El hombre con más mili
Manuel Parodi, casi 50 años en el Cuartel de Instrucción de Marinería (CIM)
Si alguien sabe lo que fue la mili en La Isla que ahora se quiere 'vender' en Fitur es Manuel Parodi
Estuvo en el Cuartel de Instrucción de Marinería desde que abrió sus puertas en 1955 hasta la última jura de bandera, en 2001
San Fernando/Si hay alguien que tiene mili en La Isla es Manuel Parodi Delgado. Ya estaba allí el día en el que el Cuartel de Instrucción de Marinería (CIM) abrió sus puertas el 16 de julio de 1955. Y fue de los últimos en salir justo antes de que empezaran a echarlo abajo después de la última jura de bandera, en 2001.
Se marchó –cuenta– sin despedirse siquiera, sin mirar atrás. Aquello, confiesa, le afectó bastante. Y todavía le duele. "¡Allí pasé más horas que en mi casa!", recuerda al hablar de su trabajo como administrativo -era personal civil- en las oficinas del CIM. Todavía hoy, Parodi no acierta a explicarse por qué tuvo que echarse mano al pico y la pala tan rápidamente, por qué no se conservaron las instalaciones íntegramente o por qué no se les dio otro uso... Con la demolición del CIM –advierte– desaparecía no solo una época en España sino también una parte –y muy importante– de La Isla: "¡Si desde entonces no levantamos cabeza! Quitar la mili ha tenido unas consecuencias tremendas para La Isla", constata al referirse al durísimo golpe que supuso para la ciudad. Nada, sostiene, volvió a ser lo mismo desde entonces.
De la eliminación del servicio militar obligatorio en España y de toda una economía que orbitaba en torno a la mili en San Fernando se cumplirán en el próximo mes de abril 18 años, aunque el recuerdo de aquellos años sigue presente en varias generaciones de españoles que pasaron por La Isla tras ser llamados a filas.
Y esta semana, la mili ha vuelto a cobrar un inesperado protagonismo. Será la propuesta estrella que el Ayuntamiento lanzará el próximo viernes en la Feria Internacional del Turismo (Fitur) que se celebra en Madrid, donde presentará un pack de fin de semana dirigido especialmente a todos aquellos que hicieron el servicio militar obligatorio en San Fernando.
Casi 400.000 jóvenes
Desde que el servicio militar obligatorio se institucionalizara en 1939, por San Fernando pasaron 394.151 jóvenes llamados a filas. 346.974 pasaron por el Cuartel de Instrucción de Marinería (CIM), que abrió sus puertas el 16 de julio de 1955
Revivir aquellos años, reencontrarse con los compañeros de curso, visitar las instalaciones militares y, al mismo tiempo, aprovechar para disfrutar de otros atractivos turísticos y gastronómicos de la ciudad es la base de esta propuesta que se moverá entre las agencias de viajes y que echará a andar en el último fin de semana de marzo. La propuesta ha tenido buena acogida.
"Me parece una idea estupenda", dice Parodi, al que todavía llaman de vez en cuando algunos de los marineros de reemplazo que hicieron la mili en La Isla. "Hay mucha gente que me dice que ha vuelto y que ha ido allí, a lo que queda del CIM, pero claro no se puede entrar y solo queda en pie la fachada principal y la parte noble”. En estos terrenos se levantan dos flamantes edificaciones militares de nuevo cuño: el Cuartel General de Infantería de Marina y una residencia para tropa y marinería profesional. Lo que queda del viejo CIM es puramente testimonial.
Parodi sabe mejor que nadie qué supuso la mili para San Fernando, el enorme impacto que tuvo durante casi cinco décadas. Empezó a trabajar con 16 años de 'meritorio' cuando el Cuartel de Instrucción todavía estaba en el Tercio Sur. Y estrenó y cerró el CIM que estuvo en activo entre 1955 y 2001. Mientras con el paso de los años oficiales, comandantes y reemplazos entraban y salían, llegaban y se marchaban del Cuartel de Instrucción, él siguió allí... Nunca quiso cambiar de destino. Y no hubo otro que le equiparara en antigüedad. Así que ha visto como hicieron la instrucción y como juraron bandera más de 300.000 marineros de reemplazo.
Cerca de 2.000 jóvenes –e incluso de 3.000 a veces– desembarcaban cada pocos meses en San Fernando para hacer la mili. "Era impresionante cuando todos salían a la tarde y la calle San Rafael se llenaba de marineros", recuerda. "Aquí se juntaba gente de toda España, muchos que nunca habían salido de su casa, de los pueblos, del campo... En los 60 había muchos que llegaban y no sabían ni leer ni escribir. Eran analfabetos. Y aprendían allí, porque allí se les daba clases", cuenta Parodi. A medida que España fue cambiando ese perfil que llegaba con los reemplazos fue cambiando. Él fue también testigo de primera línea de cómo iba evolucionando la sociedad.
"Cada mañana antes de empezar a trabajar veía en el patio de armas a las brigadas formadas para el izado de bandera, era impresionante. Así empezaba yo el día", apunta. "El Cuartel de Instrucción era una ciudad en pequeño. Tenía de todo: cine, piscina, plaza de toros, campo y equipo propio de fútbol...”.
Parodi, antes incluso de saber que el cuartel y la mili desaparecerían, empezó a dar forma a un libro sobre la historia del CIM que no se ha llegado a publicar. Tiene decenas y decenas de fotografías, recuerdos, anécdotas y datos de esos años de la mili en San Fernando plasmados en un documento que espera ver pubicado algún día y que mantiene viva la memoria de esa parte de La Isla que todavía sigue viva en el recuerdo, como la propuesta del Ayuntamiento ha puesto de manifiesto esta semana.
Aunque la idea de dar forma a una propuesta turística en torno a la mili que echara mano de la nostalgia para enganchar a los cientos de españoles que pasaron por San Fernando para hacer el servicio militar obligatorio lleva tiempo sobre la mesa. De hecho, en 2012 llegó a aprobarse incluso en el pleno por unanimidad una moción planteada por el grupo socialista para impulsar una mesa de trabajo en este sentido. Hay también una propuesta del PP para colocar un monumento al marinero de reemplazo que recuerde esos años de la mili.
De ‘Cateto a babor’ a Paquirri, las anécdotas de aquellos gloriosos años
A Alfredo Landa le daba pánico subirse al palo del CIM durante el rodaje de Cateto a babor. Kiko, el futbolista del Atlético, nunca quiso que se le echara una mano, siempre quiso ser "uno más". El marinero Paquirri y su hermano Riverita lidiaron tres novillos en la plaza de toros que había en el Cuartel allá por los 60. Florentino Fernández le contaba chistes en la oficina, aunque no se acordaba de ello hasta que el humorista un día –para su asombro– soltó en la tele que había hecho la mili en San Fernando con Manolo Parodi. Son algunas de las anécdotas que atesora este veterano oficinista de la Armada, historias que ponen de manifiesto lo que suponía el servicio militar. Ahora el Ayuntamiento quiere tirar de ese "vinculo emocional" para hacer turismo.
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