Los rebeldes libios toman Ras Lanuf y continúan avanzando hacia el oeste
También han entrado en la localidad de Ben Jawad. Su próximo objetivo es Sirte, localidad natal de Gadafi.
Los insurgentes libios han reconquistado este domingo el puerto petrolero de Ras Lanuf y la localidad de Ben Jawad, en el este de Libia, y han continuado su ofensiva rumbo a Sirte, ciudad natal del coronel Muamar Gadafi.
Ben Jawad, que fue la posición más avanzada de los rebeldes en su primera ofensiva hacia el oeste de Libia a comienzos de marzo, había sido reconquistada por las fuerzas leales a Gadafi el 6 de marzo pasado.
En los últimos tres días, las fuerzas insurgentes conquistaron sucesivamente las ciudades de Ajdabiya, punto estratégico a 160 km de Bengasi, Brega, Ras Lanuf y Ben Jawad.Las fuerzas leales a Muamar Gadafi habían desalojado a los insurgentes de Ras Lanuf el pasado 12 de marzo.
La refinería está situada a 370 kilómetros al oeste de Bengasi, bastión de los rebeldes en el este, y a 210 kilómetros de Ajdabiya, ciudad estratégica que se halla bajo control de los insurrectos desde el sábado.A lo largo de la carretera, cerca de la terminal petrolera, se apreciaban las huellas de los enfrentamientos, municiones abandonadas y un edificio destruido parcialmente.
Los insurgentes tomaron luego la localidad de Ben Jawad, 30 km al oeste de Ras Lanuf.
Las fuerzas pro Gadafi continuaron replegándose en dirección a Sirte, situada 200 km más al oeste.Según una habitante de Sirte, la ciudad fue bombardeada toda la noche por la coalición internacional, provocando daños considerables"La ciudad se convirtió en una bola de fuego", añadió, precisando que la mayoría de los habitantes, aterrorizados, huyó hacia el desierto.
La coalición realizó también intensos bombardeos el sábado contra las fuerzas leales al coronel Gadafi a lo largo de los 400 km de carretera entre Ajdabiya y Sirte.Los ataques aéreos siguieron con un intenso ritmo el sábado con 160 misiones contra 153 la víspera, anunció el Pentágono."Hoy, los ataques aéreos continuaron durante horas y horas, sin parar, en la carretera costera de Ajdabiya a Sirte, de unos 400 km", declaró el portavoz del régimen libio Musa Ibrahim.
"Estimamos que numerosos civiles murieron, incluso familias que huían en coche de los bombardeos", agregó pidiendo un "cese urgente e inmediato de los bombardeos aéreos, así como a una reunión urgente del Consejo de Seguridad" de la ONU sobre Libia.
Más al oeste, Misrata, tercera ciudad del país a medio camino entre Trípoli y Sirte, seguía sometida desde el sábado a un "bombardeo intensivo" de las fuerzas pro Gadafi, según un portavoz de los rebeldes en su sede de Bengasi, que pidió ayuda.
Un médico de Misrata declaró que 117 personas murieron desde el 18 de marzo en esta ciudad en manos de los rebeldes, pero asediada por los pro Gadafi.
En el plano político, el ministro de Relaciones Exteriores italiano, Franco Frattini, propuso en una entrevista publicada el domingo en el diario La Repubblica una solución a la crisis en Libia que prevé el exilio del coronel Muamar Gadafi."Ahora que el conjunto de Europa y Naciones Unidas han dicho que el coronel no es un interlocutor aceptable, no podemos plantear una solución en la que (Gadafi) permanezca en el poder", explicó Frattini a este periódico de izquierda.
Frattini indicó que Italia presentaría su plan el martes en Londres, en una reunión prevista del grupo de contacto político sobre la intervención militar en Libia."Tenemos un plan y queremos ver si se podría convertir en una proposición italo-alemana. Es probable que el martes tengamos un documento para poner sobre la mesa", afirmó Frattini.
De su lado el papa Benedicto XVI pidió el domingo a la comunidad internacional y a todas las partes implicadas el inicio "inmediato de un diálogo" para lograr un alto el fuego en Libia."Pido a las organizaciones internacionales y a todos aquellos que tienen responsabilidades políticas y militares que comiencen un diálogo inmediatamente para suspender la utilización de las armas", declaró el Papa después de la misa dominical del Angelus en el Vaticano.
Unos días antes de la cumbre prevista el martes en Londres --para la que ya confirmaron su participación 35 países--, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, anunció "una iniciativa franco-británica", que busca una salida política al conflicto "para mostrar que la solución no puede ser militar".
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