 políticos y empresarios de todo el planeta.
Poco a poco aparecen también nuevas revelaciones, como las reveladas por los diarios belgas Le Soir y De Tijd que han desvelado el papel de la empresa Experta Corporate and Trust Management, que perteneció al grupo financiero Dexia, entidad que fue rescatada por Francia y Bélgica a raíz de la crisis económica de 2008 y que costó a los contribuyentes de esos dos países más de 12.000 millones de euros. Según estos diarios, esta antigua filial de Dexia era "el mayor cliente mundial" de la firma panameña Mossack Fonseca especializado en la creación de sociedades offshore supuestamente para que grandes capitales eludan al fisco.
El martes, tres días después de que salieran a la luz los llamados papeles de Panamá, Francia fue el primer país en reaccionar con una medida de aislamiento sobre Panamá e incluyó al país centroamericano en su lista de paraísos fiscales.
En un nuevo capítulo en los intercambios entre los dos países por el escándalo, el presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, dijo que la decisión de Francia de volver a incluir al país en su lista de paraísos fiscales es "equivocada e innecesaria" y afirmó que en este caso su Gobierno usará "la diplomacia y la cooperación". "Por un tema coyuntural fiscal, llevar a dos países a una confrontación no es lo correcto, creo que no es lo que quiere ver ni el pueblo francés ni el pueblo panameño. Nosotros vamos a usar la diplomacia y la cooperación porque es el primer mecanismo que se debe usar y agotar", dijo el mandatario en una rueda de prensa. Varela rechazó así aplicar medidas de devolución o reciprocidad contra Francia, que este viernes publicó el decreto que incluye a Panamá en su lista de paraísos fiscales y que implica "medidas fiscales disuasorias", que no fueron precisadas por el Elíseo y que se empezarán a aplicar a partir del próximo 1 de enero.
El escándalo de los papeles de Panamá también tuvo repercusión en Londres, donde cientos de británicos se congregaron para exigir la renuncia del primer ministro, David Cameron, después de que el político conservador admitiese que tuvo acciones en un fondo de inversión en un paraíso fiscal.
Precisamente, Cameron ha confirmado que publicará su declaración de Hacienda y admitido, en un encuentro con activistas conservadores en Londres, que había cometido fallos a la hora de abordar las polémicas revelaciones de los papeles de Panamá, en los que aparecía un fondo de inversión creado por su padre, Ian, fallecido en 2010. Después de negar durante unos días que no tenía intereses en paraísos fiscales, Cameron reconoció en una entrevista el jueves que tuvo acciones por valor de más de 30.000 libras (37.500 euros) en un fondo de inversión en Bahamas, pero que todas las transacciones estuvieron sujetas a los impuestos del Reino Unido.
Cameron ha reconocido que fue titular junto con su esposa, Samantha, de 5.000 títulos de Blairmore Investment Trust, registrado en las Bahamas, entre 1997 y enero de 2010, cuatro meses antes de tomar posesión como primer ministro.
Los documentos del bufete panameño Mossack Fonseca indican que Blairmore Holdings, que recibió su nombre de la finca familiar de los Cameron en Aberdeenshire (Escocia), manejó decenas de millones de libras en inversiones de familias adineradas, según la prensa.
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