Viviendo al sur de La Isla

San Fernando/Hace tres años que las dos asociaciones de vecinos históricas que radicaban en Camposoto –Los Caserones y El Pedroso– desaparecieron para fusionarse en un nuevo colectivo: Distrito Sur, una denominación que encaja a la perfección con su afán de representar en toda su amplitud a una de las zonas de San Fernando en la que más habitantes residen, que más cambios ha experimentado en las últimas décadas y en la que todavía quedan importantes suelos y equipamientos por desarrollar.

Desaparecidas también La Arboledilla y Camposoto –entidades que se crearon más bien con un propósito urbanístico– Distrito Sur se ha convertido en la única asociación de vecinos y en la voz de este amlio y heterogéneo barrio que hace un par de décadas recibiera a numerosos vecinos de la capital gaditana. "Aquí sigue todavía viviendo mucha gente de Cádiz, sigue siendo ese Cádiz chico del que se hablaba hace unos años", explica Rocío Parro, su vicepresidenta.

A ellos, claro está, se suman también vecinos de San Fernando y mucha gente que se crió en Camposoto y que vio cómo cambiaba la zona de la noche a la mañana. "La gente que ha nacido aquí casi siempre se ha quedado luego y se ha buscado su casa en la zona", explica la vicepresidenta.

Así es este numeroso barrio de Camposoto en el que –admiten desde la asociación de vecinos– se vive bien. Es una zona por lo general bastante tranquila aunque evidentemente no está exenta de problemas. En lo que va de año uno de ellos –las deficiencias del alumbrado público– ha sido especialmente sonado y ha terminado incluso siendo objeto de debate en el pleno.

La directiva de Distrito Sur sabe que no es un problema exclusivo de la zona de Camposoto sino que se trata de algo que afecta prácticamente a todo San Fernando, que se repite también en otros barrios, y ante la que Endesa –afirman– tiene también mucho que decir "porque es la responsable del mantenimiento de las instalaciones", apunta el secretario, Francisco José Tripiana, al hablar de los apagones.

Lo dicen porque, a pesar de la polémica que han causado los repetidos fallos del alumbrado público, la asociación de vecinos considera que el Ayuntamiento no se porta mal con el barrio. "Cada vez que hemos llamado porque hemos tenido una incidencia han acudido para solucionarla", apunta.

Precisamente, esta semana se han reunido con la alcaldesa, Patricia Cavada, y con varios de sus concejales para analizar la situación del barrio, repasar los temas pendientes y trasladarles sus inquietudes.

En la zona –apostillan– hay una prioridad que es la terminación de las obras del centro de salud de Camposoto y su puesta en funcionamiento por parte de la Junta de Andalucía. Aplauden los últimos pasos que se han dado para retomar el proyecto y confían en que esta vez sea algo definitivo, que no vuelva a enfriarse.

Precisamente, desde Distrito Sur se llegaron a promover varias concentraciones para reclamar el centro de salud pero las movilizaciones se dejaron de hacer. "La gente no venía a las protestas", lamenta la vicepresidenta. Aunque la reivindicación sigue muy presente en la asociación de vecinos.

Hay otra cuestión que preocupa especialmente a los vecinos de Distrito Sur y que trasladaron a la alcaldesa en la reunión que mantuvieron hace unos días. Se trata del depósito de butano que existe en Camposoto, instalaciones que antiguamente estaban aisaladas pero que hoy están rodeadas por zonas residenciales.

"Hay viviendas pegadas al tabique del almacén", afirman desde la asociación, que desconoce si se cumplen las garantías mínimas de seguridad y que reconoce que es una cuestión que inquieta a los vecinos más próximos.

La falta de aparcamiento, especialmente en las zonas próximas al acuartelamiento y sobre todo mientras se forman los distintos ciclos de alumnos que llegan, es otra cuestión que han planteado a la alcaldesa. "Aquí no hay bolsas de aparcamiento y los vecinos se quedan sin las plazas que hay disponibles”, explica Francisco José Tripiana. Lo que pretenden es que se deje a los alumnos aparcar en el interior del acuartelamiento de forma que no pierdan plazas los vecinos.

Otra histórica reivindicación en la que insisten -y que en parte relacionan con su demanda de aparcamientos- es la utilización de los terrenos colindantes a la parroquia de la Oliva, que están desaprovechados y que siempre, recuerda, se pidieron para uso de los vecinos.