Fallece en El Puerto el empresario José Pastoriza
Obituario
Tuvo varias inmobiliarias en la ciudad y ya jubilado asesoró de manera desinteresada a cuantos le pedían consejo
El Puerto/Sobre las doce de la noche de este miércoles ha fallecido en El Puerto de Santa María el empresario José Pastoriza, ya jubilado, pero que seguía asesorando de manera desinteresada a cuantos le pedían consejo para la puesta en marcha de alguna iniciativa empresarial.
Nacido en Vigo en el año 1941, José Pastoriza se trasladó de niño junto a sus padres a la ciudad de Cádiz, donde en los tiempos más pujantes de la industria naval, pusieron en marcha Talleres Pastoriza, que trabajó como empresa auxiliar de Astilleros Españoles, hasta su cierre a causa de la reconversión industrial de medidos de los años 80. Durante esa etapa hizo sus estudios como perito industrial en Alemania.
De carácter emprendedor y con un gran carisma personal, promovió posteriormente proyectos inmobiliarios, participando en desarrollos con grandes compañías como El Corte Inglés o el banco francés Credit Agricole, sin dejar de trabajar en proyectos de su propia empresa.
En El Puerto, instaló sus oficinas inmobiliarias en el edificio Cotano, cerca de Bahía Mar, pasando posteriormente a la Plaza de Elías Ahuja (junto a la Plaza de Toros) y de allí a la calle Aurora, ya en la época dorada de la actividad inmobiliaria. En 2003 inició un gran proyecto comercial y residencial en Tenerife, en el que trabajó un amplio equipo de profesionales de El Puerto.
Ya en estos últimos años disfrutaba de su jubilación, dedicándose a proyectos más personales, sin dejar de ofrecer un buen consejo y asesorar de forma altruista a otros emprendedores, contando con oficina propia en la calle Luna, a la que acudía cada mañana. Cerca de su oficina, en la calle Larga, se encuentran la Clínica Pastoriza, una parafarmacia y una oficina inmobiliaria, pertenecientes a sus hijos, con los que siempre mantuvo una vinculación muy estrecha.
José Pastoriza estaba casado con Concepción Castillo, con quien contrajo matrimonio en Cádiz. Era un apasionado de El Puerto, ciudad con la que sentía muy identificado, y donde era fácil encontrarlo paseando por alguna de sus calles más céntricas. De carácter amable y destacadas cualidades humanas, cultivó numerosas amistades a lo largo de su vida. Tenía además una especial sensibilidad hacia la pintura. Sus restos serán incinerados en el tanatorio de El Puerto, a las seis de la tarde, después de un responso por su eterno descanso.
Desde estas líneas queremos testimoniar nuestro más sentido pésame a su familia.
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