Ingresa en prisión una rumana que robaba mediante el abrazo cariñoso en Chiclana
Sucesos
La Guardia Civil la detuvo cuando intentaba robar un reloj a un extranjero en el Novo
En la operación cayó una compañera que ha sido puesta en libertad con cargos y otro cómplice
Las dos mujeres tienen numerosos antecedentes por hechos similares en todo el territorio nacional
Cádiz/La Guardia Civil de Chiclana ha detenido a tres personas (dos mujeres y un hombre) de nacionalidad rumana por su presunta vinculación con innumerables robos llevados a cabo en el Novo Sancti Petri. Sobre una de las mujeres pesaba una orden de busca y captura, por lo que tras ser llevada esta mañana ante la justicia se ha decretado su ingreso en prisión. La otra mujer ha quedado en libertad con cargos y el hombre está declarando todavía en los juzgados chiclaneros.
Fuentes de la investigación han relatado a este diario el modus operandi de esta banda. "Utilizaban principalmente lo que nosotros llamamos el abrazo cariñoso. Se acercaban a personas mayores y comenzaban a abrazarlos y tocarles el brazo hasta que en un descuido les quitaban relojes o colgantes de oro que llevaban al cuello". No obstante, también habían dado palos acercándose a personas mayores que salían de entidades bancarias con dinero tras cobrar sus pagas. En algunos casos incluso llegaron a propinar bocados en la mano a un anciano con el fin de quitarle una esclava de oro que llevaba en la muñeca. Según la Guardia Civil, estas mujeres llevarían años realizando esta práctica en Chiclana.ç
La captura se produjo este fin de semana, cuando agentes de la Benemérita que patrullaban por la zona del Novo se dieron cuenta que en el aparcamiento de taxis del hotel Barrosa Garden estas dos mujeres estaban hablando con una pareja extranjera y que una de las mujeres había comenzado a tocar el brazo del hombre, que llevaba un reloj. "Hubo contacto visual con las sospechosas, que también nos vieron y huyeron. Se montron en un coche y emprendieron la huída hasta que pudimos bloquearles el paso a la altura del Golf San Andrés. Las chicas no paraban de hablar en rumano diciendo que no entendían, pero cuando les dijimos que había una orden de busca y captura que pesaba sobre una de ellas ya sí que empezaron a contestar en español".
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