La candidata traicionada

"Voy a ser la primera presidenta de México", decía Josefina Vázquez Mota, la candidata del derechista Partido de Acción Nacional, cuando consiguió su nominación el pasado mes de febrero. "¡Ya llegó, ya está aquí, la que va a chingar al PRI!", la respondían sus seguidores.

Sin embargo, la euforia en torno a esta mujer de 51 años, que dirigió la cartera de Desarrollo Social en el Gobierno de Vicente Fox y lideró el grupo parlamentario del PAN en el sexenio de Felipe Calderón, pronto se esfumó.

Empezó la campaña como segunda en la contienda electoral tras el aspirante del PRI, Enrique Peña Nieto, pero pronto se vio superada por el candidato de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador, y pese a sus esfuerzos y cambios de estrategia a pocas horas de las elecciones se mantiene en tercer lugar aunque ya no se pueden publicar encuestas.

"Estoy absolutamente segura de que hay una mayoría silenciosa que no se ha expresado en las encuestas (…). Es una elección a tercios que no está resuelta todavía", indicaba el miércoles al cerrar su campaña. "Ahora o nunca", clamaba ante sus enfervorizados seguidores.

Vázquez Mota ha tenido que lidiar con la herencia envenenada de Felipe Calderón (más de 50.000 muertos vinculados a la guerra abierta que lanzó el presidente en 2006 contra el crimen organizado) y también contra su mentor político, el ex presidente mexicano Vicente Fox, que después de llamarla "mi presidenta" la dejó en la estacada y comenzó a apoyar claramente a sus rivales del PRI ante la indignación de todo su partido.

"Es él quien tiene que explicar sus razones, no yo -indica en entrevista con este diario-. En mi caso prefiero recordar a un ex presidente que sacó al PRI de los Pinos, que logró la alternancia que era urgente para ampliar las libertades en México y creo que hoy los mexicanos tenemos que cuidar esta libertad, esta estabilidad, la democracia porque la restauración del PRI significaría otra vez totalitarismo y pérdida de libertad para millones de ciudadanos y López Obrador también es el pasado y representa el caos económico y la confrontación".

Esta economista defiende, con matices, la política de seguridad de Calderón, a quien, de ganar, ofrecería la Procuraduría General de la República, según anunció el pasado miércoles. "Hay que insistir porque no podemos rendir a las familias frente al crimen organizado pero hay que pasar a una segunda fase que suponga la creación de una policía nacional militarizada entrenada y con armamento, llevar adelante un combate mucho más decidido contra el lavado de dinero para cerrar el paso a la corrupción y a la impunidad, con una especial atención a las víctimas y la agenda de prevención del crimen", reconoció la candidata del PAN.

Desde el principio trató de conquistar el voto femenino, aunque sus detractores criticaban su tono más maternal que el propio de una futura mandataria, e intentó generar complicidades con las mujeres, como cuando instó a sus seguidoras a no "hacer cuchi-cuchi a sus maridos en un mes" si no iban a votar, un comentario que hizo furor hizo en las redes sociales pero poco más.

Su sensación, insiste, es que no la han tratado con igualdad en la carrera presidencial. "A mí me preguntan cosas que a un hombre no preguntan como si tengo valor para enfrentarme al crimen organizado y el valor o la determinación no es cuestión de sexo".

Con la honestidad como bandera, Josefina Vázquez Mota no tira la toalla ante la previsible derrota en los comicios presidenciales del domingo pero los analistas creen que la posibilidad de que una mujer gobierne por primera vez México parece en estos momentos una posibilidad de ciencia ficción que algo posible.