El preacuerdo de Bruselas con Turquía levanta ampollas
Amnistía Internacional y la ONU cuestionan el pacto de la Unión Europea con Ankara al considerar que la expulsión colectiva de un país está prohibida
Turquía y la Unión Europea diseñaron un nuevo plan para frenar el flujo de migrantes y solicitantes de asilo que cruzan el mar Egeo en busca de una vida de mejor, tras más de 12 horas de debate en una cumbre extraordinaria sobre el tema celebrada en Bruselas que terminó en la noche del lunes al martes. Uno de los aspectos más controvertidos es el envío por parte de la UE de refugiados sirios a Turquía. Según las bases de este preacuerdo sobre las que se negociará el nuevo la próxima semana, los estados de la UE deberían comprometerse a reubicar directamente a un refugiado sirio desde Turquía por cada sirio que Ankara acepte de vuelta desde Grecia, en un intento de acabar con el trabajo de las redes de traficantes de personas y animar a los refugiados a utilizar canales legales para mirar a otro país.
En el pacto se incluyen otros 3.000 millones de euros, el doble de la cifra apalabrada en noviembre, par Turquía y agilizar la liberalización de visados. Los Veintiocho pasaron prácticamente por alto cuestiones como la confiscación del diario turco Zaman y no dudaron en aceptar la deportación de sirios, pese a venir de un país en conflicto y a su derecho de solicitar asilo para recibir protección internacional.
El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, y el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, ya habían acordado que Turquía aplicaría el acuerdo bilateral de readmisión con Grecia para todos los inmigrantes que no necesiten protección internacional, así como para aquellos interceptados en aguas turcas.
La canciller alemana, Angela Merkel, negó que el plan haya sido redactado en realidad por una mano germana, al asegurar que "es exclusivamente de Turquía". Sin embargo, otras fuentes admitieron que las nuevas ideas fueron cocinadas en petit comité entre Davutoglu, Merkel, y el primer ministro holandés, Mark Rutte, cuyo país ocupa la presidencia de turno del Consejo de la UE. Ankara se compromete a aceptar la devolución de "todos los inmigrantes irregulares que crucen desde Turquía a las islas griegas siempre que la UE se haga cargo de los costes" de repatriación, según la declaración conjunta de los mandatarios europeos. Por cada sirio que readmita Turquía desde las islas griegas, otro sirio será reubicado desde el país otomano a los estados de los UE. A cambio de las "concesiones" turcas, la Bruselas acepta adelantar a más tardar a finales de junio la liberalización de visados.
No tardaron en asomar las protestas. Es "inhumano" y presenta "defectos morales y legales", según criticó ayer Amnistía Internacional (AI). La organización dijo que la "preocupación persistente" por enviar a la gente de vuelta a Turquía en vez de "hacer esfuerzos incondicionales sobre la reubicación" y ofrecer otras formas seguras y legales para Europa muestra una actitud "alarmante y miope".
La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) mostró su inquietud por el trato. "La expulsión colectiva está prohibida por la Convención Europea de Derechos Humanos, y un acuerdo que parece que establece la expulsión directa de extranjeros hacia un país tercero no es compatible con la legislación europea ni con la legislación humanitaria internacional", dijo Vicent Cochetel, responsable para Europa del Acnur.
1 Comentario