Pendientes de los autobuses urbanos

El recinto de Las Banderas ya se va conformado como esa ciudad efímera que es durante seis días al año. En los días previos, sus calles son un caos ordenado con un incesante trasiego de vehículos y de personas. Neveras apiñadas, tablones de madera, metros de cableado por el suelo, kilos y kilos de albero... Todo es necesario para que los portuenses puedan disfrutar de su fiesta grande desde mañana por la noche.

Sin embargo, todavía hay un problema que no se ha resuelto. Los trabajadores del servicio de autobuses urbanos han convocado huelga para todos los días de Feria y no será hasta mañana cuando vuelvan a sentarse con la empresa concesionaria, la UTE Daibus, para tratar de llegar a un acuerdo. Por ahora, el Ayuntamiento no ha colaborado en rebajar la tensión en este conflicto ya que no solo se ha posicionado claramente del lado de la sociedad que gestiona el servicio sino que también sigue acusando al comité de empresa de haber promovido la convocatoria con un interés tanto laboral como "político". De hecho, el alcalde, Enrique Moresco, volvió a recurrir ayer a la manida presencia del presidente del comité, Matías Gautier, en las listas de Izquierda Unida en las pasadas municipales.

La plantilla reclama que se inicie una negociación para redactar un convenio propio (actualmente se rigen por uno de ámbito provincial), la recuperación de un plus de 120 euros mensuales (el Ayuntamiento sostiene que no tienen derecho a él desde diciembre), el incremento salarial previsto en el convenio colectivo y el cumplimiento de la bolsa de trabajo. Sin embargo, el Gobierno local aseguró ayer en un comunicado que estas reclamaciones podrían suponer una repercusión directa "en el precio del billete" (hace escasos meses se pasó de 0,85 a 1 euro) por lo que exigió al colectivo que reflexione "sobre la repercusión de sus acciones teniendo en cuenta las fechas de convocatoria y, sobre todo, las circunstancias económicas del momento, que no son las más propicias para exigir subidas salariales". "Las reivindicaciones de los trabajadores y su derecho a la huelga son legítimas pero habría que reflexionar sobre la moralidad de que los trabajadores de las empresas concesionarias decidan siempre exigir sus derechos perjudicando los de los ciudadanos", agregó en un comunicado.

Empresa y trabajadores tienen previsto sentarse mañana en el Sercla (Servicio Extrajudicial de Resolución de Conflictos Lborales de Andalucía) para tratar de llegar a un principio de acuerdo que permita desconvocar la huelga. Por el momento, la Junta ya ha establecido los servicios mínimos durante los días de protesta que serán un autobús por línea y un 20% de los previstos para la Feria.

Mientras, son pocas las novedades que presenta la edición de este año de la Fiesta del Vino Fino. La más destacada es la ausencia de la portada, que no se ha instalado con el objetivo de ahorrar costes. Tanto los dispositivos de seguridad como de limpieza y las zonas de aparcamiento serán los mismos que en ediciones anteriores.