Los exportadores de aceituna tiemblan ante la victoria de Trump: "Ya no nos puede ir peor"

"Ya no nos puede ir peor". El sector andaluz de exportación de aceiuntas, que ya sufrió en el primer mandato de Trump una subida de aranceles, tiembla con la victoria del republicano en EEUU. El secretario de la Asociación Española de Exportadores e Industriales de Aceituna de Mesa (Asemesa), Antonio de Mora, ha explicado esta mañana a EFE que actualmente se pagan aranceles del 35% por cada envío de su producto al país norteamericano desde 2018, aranceles impuestos precisamente en el primer mandato de Trump, pero "la época de Biden no ha supuesto ningún cambio, absolutamente ninguno".

Por ello, ha señalado que tras el triunfo de Trump "poder encontrar una solución en el futuro parece ahora más difícil, a la vista de los anuncios de intensificación de su política proteccionista", de modo que "no es una buena noticia por los anuncios que ha hecho". De Mora ha subrayado que el presidente electo "ha hablado en la campaña electoral de unos aranceles del 10 por ciento para todo lo que entre en Estados Unidos", y espera que no lo sume a los actuales a la aceituna negra, ya de por sí muy altos.

Desde 2018, Estados Unidos impone un arancel del 35 por ciento a la aceituna negra española, una medida contra la que falló la Organización Mundial del Comercio (OMC) en 2021, aunque el país norteamericano se comprometió después con la UE a adecuar su legislación antes del 14 de enero de 2023.

Sin embargo, en septiembre de 2022 una nueva sentencia en Estados Unidos a favor de la imposición del arancel a la aceituna negra española volvió a cuestionar las ayudas a la agricultura de la Unión Europea y devolvía la razón en este asunto a Washington.

En julio de 2023, la Comisión Europea volvió a llevar a Estados Unidos ante la Organización Mundial del Comercio por no haber eliminado el arancel y la OMC acordó crear un panel para determinar si el país norteramericano había cumplido su sentencia previa contra los aranceles que impone a la aceituna negra española, lo que reabría un contencioso entre Bruselas y Washington iniciado en 2018.

Durante estos seis años se han ido sucediendo distintas decisiones a favor de los exportadores de aceitunas, pero el sector sigue pagando un 35 por ciento de aranceles, que en algunos casos se reduce al 31 por ciento, pero para ello las empresas se tienen que someter a unas inspecciones que en muchos casos no compensan la reducción del coste final.

De hecho, Estados Unidos no ha llegado a aplicar, entre otras, la resolución favorable a España y la UE tomada por el grupo especial en 2021, que le instaba a cumplir las disposiciones del Acuerdo General de Aranceles Aduaneros y Comercio de 1994 y el Acuerdo sobre Subvenciones y Medidas Compensatorias de la organización, según fuentes próximas a la OMC.

Por todo lo vivido, los productores españoles de aceituna negra han perdido más de 280 millones de euros (dato de finales de 2023), a lo que se une que hay países que nunca iban a tener negocio en Estados Unidos y ahora están vendiendo sus aceitunas.

Entre esos países figuran Turquía, Marruecos o Egipto, mercados potenciales de producción que hasta 2018 no tenían penetración alguna en los lineales de los supermercados estadounidenses