Gobierno y Ayuntamiento rediseñarán la glorieta del puente

Era la primera vez que un ayuntamiento hacía una maqueta de su malestar con otra administración. Concretamente, del desacuerdo con el Ministerio de Fomento por el diseño del puente. Hace unas semanas, la alcaldesa de Cádiz mostraba la representación de la glorieta diseñada por el Gobierno para convencer a los vecinos de que no era la adecuada. Y el consejero de Gobernación, Luis Pizarro, se comprometía a mediar en la disputa. Poco después se anunciaba la visita del ministro de Fomento.

José Blanco llegó a la vía cinco de la estación de Cádiz en un tren especial procedente de San Fernando. En el andén le esperaban, entre otros, la alcaldesa, Teófila Martínez, el teniente de alcalde Ignacio Romaní y los técnicos municipales Ernesto Martínez (Urbanismo) y Germán Molina (Tráfico). No sólo fue ayer la primera vez que Blanco, que accedió al Ministerio el pasado mes de abril, hollaba tierras gaditanas, sino también la primera que la alcaldesa pisaba las obras del segundo puente. La anterior titular de Fomento, Magdalena Álvarez, nunca le invitó en sus visitas oficiales.

La alcaldesa, dado el buen ambiente de la mañana, no quiso hacer después demasiada sangre con Álvarez al ser preguntada por el diferente talante del actual ministro y de su antecesora, aunque es bien conocida la mala relación entre ambas políticas. Eso sí, no se resistió a recordar cómo en la presentación del proyecto de la infraestructura le había vaticinado que cuando se inaugurara el puente ella seguirá siendo alcaldesa y la otra ya no sería ministra. Y, de momento, la segunda parte de la profecía se ha cumplido.

Ministro y alcaldesa subieron a un autobús que le llevaría hasta el tajo gaditano del tercer acceso. En el vehículo, ambos viajaron juntos, codo con codo, por lo que Martínez tuvo una magnífica oportunidad de decirle lo que pensaba sobre la glorieta.

Dijo la primera edil que quiso "respetar" el motivo de la visita, y que no quiso abordar por eso un tema que también ha provocado airadas protestas municipales: que el vestíbulo de la estación está cerrado desde hace años pese a que está arreglado. Pero bueno, ya que pasaban por allí, la alcaldesa sí que le comentó que aquello estaba cerrado y habría que abrirlo rápidamente, reconoció. El tema queda para una "próxima reunión". El vestíbulo de la estación, y también la tercera parte de la operación de plaza de Sevilla, depende del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) y esta entidad, a su vez, de Fomento.

La comitiva llegó finalmente a la entrada de la obra en Astilleros, de donde desapareció hace unos días uno de los carteles en los que el Ayuntamiento daba a entender sin ningún reparo que era suya la autoría del segundo puente y hasta le cambiaba el nombre -puente "de la Constitución de 1812" en lugar del de "La Pepa", que es como le bautizó Magdalena Álvarez-. Blanco pudo ver otro que menciona la infraestructura, pero de forma más discreta y dentro de las actuaciones en las barriadas de ese frente litoral. La alcaldesa, por cierto, había desmentido el día antes que hubiera ordenado el cambio de cartel por la visita del ministro.

Una carpa en la explanada acogió a la comitiva. El ingeniero jefe de las obras del segundo puente sobre la Bahía de Cádiz, Marcos Martín, dio las explicaciones de rigor ante los paneles que reflejaban cómo será el nuevo puente de Cádiz, uno de los mayores del mundo. Actualmente, se encuentra a un 37% de ejecución. La infraestructura recibió el pasado 8 de julio una inyección económica de diez millones de euros dentro del Plan de Aceleración de Obra Pública del Ministerio de Fomento. La nueva aportación eleva a 45,3 millones lo que se gastará en esta infraestructura sólo en 2009 y adelantará unos meses su finalización.

El próximo hito de la obra, tras la colocación de los recintos estancos que permiten trabajar con comodidad en medio de la Bahía, será la instalación de los primeros tableros en la zona del Río San Pedro. Será en septiembre u octubre.

Después de que Martín desgranaba las grandes cifras y peculiaridades del puente, el ministro dio a conocer las novedades, el fruto de la conversación con la alcaldesa en el autobús en un trayecto que no duró ni diez minutos. "Hoy mismo la alcaldesa me planteaba, y lo he aceptado, buscar la mejor fórmula para integrar el puente en la ciudad de Cádiz, en la glorieta". Según explicó, el director general de Carreteras, Aureliano López Heredia, se reunirá con el teniente de alcaldesa delegado de Urbanismo, Ignacio Romaní para que "una vez observados los diferentes informes técnicos, se busque una solución definitiva dentro de este marco de cooperación institucional que, como saben, vengo impulsando desde el primer día que llegué al Ministerio".

La reunión no tiene, de momento, fecha: el ministro la anunció "segundos" después de haberla acordado y dijo que ayer mismo se lo comunicaría al director general de Carreteras. Posiblemente se planificará durante los primeros días de septiembre.

José Blanco también destacó la importancia de la infraestructura como "elemento determinante para seguir impulsando el desarrollo de esta Bahía", y que finalmente se ha buscado una "solución" para que el tranvía pueda circular por el nuevo acceso, lo que conseguirá completar el anillo tranviario.

Teófila Martínez realizó también una valoración de la que calificó como "interesante" visita del ministro a las obras. Comenzó diciendo que la del puente era una gran obra, necesaria no sólo para Cádiz sino para a vertebración de la Bahía y su área metropolitana, por lo que la capital gaditana había peleado por él "contra viento y marea".

Con respecto al diseño de la glorieta, destacó que el ministro ha podido conocer de primera mano las características de la ciudad, su problema de falta de suelo, lo que podría ayudarle a comprender la reticencia del Ayuntamiento a la rotonda planteada por el Ministerio Fomento.

El primer motivo de desencuentro es el paso subterráneo que conectaría la avenida de la Bahía y de las Cortes y que, para el equipo de gobierno local, supone una trinchera que restaría libertad de movimientos a los vecinos de la barriada de La Paz y Astilleros.

En este sentido, la primera edil indicó que los proyectos no han de venir dados desde Madrid, sino que hay que "conocer la ciudad" en la que estos se van a materializar, en referencia a Cádiz.